La atención de Cruz Roja a refugiados disparada: 767 personas de 26 nacionalidades
El índice de ocupación de plazas de acogida temporal está en el 96%, con 301 puestos cubiertos
19 junio, 2022 16:12El Programa de Acogida e Integración de Personas Solicitantes de Protección Internacional de Cruz Roja en Castilla y León atiende, en la actualidad, a un total de 767 personas de 26 nacionalidades, tras la incorporación de 465 ucranianos desplazados, que son con, mucha diferencia, la nacionalidad mayoritaria. El listado se completa con los 62 refugiados procedentes de Venezuela, los 39 de Afganistán, los 28 marroquíes y los 25 colombianos, entre otros, según informa Ical.
Los 767 personas que participan en el Programa Asilo de la ONG se reparten por todas las provincias de la Comunidad aunque su número varía mucho ya que Segovia es la que acoge a más refugiados, con 209, seguida de los 107 de Ávila. El resto de territorios está por debajo de la centena como Zamora (99), Salamanca (95), Burgos (76), Soria (61) y Valladolid (54). El listado se completa con cifras muy inferiores en Palencia, con 37 participantes, y León, con 29.
Todos las personas extranjeras con el estatus de refugiado son atendidas en recursos de Cruz Roja de acogida en fase de emergencia, la acogida temporal y la fase de autonomía. En la actualidad, según los datos facilitados por la organización a la Agencia Ical, en la fase de emergencia, con motivo de la crisis de Ucrania, hay 441 participantes que están en todas las provincias, salvo en León donde no hay ninguno. Casi cuatro de cada diez ucranianos atendidos por Cruz Roja están en la provincia de Segovia, que contabiliza 165. Les siguen, a mucha distancia, los 66 de Zamora, los 65 de Ávila y los 57 de Salamanca.
Además, en la considerada primera fase de acogida temporal, hay disponibles 314 plazas, de las que 301 están ya ocupadas. No en vano, hay cubiertas 293 pero existen ocho plazas reservadas para su utilización en los próximos días. Por lo tanto, el índice de ocupación de plazas de acogida temporal es del 96 por ciento.
A continuación, aparece la segunda fase, que corresponde a la preparación de la autonomía, con la intervención social con 33 personas, repartidas entre Valladolid (once), Soria (nueve), Burgos (seis), Salamanca (cinco) y Segovia (dos).
El programa de refugiados que presta Cruz Roja en Castilla y León se enmarca dentro del Sistema Estatal de Protección Internacional, que es de titularidad pública y está financiado por el Ministerio de Inclusión Seguridad Social y Migraciones. La intervención de la entidad con personas solicitantes de protección internacional tiene como objetivo garantizar su protección e integración social en España. El programa consta de varias fases que cubren desde la primera acogida hasta la fase de preparación para la autonomía, con una duración de 18 a 24 meses.
Durante ese tiempo, se presta una atención integral e individualizada que incluye, entre otros, servicios la primera acogida, la acogida temporal, la asistencia legal y psicológica, el aprendizaje del idioma y la traducción e interpretación. Con posterioridad, los inmigrantes y los solicitantes y beneficiarias de protección internacional participan en talleres y actividades orientadas al trabajo, en el marco del Plan de Empleo de Cruz Roja. Para ello, se realizan tareas de acompañamiento, activación, orientación y mejora de la capacitación profesional.
Con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, que tiene lugar mañana 20 de junio, el presidente de Cruz Roja en Castilla y León, José Varela, destacó que son individuos que forman parte de la sociedad, aportando riqueza de la diversidad. “Nos recuerdan el verdadero significado de sobreponerse y superar las adversidades”, subrayó. No en vano, precisó que muchas de ellas inician cada día su proceso de integración y autonomía, gracias a los equipos de la ONG. Y es que apuntó que no suelen contar con redes familiares o de apoyo en España. Es por ello que aseguró que son un “claro” ejemplo de resiliencia.
Varela consideró que estas “historias de vida” deben impulsar a comprometerse aún más en su acogida. “A su incertidumbre por el presente y futuro, se suma la dificultad de comprender lo que está sucediendo, fuera de sus casas, en otro idioma, con matices culturales diferentes a los propios y con la inseguridad de su condición de solicitantes de asilo”, confesó. Algo que ha podido comprobar en los últimos meses con la atención de las personas afectadas por el conflicto en Ucrania, sobre todo las más vulnerables.
El presidente autonómico de la entidad destacó el compromiso “insustituible” de los voluntariados para ayudar a las personas que más lo necesitan, “sin esperar nada a cambio y hacer de este mundo un lugar mejor y más digno”.