Vox abrió ayer un nuevo melón durante la celebración del primer pleno en las Cortes de Castilla y León. Habló de verificar los presupuestos de Procurador del Común, CES, Consejo Consultivo y Consejo de Cuentas para evitar gastos superfluos, una medida que lleva en su acuerdo de gobierno con el Partido Popular. Una medida que el consejero portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha calificado de “buena”. Pero en su caso, ha querido hablar de tener “un espíritu de austeridad” para realizar “un seguimiento o evaluación de los recursos” que reciben las instituciones propias de la Comunidad con objeto de que desarrollen sus funciones en el marco de austeridad.
Carriedo ha señalado que “siempre es bueno” hacer una valoración de “las cantidades más adecuadas” que las instituciones públicas necesitan para el desarrollo de sus funciones.
También ha sido cuestionado por la decisión de su socio de Gobierno de suprimir algunas instituciones propias en caso de tener mayoría absoluta, aunque en este caso, y fiel a su estilo, no quiso polemizar. “Cada socio puede tener opiniones distintas en determinados asuntos o incluso plantear cambios normativos”.