Algunas comunidades autónomas, entre ellas Asturias, han anunciado que veta a Castilla y León tras la entrada de Vox en el Gobierno. El presidente de esa comunidad, Adrián Barbón, del PSOE, ha marcado distancias con el nuevo Ejecutivo conformado tras la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. "No vamos a poder trabajar en proyectos comunes con consejeros que defienden que no existe la violencia machista, que piden que no se suban las pensiones, que no apoyan que se suba el Salario Mínimo Interprofesional", afirmó.
Pues bien, este ‘cordón sanitario’ no es bien visto por la Junta que ha lamentado esta advertencia. “Nosotros hemos llegado a acuerdo con comunidades limítrofes y lo hemos hecho pensando en las personas de Castilla y León, nunca en los intereses de los partidos políticos, y es algo que seguiremos haciendo”, ha afirmado el portavoz en funciones de la Junta, Carlos Fernández Carriedo. Y ha puesto de ejemplo que si ocurre un incendio en una Comunidad limítrofe “seguirán prestando los servicios”.
“Nosotros no vamos a preguntar a quién vota, o vamos a mirar quién esté en el Gobierno”, ha comentado mientras confirmaba que la Junta de Castilla y León continuará manteniendo los servicios que tienen firmados con las autonomías limítrofes.
“Pensamos que los intereses de las personas están por encima de los partidos políticos, si alguna administración quiere anteponer el partido a las personas, tendrá que explicarlo”, ha zanjado el también consejero.