El gasto con tarjetas de los turistas nacionales el año pasado en Castilla y León alcanzó los 662,7 millones de euros frente a los 615 millones registrados en 2019, el último ejercicio antes de la pandemia del COVID. Por lo tanto, el desembolso que realizaron los visitantes procedentes de otros lugares de España en los alojamientos, restaurantes, comercios, oferta cultural o saca dinero en los cajeros automáticos de la Comunidad aumentó un 7,7 por ciento.
El porcentaje de incremento apenas llega al uno por ciento al sumar el gasto turístico con tarjeta entre los nacionales y los internacionales, hasta los 762,4 millones. No en vano, el turismo extranjero sufrió las restricciones sanitarias durante 2021 con motivo de la pandemia, por lo que el sector se benefició, básicamente, del dinero procedente del visitante español. En todo caso y pese al pinchazo en el negocio extranjero, 2021 cerró con superávit al cerrar con 762,4 millones frente a los 755,6 millones de euros de 2019.
Son datos de CaixaBank Research facilitados a la Agencia Ical después de analizar los movimientos de las tarjetas de CaixaBank y los TPV (terminal punto de venta), que utilizan los negocios para gestionar las operaciones de venta. El responsable de Hotels & Tourism de Caixabank para la zona norte de España , José Huerta, reconoció que hay una “trampa” en estas cifras al señalar que el pago con tarjeta se ha generalizado a raíz de la pandemia y las compras son superiores ahora que antes del COVID. “No son datos cien por cien exactos pero son muy fiables por que nosotros sabemos la cuota de mercado de los TPV de la entidad en cada población, lo que permite realizar una extrapolación”, aseveró.
En este sentido, Huerta aseguró que la pandemia ha sido un “desastre” para el sector del turismo, que ha sido uno de los más afectados por los cierres y las restricciones. Eso sí, destacó que las comunidades del norte de España han sido las grandes beneficiadas por que han logrado absorber un gran número de turistas españoles durante los dos últimos años. Y es que subrayó que el incremento del gasto turístico doméstico con tarjeta en la Comunidad está por encima de la media de España.
“Es importante no perder el impulso que ha cogido”, aseveró. “Hay mucho turismo nacional que no conocía Castilla y León, hasta ahora, por lo que es necesario aprovechar ese visitante prescriptor, para que vuelva aquí en un puente o en Semana Santa por que ya conoce la Comunidad”, declaró.
En el mismo sentido, se pronunció el CEO de Abadía de Retuerta, Enrique Valero, quien valoró a Ical la oportunidad que ha tenido el sector turístico en Castilla y León durante la pandemia, por que no solo los extranjeros no podían venir a España si no que los nacionales tampoco viajar a otros países. “En el caso de Abadía de Retuerta, todo el turismo de excelencia en lugar de irse a Maldivas, Croacia o Estados Unidos, ha conocido el potencial que tiene todo lo que se ofrece en naturaleza, gastronomía, vino, historia y cultura”, manifestó.
Pero lo más importante, a su juicio, es la buena valoración que ha dado el turista a su experiencia en el hotel situado en Sardón de Duero (Valladolid). Hasta el punto que más de un 16 por ciento de los clientes de Abadía de Retuerta en 2021 fue “repetidor” tras haber visitado las instalaciones en los dos años anteriores. “Eso nos ha ayudado a situarnos en la cabeza y la mente del turista nacional”, añadió.
Valero sentenció que su filosofía, que transmite a su equipo, es que el cliente entre como “huésped” y salga como “apóstol” del lugar donde ha estado. De ahí, la necesidad de unir fuerzas con otras bodegas, restaurantes, hoteles y museos para lograr que el turista tenga una experiencia completa y un servicio “excelente”, lo que a la postre sirve para poner en valor el territorio.
Huerta aseguró que el turismo en España está en fase de recuperación y consideró que la inflación no afectará a esta campaña, tal y como demuestran los datos de reservas de los hoteles. Eso sí, alertó que la subida de precios puede influir al turismo nacional para los próximos años.
“Éramos optimistas y seguimos siéndolo por que había un ahorro embalsado a raíz de la pandemia. Por desgracia, la inflación se está comiendo ese ahorro embalsado y hay estudios que señalan que el 60 por ciento de las familias más vulnerables ya no dispone de ese colchón, lo que supone un problema añadido para sectores como el turismo”, sentenció.
José Huerta explicó que la previsión de inflación que tiene CaixaBank Research es que tocó “techo” en marzo pasado mientras que hubo un ligero descenso el mes pasado. Pese a recordar que las previsiones de inflación para España de la Comisión Europea hablan de que cerrará el año en el 6,3 por ciento, el último informe de la entidad es que estará en torno al cuatro por ciento. “Confiamos que las tensiones energéticas se relajen en el segundo semestre y por el efecto estadístico, ya que se partía de una inflación elevada en noviembre y diciembre de 2021”, sentenció.
El responsable de la línea de negocio especializada en el sector de la entidad expuso que, tomando como referencia el PIB nacional de 2019 que fue el año por “excelencia” del turismo con base 100, se cayó al 40 por ciento en 2020, subió hasta el 60 por ciento en 2021 y la previsión es cerrar este año con el 86 por ciento. Un porcentaje que recordó es prácticamente el registrado en 2017, que fue un buen ejercicio para el turismo de España. “Es posible que se supere esa tasa por lo que estaremos satisfechos y damos por hecha la recuperación en 2023. Este año vamos a tener que seguir contando con el turismo nacional. Creemos que no habrá problema con el europeo pero nos tememos peores datos en el de largo alcance, sobre todo el mercado asiático”, auguró.
En cuanto a la pandemia, reconoció el repunte de la incidencia aunque mostró tranquilidad por que, de momento, no tiene influencia en los ingresos de los hospitales y en las unidades de críticos. En este sentido, se mostró esperanzado que no tendrá una alta repercusión en la economía, gracias en parte por los altos índices de vacunación contra el COVID en España.
Sin mano de obra en el sector
Huerta puso el acento en el problema de la mano de obra en el sector turístico. “Parece mentira que, con unas tasas de paro tan elevadas en el país, el sector hostelero y hotelero tenga problemas para encontrar trabajadores”, afirmó. De ahí que abogara que la solución a medio plazo sea enlazar la formación con el empresariado. “La formación va por un lado y la mano de obra que se necesita, por otro”, añadió. De momento, a corto plazo, auguró un incremento de los salarios por que el hotelero necesita el personal para prestar un servicio, por lo que se verá obligado a pagar más.
En ese sentido, el CEO de Abadía de Retuerta apostó por la colaboración público privada para “apostar” por la formación pero también “dignificar” la profesión, con salarios adecuados. En todo caso, precisó que en el caso de su hotel se han suscrito acuerdos con escuelas de hostelería y cocina en Valladolid, Castilla y León, España y en el exterior para contar con los mejores profesionales. “Hay que vender valor añadido al cliente y eso pasa por contar con personal cualificado”, confesó.