Son ya muchos meses de decadencia para el sector del automóvil. Primero fue la pandemia, luego la crisis de suministros que ha provocado la parada de varias fábricas, la guerra de Ucrania, y, las medidas ‘anticoches’ que se están poniendo en marcha desde las políticas nacionales y autonómicas. Ante esta situación, no se recuerda un momento más duro.

2022 era el marcado como el de la recuperación, pero no está siendo así. Las ventas cayeron en abril por cuarto mes consecutivo en toda España otro 12% (hasta las 69.111 unidades); y en Castilla y León un 28% con solo 5.911 vehículos matriculados, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

Y en lo que vamos de año, los datos son muy semejantes. El balance cuatrimestral fija que en España se han vendido 233.509 unidades, que son un 11,8 % menos que en los primeros cuatro meses del 2021; y en la Comunidad se han matriculado 5.911 coches, un 18,8% menos que el año pasado por estas fechas.

Sin embargo, dentro de todos estos pésimos datos, subyace uno que aventura el cambio de mentalidad. Se empieza a marcar un hecho en el mercado del automóvil: las ventas de vehículos electrificados y de híbridos está a punto de igualar y de superar (dentro de poco) a las matriculaciones de modelos de combustión (diésel y gasolina). Así lo confirma el balance del mercado que ha hecho el sector correspondiente al primer cuatrimestre del año, según el cual, de los 5.911 modelos vendidos en Castilla y León, 2.654 son coches cien por cien eléctricos o híbridos, repartidos en 527 eléctricos y 2.013 híbridos; 2.356 unidades están motorizadas a gasolina y solo 901 a gasoil. Un dato que constata el desplome de los coches diésel que ha sido el gran señalado en los últimos años con políticas enfocadas a demonizarlo. El cambio de tendencia se constata también contabilizando solo las ventas del mes de abril en Castilla y León (749 unidades electrificadas, 686 con motor gasolina y 290 diésel).

Por provincias

La tendencia de que se está apostando cada vez más por lo eléctrico que por el olor a carburante se puede comprobar en cada provincia de Castilla y León. En Ávila se han vendido en lo que va de año 409 coches, de los cuales 210 son eléctricos e híbridos, mientras que 199 son gasolina o diésel.  En Burgos, la venta total es de 929 automóviles, y de los cuales 416 son de la nueva gama, casi la mitad. 1.108 automóviles se han vendido hasta abril en León, y de los cuales 629 son de carburante y 479 no contaminantes.

Por su parte, en Palencia, 172 vehículos eléctricos e híbridos han sido adquiridos, por 153 de gasolina y 71 de diésel. En Salamanca, 316 no contaminantes frente a 465. En Segovia también ganan ‘el resto’ con 144 ventas, frente a 130 a gasolina y 53 de gasoi. Igualdad en Soria a 86 entre eléctricos y gasolina, y con solo 39 de diésel.

En Valladolid a punto está de llegar el ‘sorpasso’ total. En total han sido 706 vehículos no contaminantes los que se llevan vendidos en todo el año, mientras que la suma de carburantes es de 709 (529+180). Por último, en Zamora, ganan los gasolina (156), con eléctricos con 125 y los de diésel con 54.

Valoraciones

La directora del área de economía y logística de ANFAC, Aránzazu Mur, analiza que “el último mes, aunque logra la mejor cifra de este año, sigue siendo inferior a la que el mercado español debería registrar". "La lenta entrada de vehículos en los puntos de venta, causada por la crisis de los microchips y una demanda cada vez más condicionada por la incertidumbre económica están dificultando la recuperación. Atravesamos un contexto económico difícil para los consumidores, que se ha reflejado en el bajo crecimiento del canal de particular y de empresas, que apenas empujan la evolución de las ventas y retrasan su decisión de compra. La recuperación del mercado ha de ser una prioridad para evitar perder la relevancia que aporta el sector tanto al PIB como al empleo de nuestro país”.

Según la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche, “el mercado continúa sin levantar cabeza. De hecho, no veíamos un mes de abril con un volumen de matriculaciones similares desde la década pasada, con lo que volvemos a registros de la crisis económica de entonces. En un contexto de falta de oferta, en el que ya se están vendiendo más coches de más de 15 años que nuevos, la renovación del parque se convierte en punto clave para impulsar la descarbonización. En este sentido, además de impulsar la electrificación, hacen falta políticas mucho más activas y eficaces de achatarramiento, sobre todo, orientadas a estos vehículos de mayor antigüedad”.