El Papa emérito, Benedicto XVI, ha fallecido hoy 31 de diciembre en el monasterio de la Ciudad del Vaticano a los 95 años de edad, donde residía desde su renuncia al Papado en febrero de 2013. Uno de los primeros en mandar un mensaje de condolencia ha sido el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
“Los cristianos de todo el mundo estamos de luto. Nos ha dejado un Papa bueno, intelectual y discreto, querido por todos y que tomó decisiones importantes para la Iglesia Católica. #DEP Benedicto XVI”.
Al igual que el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, que ha recordado que estudiaba interno en Alemania cuando le nombraron Papa y "lo celebramos como un Mundial de fútbol". "Fue consejero del cardenal Frings (resistencia católica al nazismo). Iluminó el camino de la Iglesia en la búsqueda de la verdad. Por eso y mucho más, gracias Benedicto XVI", ha comentado en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha dado hoy gracias a Dios por el “singular ministerio” del papa Benedicto XVI “a través de la palabra y del silencio”. “Así nos ha manifestado la centralidad del amor de Dios: Dios es amor, en fe, esperanza y caridad podemos vivir”.
Luis Argüello destacó hoy que “nos unimos a toda la Iglesia Católica orando al Señor” por el “eterno descanso” del papa Benedicto XVI, “solicitando a María, Madre de la Iglesia, que le lleve de la mano y le siente en el banquete de las bodas eternas”.
Joseph Ratzinger era el menor de tres hermanos. Fue nombrado arzobispo de Munich y Freising por Pablo VI en 1977 y poco después fue creado cardenal. Resultó elegido el 19 de abril de 2005 tras el fallecimiento de Juan Pablo II, por los cardenales que votaron en el cónclave.
Su renuncia
La mañana del 11 de febrero de 2013, el papa Benedicto XVI sorprendió a un grupo de cardenales en el Vaticano con la noticia que sólo una periodista pudo difundir gracias a sus conocimientos de latín. Joseph Ratzinger había presentado su renuncia porque no se creía capaz de continuar al frente de la Iglesia. Dijo que se sentía cansado para seguir dirigiendo la barca que Cristo dejó encomendada a Pedro, el pescador galileo.
El arzobispo Ratzinger escogió como lema episcopal ‘Colaborador de la verdad’ porque entendía que había una relación entre su experiencia como profesor y su nueva misión. Ese mismo año, el 27 de junio, el papa lo creó cardenal.