No era ningún secreto a voces. Vox ha negado desde su nacimiento que exista brecha de género, violencia de género, discriminación de género y todo lo que comparta este apellido. Lo llevaba en su campaña electoral, también en la de Castilla y León, y prometió a sus votantes ejecutar su programa si entraba a gobernar. Y así lo está llevando a cabo, ante la incomodidad de su socio de gobierno, el Partido Popular, que trata de desmarcarse en cuestiones tan sensibles como el diálogo social, del que hacía gala desde tiempos de Juan Vicente Herrera, o de la promoción de la mujer y la lucha contra la violencia machista, con ayudas a la conciliación, incentivos y prioridad en las subvenciones.
A pesar de que todo ello, el Gobierno de Castilla y León es solo uno, por muchos coaligados que lo compongan. Y mientras el PP de Mañueco se desvive por reafirmar su compromiso con las mujeres y a la vez da entrada en su diccionario político al término violencia intrafamiliar defendido por los de Abascal, desde las consejerías de Vox comienzan a finiquitar todo rastro de ventaja competitiva de la mujer, por el mero hecho de ser mujer, en el acceso a las ayudas de la Junta. La primera subvención suprimida fue la de 1.500 euros de la Consejería de Empleo, con Mariano Veganzones a la cabeza, por la contratación de mujeres víctimas de violencia de género, si bien en su lugar se anunció su sustitución por el mismo importe para la contratación de cualquier mujer, fuera o no víctima de violencia. Ahora la Consejería de Agricultura y Ganadería de Gerardo Dueñas elimina el punto de de ventaja que hasta la fecha tenían las mujeres ganaderas para garantizar el abastecimiento de agua en explotaciones ganaderas extensivas si las solicitudes superaban el presupuesto fijado.
La oposición se ha echado las manos a la cabeza y hace responsable a Alfonso Fernández-Mañueco, que a fin de cuentas es quien preside la Junta de Castilla y León.
"Trabajamos para ayudar a toda la gente del campo, que son esenciales para Castilla y León y España. Se les esta cuidando más que nunca en lo económico y en lo social, pero sin cuotas de género absurdas y discriminatorias", aseguraba este jueves García-Gallardo en una publicación en su cuenta de la red social Twitter.
Hoy, el vicepresidente va más lejos y avisa de próximos movimientos: "Hemos venido a la política a dar la batalla cultural; a desmontar la involución de género promovida por el consenso progre. Vamos a defender una sociedad de mujeres libres e iguales a los hombres. Y vamos a combatir la brecha maternal frente a la inexistente brecha de género". No es la primera vez que el vicepresidente manifiesta su preocupación por la baja natalidad y el invierno demográfico que vive la Comunidad, e incluso en unas recientes declaraciones ha llegado a vincular la despoblación a la "hipersexualización" de la sociedad.
Así pues, tras la firmeza de esta declaración de intenciones cabe esperar que la nueva política de subvenciones replique el mismo patrón en las tres consejerías de Vox: Empleo e Industria (Mariano Veganzones); Agricultura y Ganadería (Gerardo Dueñas) y Cultura y Turismo (Gonzalo Santonja).
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