El 53,29 por ciento de las casi 230.000 hectáreas arrasadas este año en España por los incendios pertenece al noroeste peninsular; un 32,41 por ciento a las comunidades interiores; un 13,10 por ciento al área mediterránea; y un 1,2 por ciento a Canarias. La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en el noroeste (49,8 por ciento), por delante de las comunidades interiores (36,8 por ciento), el área mediterránea (10,79 por ciento) y Canarias (2,62 por ciento), según los datos recogidos por la agencia Ical.
El noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 45,38 por ciento de los 7.613 incendios y conatos forestales en lo que va de año, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 37,22 por ciento; el área mediterránea, con un 17,05 por ciento; y Canarias, con un 0,35 por ciento.
Este año está siendo el peor de la última década en siniestros forestales en España, puesto que en lo que va de 2022 se han calcinado casi 230.000 hectáreas -lo que supone casi cuadruplicar la media del último decenio- y se han declarado 50 grandes incendios, según los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Esos datos, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que desde el 1 de enero hasta el 14 de agosto este año han quedado arrasadas por el fuego un total de 229.256,97 hectáreas, cuando la media del decenio es de 57.746,00, lo que supone 3,9 veces más respecto al promedio de la última década.
El de 2012 es el segundo en el ranking de superficie calcinada (166.185,66 hectáreas) y el de 2017 ocupa el tercer puesto (80.059,56). En cambio, 2018 se mantiene como año de la década con menos superficie arrasada por las llamas (17.929,67).
Además, en lo que va de año se han producido 50 grandes incendios forestales (es decir, cuando queman más de 500 hectáreas), cuando el promedio de la década es de 12. Hubo 30 en 2012, 17 en 2017 y 14 en 2021.
Entre enero y la primera quincena de agosto se registraron 7.613 siniestros forestales, de los que 2.409 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 5.204 conatos (con menos de una hectárea quemada).
De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,824 por ciento del territorio nacional, un total de 17.910,75 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 106.609,60 hectáreas de matorral y monte abierto, y 104.736,61 de superficie arbolada.