La ansiada recuperación de la normalidad está lejos de lograrse en algunos sectores que sufrieron, de manera más acusada, los efectos de la pandemia como es el turismo, en concreto el internacional. No en vano, los turistas extranjeros que llegaron a Castilla y León cayeron un 14,8 por ciento en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2020. Y eso que la segunda parte del mes de marzo de 2020 estuvo marcado por el estado de alarma y las medidas de confinamiento en España para frenar la propagación del COVID. Los 353.075 turistas registrados entre enero y marzo pasados están lejos de los 414.562 contabilizados en el primer trimestre de hace dos años. En todo caso, la caída es casi ocho puntos menos que en el conjunto de España, donde los turistas procedentes de otros países bajaron un 22,4 por ciento, hasta los casi diez millones. El porcentaje de caída es más acusado en cuanto a las pernoctaciones que realizaron estos viajeros foráneos en los establecimientos de la Comunidad, con un descenso del 29 por ciento.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó esta semana la medición experimental sacada de los datos desagregados y anonimizados de los teléfonos móviles de los turistas extranjeros, una herramienta estadística para trazar los flujos de movilidad gracias a la información proporcionada por las compañías. En concreto, se identifica al viajero no residente a través de la posición de un dispositivo móvil contratado con un operador extranjero que se conecta a una red de una compañía española.
Según los resultados consultados por la Agencia Ical, el 94,8 por ciento de los visitantes a la Comunidad entre enero y marzo de 2022 procedía de Europa, tras registrar una caída del 12,7 por ciento con respecto a antes de la pandemia. Los portugueses (72.000), franceses (60.000), holandeses (45.000) y alemanes (39.000) fueron los más numerosos, hasta el punto que supusieron el 61 por ciento del total de extranjeros que visitó la Comunidad en el primer trimestre del año. Les siguieron los suecos (29.500) y los italianos (16.000).
El descenso de los foráneos que eligieron Castilla y León para disfrutar de sus vacaciones fue aún mayor en el caso de los originarios de países de América, con 26,1 por ciento de caída, al pasar de los 15.299 del primer trimestre de 2020 a los 11.304 de este año. El descalabro se concentró entre los asiáticos, ya que su llegada bajó un 68 por ciento, hasta poco más de 3.000 personas frente a los más de 9.500 de antes del COVID. Un claro ejemplo es lo ocurrido en la provincia de Salamanca, que pasó de recibir 3.214 asiáticos en los tres primeros meses de 2020 a los 657 de este ejercicio. Es decir, cinco veces menos.
También hay importantes diferencias entre provincias. Y es que mientras las bajadas de turistas no residentes en León (-3,1 por ciento), Soria (-1,8 por ciento), Ávila (-1,2 por ciento) y Burgos (0,4 por ciento) entre los primeros trimestres de 2020 y 2022 son apenas perceptibles se dispararon en otros territorios como Salamanca (-28,6 por ciento), Palencia (-26,2 por ciento), Zamora (-21,3 por ciento) y Segovia (-18 por ciento). En Valladolid, el porcentaje de caída se situó en el 12,7 por ciento. La drástica caída en la provincia salmantina, con 30.000 turistas menos en el periodo de análisis, ha provocado que haya cedido el primer puesto en número de turistas a Burgos, que sumó 79.121 viajeros entre enero y marzo pasados frente a los 72.906 visitantes de Salamanca. Les siguen muy lejos Valladolid (50.661), Zamora (38.323) y León (35.209).
El posicionamiento de los móviles también recoge las pernoctaciones de la Comunidad, en el que todas las provincias presentan importantes descensos. De nuevo, Salamanca (-42,2 por ciento), Zamora (-41,6 por ciento), Palencia (-36,1 por ciento) y Segovia (-27,2 por ciento), a las que se suma Valladolid (-27,8 por ciento). Se completa con las bajadas experimentadas en León (-20 por ciento), Soria (-14,6 por ciento), Burgos (-12,6 por ciento) y Ávila (-11,6 por ciento). A diferencia de lo que ocurrió con el número de turistas, Salamanca aún conservó el liderazgo, con 583.640, lo que suponen 20.000 más que las contabilizadas en la provincia burgalesa. Además, no solo han caído las estancias sino que también hay un descenso del número de días, que ha pasado de 10 a 8,2 jornadas en solo dos años.
Salen un 19% menos
La estadística del INE, recogida por Ical, permite conocer los viajes de los castellanos y leoneses al extranjero. Al igual que en el caso de los no residentes, los ciudadanos de la Comunidad desplazados a otros países ha caído un 19,5 por ciento al comparar el primer trimestre de 2022 y el previo a la pandemia en 2020. Un total de 125.598 personas salieron de Castilla y León entre enero y marzo de este año frente a los 156.214 de hace dos años.
La bajada fue mucho mayor en las pernoctaciones de esos visitantes, con un descenso del 34,8 por ciento, hasta las 483.655. La duración media de los viajes de los castellanos y leoneses en otros países pasó de 4,7 a 3,8 días. En cuanto al destino, optaron por destinos cercanos, ya que el 93 por ciento de los turistas eligieron países de Europa.