El hecho migratorio en Castilla y León crece sin parangón en un contexto de batalla ideológica en la Comunidad, desde los que apuestan por facilitar la regulación y quienes como en el acuerdo de gobierno PP-Vox se muestran partidarios de la promoción de una “inmigración ordenada que, desde la integración cultural, económica y social, y en contra de las mafias ilegales, contribuya al futuro” de la región, que ha levantado ampollas en la izquierda.
Castilla y León cerró el ejercicio con 195.446 inmigrantes regularizados, lo que supone que sumó 5.574 a la lista en un año, un 2,9 por ciento más, con la mayor cifra de la serie histórica, según los datos que facilita el Observatorio Permanente de la Inmigración y que ha recogido la agencia Ical.
La sentencia del Tribunal Supremo que relajó las condiciones para el acceso al arraigo laboral, por la que es suficiente haber estado dos años seguidos en España y acreditar relaciones laborales de al menos seis meses, impulsó la regularización de extranjeros en la Comunidad. Y es que el cierre de fronteras por la COVID redujo la llegada y abrió más posibilidades a la obtención de los contratos de un año, que exige ese tipo de regularización.
El guarismo récord de inmigrantes en la Comunidad se logra tras cuatro ejercicios de desarrollo incesante en el número de foráneos regularizados. El precedente mejor registro se generó en el año 2011, cuando la Comunidad contaba con 183.454 foráneos ‘con papeles’, una cantidad que se cayó por la recesión hasta el suelo de 2016, cuando se redujo hasta los 172.621, para empezar nuevamente su ascenso, con 176.011 en 2017, 179.179 en 2018, 185.482 en 2019; y 185.482 en 2020, el año de la pandemia.
El informe recientemente publicado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones indica que en Castilla y León había al cierre de 2021, un total 136.326 inmigrantes con certificado de registro como miembros de la UE, lo que supone que en el último año llegaron dentro de este grupo 1.730 persona la Comunidad. Asimismo, cabe destacar que 617 personas residentes en Castilla y León se acogieron a la regularización a través del Acuerdo de Retirada de Reino Unido de la UE, por el Brxit.
Además, las cifras que proporciona el Gobierno, recabadas por Ical, precisan que en Castilla y León, había a fecha 31 de diciembre de 2021, un total 58.503 extranjeros dentro del régimen general, con autorización de estancia, que representan un aumento en 3.227 en un año.
Un análisis de las nacionalidades, pone de relieve que dentro del colectivo con certificado de registro, rumanos, búlgaros y portugueses, constituyen los colectivos más numerosos con diferencia, y entre las nacionalidades del régimen general, la marroquí se lleva la palma. En concreto, el colectivo de rumanos suma 45.223 efectivos en Castilla y León, seguido por el de los 34.391 búlgaros censados, junto a los 19.556 portugueses; y fue de la UE, los 24.560 marroquíes. Entre estas cuatro nacionalidades suman 123.730 efectivos, es decir, el 63,3 por ciento de los 195.446 inmigrantes regularizados en la Comunidad.
Provincias
Por provincias, se produjo un crecimiento del número de inmigrantes en todos los territorios de Castilla y León, que fue especialmente importante en Valladolid, donde en un año se incorporaron 1.236, hasta cerrar el 2021, con 39.597, la cifra más alta de la Comunidad.
Burgos también tuvo un aumento importante en la llegada de extranjeros, con 955 más que en 2020, para cerrar el ejercicio con 37.208. La tercera provincia en peso del colectivo es Segovia, por su proximidad a Madrid, que concluyó el ejercicio con 26.766 inmigrantes, con 741 más que un año atrás.
A Segovia le sigue León, con 25.482 efectivos, que crecieron en 492 a lo largo del año; y Salamanca, con 19.816, que reflejan la llegada de 716 nuevos foráneos a la provincia charra en 2021.
La provincia de Ávila cerró el año con 14.986 inmigrantes regulares, 508 más que en 2020; y Zamora, con 11.889, con un aumento en 258. Por último, Soria contaba a finales de 2021, con 10.021 foráneos, tras sumar 361 en un año; y Palencia, en el farolillo rojo, con 9.681, tras la llegada de 307.
Autorizaciones
Por otra parte, cabe destacar que las autorizaciones de trabajo a extranjeros alcanzaron en 2021, las 3.155, lo que supone un crecimiento del 6,9 por ciento respecto al dato de 2020, y la cifra más elevada desde 2013 (4.484). Sin embargo, el número sigue siendo muy inferior al de 2007, cuando se alcanzaron 28.290, y empezaron a caer por la crisis, cuando las autoridades tuvieron que cerrar el mercado laboral para dar prioridad a los nacionales y sólo dejaron a los foráneos las profesiones sin cobertura definidas a través de un catálogo.