La medida anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de llevar a cabo la reforma del delito de sedición no ha gustado nada al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Una medida que beneficiará a los cargos de ERC, aliados del Gobierno, condenados por el proceso separatista y que impulsará el PSOE, en el Congreso de los Diputados, junto a Unidas Podemos.

De esta manera, será renombrado en el Código Penal como un delito de desórdenes públicos agravados reduciendo de 15 a cinco años la pena máxima actual. Sánchez ha defendido que es un compromiso al que ya llegó en su discurso de investidura, con el objetivo de que sea "homologable a otras democracias europeas". Algo que no ha gustado nada a Mañueco que ha criticado su puesta en marcha a primera hora de hoy.

En su opinión, el presidente del Gobierno vuelve a anteponer “sus ambiciones personales al interés general y la unidad de España. Ha confirmado, lo que una mayoría de españoles temíamos, reformará el delito de sedición para favorecer a sus socios independentistas a cambio de su apoyo”, ha escrito en la mañana de hoy el presidente autonómico en su cuenta de Twitter. Posteriormente, en declaraciones a los medios en la sede de la Junta, ha afirmado que el Código Penal es “una de las normas jurídicas más importantes de nuestro país que requiere una reflexión, un debate sereno" y ha insistido en que “Sánchez está pensando única y exclusivamente en sus intereses personales y eso le desacredita como presidente del Gobierno”.

Un cambio en la ley que tampoco ha gustado al único procurador de Ciudadanos en las Cortes, Francisco Igea, que ha calificado la acción de “lo que está haciendo Sánchez no es despenalizar la sedición. Lo que está haciendo es condenar al PSOE”.

Asimismo, Mañueco ha compartido una publicación del líder nacional Alberto Núñez Feijóo donde mostraba su rechazo con la medida: “Siento tener razón en que Sánchez pone siempre su interés político por encima del de España”. Para el político gallego, es una “irresponsabilidad histórica” corregir el trabajo del Supremo de la mano “de los condenados” y además, añade, que es una gran ingenuidad porque el independentismo “nunca, jamás, se conforma”.