El Día del Orgullo LGTBI ha provocado un nuevo episodio de fricciones en Castilla y León entre las formaciones de la oposición y Vox, el socio minoritario del Ejecutivo autonómico dirigido por el PP. Este lunes, el presidente de las Cortes autonómicas, Carlos Pollán, de Vox, rechazó iluminar el edificio de la Cámara con los colores del colectivo, como suele ser habitual desde hace varios años, para "no hacer un uso político ni partidista de la política de iluminaciones" de las Cortes. Así respondió a una carta de la Fundación Triángulo en la que solicitaban este gesto de apoyo al colectivo y una declaración institucional en el último pleno, que no se produjo por el rechazo de Vox.
Para Pollán, el colectivo LGTBI no se puede considerar un "colectivo vulnerable" en la actualidad en España. "Muchos de los colectivos que nos han solicitado y solicitan la iluminación de nuestro edificio suelen hacerlo con el objetivo de que les otorguemos visibilidad puesto que padecen algún tipo de enfermedad o emergencia, o son considerados como vulnerables en nuestra sociedad del bienestar", respondía el presidente de las Cortes a esa misiva. Pollán añadía que para la iluminación del edificio, el criterio es basarse en "el respeto al artículo 14 de nuestra Carta Magna", que propugna "la defensa de la igualdad entre los españoles".
El PSOE reacciona y despliega la bandera
El principal partido de la oposición en Castilla y León, el PSOE, no tardó mucho en reaccionar a la negativa de Pollán de mostrar el apoyo de las Cortes al colectivo LGTBI. Pasado el mediodía de este lunes, los socialistas abrieron las ventanas de sus despachos e hicieron ondear una bandera arcoíris de 50 metros de largo. Los procuradores del PSOE también colocaron banderas del colectivo en el pasillo que da acceso a sus despachos en la Cámara autonómica.
La decisión de los socialistas de mostrar su apoyo al movimiento LGTBI y contraprogramar la decisión de Pollán ya había sido anunciada por la mañana por el dirigente del PSOE en la región, Luis Tudanca, en rueda de prensa. Tudanca, que justificó la decisión por la negativa del presidente de la Cámara de iluminar la fachada del edificio con los colores arcoíris, aprovechó para atacar al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Le acusó de ser el responsable de que "la extrema derecha" presida las Cortes autonómicas y le achacó no ser capaz "de defender con dignidad los derechos del colectivo".
El líder del PSOE en Castilla y León concluía asegurando que "el edificio de todos", en referencia a las Cortes, luciría "los colores de la diversidad" del colectivo LGTBI "se empeñe quien se empeñe". Una intención que el partido llevó a la práctica y que se ha mantenido hasta este martes a pesar de que esta mañana la Presidencia de las Cortes ha enviado al Grupo Socialista una solicitud de retirada de la enseña desplegada. Los socialistas han respondido poco después que mantendrán la pancarta al considerar que "no vulnera ninguna norma". La bandera arcoíris, por ahora, sigue ondeando y llamando la atención de los viandantes que atraviesan la fachada que da al aparcamiento de la Cámara y a la calle Monasterio de Nuestra Señora de la Vid de la capital vallisoletana.
El colectivo LGTBI pinta con luz la explanada de las Cortes
La Fundación Triángulo también decidió moverse después de la negativa de Pollán a llevar a cabo la tradicional iluminación de la fachada de las Cortes y convocó el lunes por la noche una concentración en la entrada de la Cámara con el objetivo de que las personas allí congregadas iluminasen con luz el edificio con los colores de la bandera del colectivo LGTBI. Alrededor de 200 personas se unieron a la convocatoria e iluminaron con linternas de colores el edificio y la explanada de acceso a las Cortes en protesta por la decisión de Pollán.
La Fundación Triángulo aseguró que la decisión de no iluminar la fachada por parte del presidente de las Cortes es "la evidencia máxima" de que la entrada de "la extrema derecha en los parlamentos supone una amenaza real para las personas del colectivo LGTBI" y vinculó esta medida con la "LGTBIfobia" que, a juicio de la Fundación, profesa Vox. A la concentración asistieron destacados dirigentes de los partidos de la oposición en Castilla y León como Francisco Igea, de Ciudadanos –que se ha convertido en azote del Ejecutivo de coalición entre PP y Vox–, el propio dirigente socialista Luis Tudanca y una representación del Ayuntamiento de Valladolid, dirigido por el PSOE, encabezada por la concejal María Sánchez, de Valladolid Toma la Palabra.
Mañueco se desmarca de su socio
Este mismo martes, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se desmarcaba de su socio en esta cuestión, en lo que supone un nuevo episodio de tensión en el seno del Ejecutivo después de las fricciones por el recorte a sindicatos y patronal anunciado por Vox y por la defensa de la Agenda 2030 por parte del PP durante el último pleno de las Cortes, en el que los dos partidos votaron de forma diversa y los de Juan García-Gallardo acusaron a la ONU de pretender crear "un nuevo orden mundial" con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Mañueco ha publicado un tuit en su cuenta personal apoyando al colectivo con motivo del Día del Orgullo LGTBI y calificando de "ejemplar" la lucha de este movimiento "por sus derechos". "La lucha del movimiento LGTBI por sus derechos ha sido ejemplar. Los derechos y las libertades de todas las personas son la base de nuestra sociedad y de nuestra convivencia. Esta celebración nos recuerda que no podemos rendirnos cuando las luchas son justas", ha afirmado el presidente de la Junta. La procuradora socialista Nuria Rubio pidió este martes a Mañueco, durante el anuncio de que su partido mantendrá la bandera desplegada, que en lugar de poner un tuit de "manera muy hipócrita" se posicione sobre este asunto y no se convierta en el "principal cómplice" de que las Cortes no se iluminen con una bandera "tan bonita" como la del arcoíris.
Unas tensiones que vienen de lejos
Vox ha tenido desde su fundación una relación tirante con el colectivo LGTBI. El partido aboga por derogar las leyes LGTBI de todas las comunidades autónomas, se muestra contrario a que miembros de este colectivo den charlas en colegios e institutos, al considerarlo "adoctrinamiento", se oponen firmemente a la recién aprobada Ley Trans y consideran que el matrimonio solo puede producirse entre un hombre y una mujer. "Nosotros no consideramos que la relación entre dos hombres o dos mujeres sea un matrimonio. Es una unión civil que necesita ser regulada", aseguraba el líder del partido, Santiago Abascal, en una entrevista en 2019.
Unas desavenencias entre la oposición y el Gobierno autonómico de Castilla y León, el primero del que forma parte Vox en su historia como partido, que han sido la tónica dominante desde que Mañueco fue investido y tomó posesión como presidente de la región. Unas fricciones que no parece que vayan a mitigarse a corto plazo ya que cada pleno de las Cortes y cada iniciativa política del Gobierno o de la oposición lleva a que las espadas vuelvan a desenvainarse. La celebración del Día del Orgullo LGTBI en la región ha sido un nuevo episodio y no tiene visos de ser el último.