Este jueves 10 de marzo tiene lugar la sesión constitutiva de las Cortes de Castilla y León, que dará inicio a la XI Legislatura en la comunidad. La sesión se abre a las 12 del mediodía y será presidida de inicio por la procuradora electa de mayor edad, la socialista Inmaculada García, asistida, en calidad de secretarios, por los dos más jóvenes: Noemí Rojo, del Partido Popular, y Miguel Ángel Suárez, de Vox.
Una vez que Inmaculada García declare abierta la sesión, uno de los dos secretarios leerá el decreto de convocatoria de las elecciones autonómicas del pasado 13 de febrero y la relación de procuradores electos, además de los posibles recursos contencioso-electorales interpuestos. Durante la toma de posesión como procuradores, los representantes electos recibirán la medalla "acreditativa de la condición de procurador", un simbólico acto protocolario.
Se inicia la votación para elegir la Mesa de las Cortes
Posteriormente, dará inicio la votación para escoger a los miembros de la Mesa de las Cortes, un proceso que se encuentra regulado en los artículos 33, 34 y 35 del Reglamento de la Cámara. El procedimiento para la votación se basará en el depósito de papeletas por parte de los procuradores electos en la urna habilitada para la votación, que custodiará la presidenta, Inmaculada García.
En este proceso se elegirá, de manera sucesiva y en tres votaciones diferenciadas, al presidente de las Cortes, al vicepresidente y a los secretarios de la Cámara. Antes de la votación, los grupos políticos habrán propuesto a sus candidatos a la presidencia. En esta ocasión, los contendientes serán la procuradora socialista Ana Sánchez, un procurador del PP y otro de Vox, cuyas identidades aún se desconocen.
Una vez concluidas las tres votaciones, se procederá al escrutinio. Inmaculada García leerá en voz alta el contenido de las papeletas –en las que los procuradores deberán haber escrito el nombre del candidato por el que optan– y las irá entregando a uno de los dos secretarios para su posterior comprobación. Mientras, el otro secretario irá anotando los resultados de cada votación, así como todos los incidentes que se pudieran haber producido durante la misma.
Necesaria la mayoría absoluta en la primera votación, en la segunda basta con mayoría simple
Para la elección del presidente de las Cortes, en esta primera votación será necesaria la mayoría absoluta de los votos para uno de los candidatos. Para la elección de los vicepresidentes y de los tres secretarios, en cambio, resultarán elegidos los que por orden correlativo reciban el mayor número de votos. Si ningún candidato a la presidencia de la Cámara obtiene la mayoría absoluta, se repetirá la votación entre los dos procuradores que mayor número de votos hayan obtenido, resultando elegido el que obtenga la mayoría simple, es decir, el que obtenga más votos que su rival.
Una vez finalicen las votaciones, los procuradores elegidos se dirigirán a sus nuevos puestos y el recién nombrado presidente pedirá al resto de procuradores el juramento o promesa de acatar la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, en un proceso para el que los representantes serán llamados por orden alfabético. Una vez finalice el llamamiento, el nuevo presidente declarará constituidas las Cortes de la XI Legislatura y se declarará levantada la sesión.
El cronómetro se activa: dos meses para evitar la repetición electoral
Una vez constituidas las Cortes y elegidas la Mesa y el nuevo presidente de la Cámara se activará el cronómetro que marcará los tiempos hasta la celebración de la sesión de investidura. A partir de ese momento habrá un plazo de 15 días hábiles, desde el viernes día 11, para que el recién elegido presidente de la Cámara proponga un candidato para presidir la Junta de Castilla y León.
Después, y como fecha máxima de 31 de marzo, se celebrará la primera sesión de investidura del candidato propuesto, que, en esta primera ocasión, tendría que salir elegido por mayoría absoluta de la Cámara. En esta ocasión, por tanto, la única opción de Mañueco sería el apoyo de Vox, ya que no le bastaría con el apoyo de los partidos provinciales y la abstención del PSOE.
Si el candidato no logra ser elegido en esta primera votación, la Mesa de las Cortes, una vez oída la Junta de Portavoces, determinará la fecha de la segunda votación dentro de los dos meses siguientes al fallido primer intento de investidura. En esta segunda sesión de investidura al candidato le bastaría con obtener una mayoría simple para ser elegido nuevo presidente de la Comunidad. Por tanto, en esta ocasión, a Mañueco le valdría tanto el apoyo o la abstención de Vox como un apoyo de los partidos provinciales combinado con una abstención del PSOE que, por ahora, parece lejana.
Si esta segunda sesión de investidura también fuera fallida, pero quedara tiempo aún por delante hasta cumplirse los dos meses de la fallida primera sesión, podrán presentarse otras propuestas de candidatos, y celebrarse sesiones de investidura. Una vez se agote ese plazo de dos meses, las Cortes quedarían disueltas y el presidente en funciones debería convocar nuevas elecciones. Quedan poco más de dos meses, por tanto, para que Castilla y León logre la ansiada gobernabilidad o, por el contrario, se vea abocada a una repetición electoral durante el próximo verano.