El pasado mes de abril 87 niños, procedentes de un orfanato, y 17 profesores ucranianos llegaron como acogidos en el colegio de Armenteros en Salamanca, lo hacían de la mano de la Fundación Madrina. Desde ese mismo día, la Junta anunció que estaría muy atenta a sus necesidades, aunque era la ONG la que se haría “cargo de todo”, según ha recordado hoy la consejera de Familia e Igualdad, Isabel Blanco. Pues bien, ahora, tres meses después, estos niños refugiados van a ser trasladados a Valladolid al haber comprobado la Junta que la atención no es la “adecuada”.
Desde su llegada a Salamanca se comenzaron a hacer visitas periódicas para analizar la situación de los niños, en muchos casos con discapacidades y necesidades especiales, y se fueron comprobando “algunos errores”, una situación que según la consejera se ha debido a que “la idea que traían muchos de ellos es que sería mucho menos de tiempo de estancia”. Así, en las últimas visitas se “comprobó que los menores no estaban bien protegidos, como si lo hubieran estado bajo el sistema de tutela de la Junta de Castilla y León”, ha comentado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que ha confirmado que desde el pasado 11 de julio ha sido la Junta la que tutela a estos niños y niñas. Por este motivo, se ha comunicado esa cuestión a la Fiscalía del Menor. “Desde el primer momento en que llegan, la Junta va dando traslado a la Fiscalía y al Consulado de Ucrania de todas las actuaciones y estos organismos han tenido conocimiento de todo”, confirmó.
Eso sí, Blanco no ha detallado los casos de desprotección, pero ha señalado que no se adaptaba a los protocolos estrictos en Castilla y León, ya que han comprobado casos de “desprotección”.
Por este motivo, la Junta ha decidido que los niños sean trasladados a partir de agosto de Salamanca a Valladolid y que pasen a estar bajo la tutela de la ONG, Accem. Viajan a Valladolid porque “necesitan recursos y una provincia que pueda responder a sus necesidades”. Blanco ha matizado que ninguno de estos niños están en régimen de ser adoptados o de acogimiento. Ahora la intención es comenzar el proceso de escolarización para septiembre.
Procedentes de un orfanato, estos niños, muchos con necesidades especiales, tuvieron que huir por el ataque cruel contra su país y encontraron en Salamanca su nuevo hogar. "La tutora era la directora del orfanato y la Fundación Madrina tenía un acuerdo con el Gobierno ucraniano para hacerse cargo. Cuando llegan, entran dentro del Sistema de Protección. Ahí nuestra obligación es hacer un seguimiento de que estén en las mejores circunstancias. En algunas de las inspecciones, se ve que la atención que están recibiendo no es la adecuada y, por eso, se decide tutearlos”, explicó la consejera.