Las negociaciones entre PP y Vox para formar Gobierno en Castilla y León continúan sin avances de relevancia, solo dos días antes de que se celebre la sesión constitutiva de las Cortes autonómicas. El segundo encuentro entre ambas formaciones, celebrado este fin de semana, no ha hecho más que constatar el profundo alejamiento entre los dos partidos que, por ahora, continúan inamovibles de sus posturas iniciales.
El PP sigue exigiendo gobernar en solitario y solo ofrece a Vox un acuerdo programático, en el que existe acercamiento, sobre todo, en cuestiones económicas. Los de Juan García-Gallardo, por su parte, no se mueven de su postura de exigir entrar en el Gobierno, poniendo especial énfasis en los últimos días en la petición de que se les conceda la presidencia de las Cortes, la primera decisión de relevancia –que se tomará este jueves– para intuir por donde irán los derroteros de la XI Legislatura. Un cargo que logró Ciudadanos tras el pacto de Gobierno con el presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, en julio de 2019, teniendo en ese momento un procurador menos, 12, que los logrados por Vox tras las elecciones del pasado 13 de febrero.
El PSOE presidirá las Cortes si logra el apoyo de Soria Ya y Vox no apoya al candidato del PP
El PSOE trata de aprovechar la inesperada inacción de los dos partidos condenados a entenderse en Castilla y León, a solo 48 horas de la constitución de la Cámara. Durante los últimos días los guiños de Luis Tudanca a los partidos provinciales, especialmente a Soria Ya, han sido continuos, y los socialistas parecen vislumbrar una ventana de oportunidad para lograr presidir las Cortes. Si PP y Vox continúan enrocados en sus posiciones, y presentan ambos un candidato a presidir el parlamento autonómico, como parece cada vez más plausible, los de Luis Tudanca tendrían la oportunidad de presidir la Cámara regional atrayéndose los votos de Soria Ya.
En esta hipotética situación, el candidato popular solo obtendría los votos de los procuradores del PP –obteniendo un total de 31– mientras que la candidata socialista, Ana Sánchez, lograría 32 –sumando a los votos del PSOE los de Soria Ya y Unidas Podemos– suponiendo que, como es previsible, Vox votase a su candidato. Quedaría por ver el sentido del voto de los dos procuradores de Ciudadanos y Por Ávila, mientras que la Unión del Pueblo Leonés (UPL) ya ha mostrado su intención de abstenerse en la votación. Hay que recordar que en este caso es suficiente con que un candidato logre más apoyos que los contrarios para ser elegido.
Los socialistas comparten con Soria Ya, UPL y Ciudadanos la intención de evitar que Vox forme parte del próximo Ejecutivo autonómico, como han mostrado en varias ocasiones, y este movimiento estratégico arrastraría, casi de manera definitiva, a Mañueco lejos del partido de Santiago Abascal. Si el PSOE obtiene la presidencia de las Cortes, Vox tendría que resignarse a no lograr una de sus principales exigencias a la hora de apoyar una futura investidura del presidente en funciones, por lo que es previsible que, si esto sucede, su voto fuera contrario a la elección de Mañueco.
A su vez, un fracaso del PP en la votación de la Mesa de las Cortes –provocado por la obcecación de Vox en sus posiciones de máximos– haría inevitable un acercamiento de los populares al PSOE para lograr su abstención en la investidura, al ser la única opción de Mañueco para seguir en el poder una vez descartado el partido de García-Gallardo.
El PP tiene 48 horas para concretar un pacto sobre la Mesa de la Cámara
Con todo, al PP le quedan dos días por delante para cambiar esta situación y lograr que sea más favorable a sus intereses. "Estamos con la mano tendida sobre un programa y un hacer con los grupos que no se han autoexcluidos. Ojalá lleguemos a un acuerdo, no solo en la Mesa de las Cortes, sino también durante toda la legislatura", aseguró este lunes el jefe del equipo negociador de los populares, Carlos Fernández Carriedo, que incidió en que los contactos con las formaciones "dispuestas al diálogo" –Vox, Soria Ya y UPL– continuarán produciéndose durante las próximas horas.
Dentro de 48 horas los castellanos y leoneses saldrán de dudas acerca de si el PP ha logrado convencer a Vox de conformarse y no entrar en el Ejecutivo o si, por el contrario, la relación entre ambas formaciones en Castilla y León salta por los aires. La elección de un presidente de las Cortes autonómicas del PP o del PSOE –y la consiguiente ruptura con Vox– obligaría a Mañueco a lograr la abstención al menos de dos o tres procuradores socialistas en la futura sesión de investidura de finales de marzo, algo que, a día de hoy, se antoja complicado. Si no lo logra, la repetición electoral se hará inevitable.