La ciudad de Salamanca se ha 'teñido' esta mañana de amarillo y azul al paso de cuarenta niños refugiados ucranianos que, lejos de las bombas, conocen la ciudad y saborean las delicias de una ciudad en paz. Con rostros alegres, en algunos aún la mirada se nota algo perdida, fueron recibidos con todos los honores por el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo.
Son 40 de los 87 niños refugiados del colegio de la Inmaculada de Armenteros, procedentes de un orfanato de la ciudad ucraniana de Mariupol, a través de la Fundación Madrina. Al grito de ‘¡Viva Ucrania!’ desde el balcón del Consistorio mostraron la bandera de su país ante la Plaza Mayor charra. Antes, agradecieron al Ayuntamiento su acogida con la entrega de un dibujo y un ramo de flores al alcalde, quien reconoció este regalo como "muy especial porque es el primer ramo de flores que me entregan en mi vida".
Durante su intervención, el alcalde de Salamanca ha dado la bienvenida a los niños y ha deseado que disfruten de esta ciudad que “está muy cerca” de todos ellos y de Ucrania. Al respecto, ha hecho referencia a las acciones que está llevando a cabo el consistorio en apoyo a las personas refugiadas, tanto en el Albergue Juvenil ‘Lazarillo de Tormes’ como en Proyecto Hombre.
Dicha recepción, a la que por parte del consistorio han asistido también las concejalas de Familia y de Voluntariado, Ana Suárez y Almudena Parres, respectivamente, ha tenido lugar a petición de la Fundación Madrina y ha contado con la participación del presidente de dicha entidad, Conrado Jiménez, y de la directora del orfanato ucraniano, Elena Alekseevna.
En la visita al Ayuntamiento los niños han sido obsequiados con unas gorras, cortesía de El Corte Inglés, cuyo director, Jesús Martín, ha estado presente en la recepción. Esta tienda, además, ha enviado el mismo presente al resto de niños que están en Armenteros y que no pudieron realizar la visita por motivos de salud.
Asimismo, Gonzalo Sendín, del Mesón de Gonzalo, quien también ha acudido al acto, ha hecho entrega a los niños y a sus monitores de un menú para que lo disfruten durante su visita a la ciudad.
Por su parte, un grupo de voluntarios del programa VoluntaS Cultural han acompañado a la comitiva de niños hasta el Patio Chico, donde les estaba esperando la compañía teatral ‘El Niño del Lápiz’, para ofrecerles la representación de la obra ‘Par de D2’.
Finalmente, tras disfrutar del espectáculo, los niños han tenido ocasión de visitar la zona monumental de la ciudad de la mano de los voluntarios, quienes les han diseñado un recorrido por los principales rincones de Salamanca.
De la mano de la Fundación Madrina
El presidente de la Fundación Madrina, Conrado Giménez, agradeció a las instituciones y a las personas que trabajan en el centro la labor que realizan para poder atender a todos estos menores, algunos de ellos con necesidades especiales. “Si algo he aprendido es que para salvar vidas hay que entregar la tuya propia, y nosotros estábamos dispuestos a perderla para ayudar a estos niños”, señalo Giménez.
Conrado Giménez también solicitó ayuda a empresas e instituciones para poder seguir ayudando a los menores y acondicionando el colegio de La Inmaculada, sobre todo en el tema de alimentación, que consideró “muy complicado”. Además, afirmó que se están llevando a cabo talleres en diferentes materias “para que estos niños se lleven también un tesoro de formación.
“Gracias por regalarnos un cielo sin bombas”. El presidente de la Fundación Madrina recordó las palabras de Elena, una de las profesoras que acompañan a los niños, quien también intervino, agradeciendo la “oportunidad que nos han brindado para que los niños llamen a España su casa”.
Entre palabras de emoción, traducidas simultáneamente del español al ucraniano y viceversa, el salón de recepciones del Ayuntamiento de Salamanca sirvió de lugar de celebración del cumpleaños de Oksana, una de las jóvenes ucranianas que cumplía hoy 15 años. Coreando el 'Cumpleaños feliz' por parte compañeros y autoridades.
Apoyo a Ucrania
Cabe señalar que, desde finales del mes de marzo, se encuentran en Salamanca 73 ucranianos en el Albergue Juvenil Lazarillo de Tormes (24 niños y 49 adultos), además de otros 14 en Proyecto Hombre (11 mujeres y 3 niños).
Desde su llegada a Salamanca reciben asistencia psicológica, además de servicio de comedor y lavandería. Hasta su escolarización, los niños han disfrutado de un servicio de ludoteca, que ahora es utilizado por los adultos para recibir clases de español, a través del convenio suscrito con la Universidad Pontificia de Salamanca.
En colaboración con ACCEM, se ha gestionado su estatus de protección internacional temporal, además de conseguir su inclusión en el sistema sanitario y su empadronamiento.
Los técnicos del área de Familia han llevado a cabo entrevistas de profundidad con los adultos para conocer sus expectativas de futuro, para conocer si quieren permanecer en Salamanca, así como para analizar su posible inserción laboral en función de sus circunstancias personales y profesionales.
Además, desde el Centro de Formación y Orientación Laboral (CEFOL) se está trabajando para intermediar con empresas que han solicitado la incorporación laboral de algunas de estar personas.
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