Desde hace tiempo cada palabra del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, se mide al milímetro. Y ayer, en la sesión de tarde del pleno de las Cortes volvió a ocurrir. El dirigente de Vox ha negado hoy por la mañana haber llamado “desalmadas” a las víctimas de violencia de género y, por lo tanto, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, no le ha pedido explicaciones "como es lógico”, ha afirmado.

Tras las críticas de varios grupos del hemiciclo, ha invitado a los medios de comunicación a revisar el vídeo de la sesión de este pasado martes donde la procuradora socialista Patricia Gómez le tachó de "miserable". En su intervención. Gallardo dijo: “España es el único país que tiene una legislación que crea juzgados sólo para hombres y el único donde se ha lesionado la presunción de inocencia haciendo que los hombres sean presuntamente culpables. España es el único país en el que hay una ley que recoge incentivos perversos para que desalmadas utilicen una ley para instrumentalizarla en procesos de divorcio para obtener ventaja en la obtención de la custodia de sus hijos”.

"No me ha pedido ninguna explicación como es lógico", afirmó Juan García-Gallardo en los pasillos del parlamento autonómico al finalizar el pleno este miércoles. No ha querido hacer declaraciones, pero sí ha dejado claro este aspecto.

Mañueco: “Hay un proyecto común y de diálogo”

Por su parte, el presidente Alfonso Fernández Mañueco no ha querido hacer valoración sobre las palabras de su ‘número’ dos. Solo ha destacado el "diálogo" y "entendimiento" del "proyecto común" y “global” de su gobierno de coalición con Vox. Aunque es cierto que previamente, en un acto por la mañana, mostró su posición "tajante" contra la violencia de género.

“Aquí hay un proyecto común, aquí hay un problema global, y eso lo digo con claridad. Yo soy el presidente del Gobierno de Castilla y León y ahí siempre estamos en el diálogo y en el entendimiento”, ha afirmado  en los pasillos de las Cortes con los periodistas a la carrera al más puro estilo de prensa del corazón.