La presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Cristina Danés, lamentó hoy el rechazo de la Junta de Castilla y León al Plan Hidrológico del Duero, proyecto que, según destacó, contiene un programa de medidas de 2.250 millones de euros, de los que más de 1.000 están vinculados de manera directa o indirecta con el medio rural y, en concreto, con el regadío y su incidencia positiva en el reto demográfico, con medidas para actuaciones de modernización de regadíos, por un importe de 768 millones de euros, de aumento de la capacidad de regulación, y nuevos regadíos, entre otras medidas, según ha informado la agencia Ical.
Con su voto en contra, según explicó Danés, la administración autonómica no apoya tampoco la decisión de la CHD de levantar la prohibición vigente de plantar chopos en el dominio público hidráulico, no apostando en definitiva por la cadena de valor de las choperas en la cuenca, un sector que genera más de 10.000 empleos, un 30 por ciento de ellos en el medio rural.
El nuevo Plan, que hoy pasó por el Consejo del Agua, se alinea con la estrategia del Pacto Verde Europeo y afronta el cambio climático como un reto global, poniendo el foco en la lucha contra la contaminación, la preservación y recuperación de ecosistemas y biodiversidad, a través de medidas precisas para alcanzar los objetivos ambientales en la cuenca.
Además, según se informa desde la CHD, en este tercer ciclo de planificación hidrológica, el Plan ofrece un importante programa de restauración fluvial que afecta a 227 masas de agua tipo río con 5.000 kilómetros fluviales, y medidas de mitigación con el fin de que puedan alcanzar el buen estado ecológico en las mismas.
En el Plan se incluye el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación que recoge actuaciones de reducción de vulnerabilidad en determinadas áreas de los ríos Esla, Tera, Esgueva, Pisuerga, Carrión y Valderaduey entre otros.
En definitiva, según el organismo de cuenca, el nuevo Plan tiene como objetivo reducir las presiones que soportan las masas de agua, mejorar los sistemas de depuración, fomentar el ahorro de agua y la reutilización y atender las demandas de agua de manera que sean compatibles con su buen estado, lo que permitirá asegurar su calidad y cantidad.