Casi 30.000 contribuyentes de Castilla y León se han ahorrado 218 millones desde que se eliminó el Impuesto de Donaciones. La eliminación de este tributo ha posibilitado realizar donaciones por 1.444 millones, lo cual ha facilitado dinamizar la actividad económica y mejorar el bienestar de los ciudadanos.
A lo largo de este periodo, esta medida ha beneficiado a un total de 29.780 castellanos y leoneses, lo cual ha supuesto un ahorro fiscal para los contribuyentes de Castilla y León de 218 millones y ha permitido que se realicen donaciones por un valor de 1.444,5 millones.
La supresión del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones ha supuesto, además, un beneficio medio en donaciones de 7.317 euros para los contribuyentes de la región. En Ávila se han beneficiado 2.102 contribuyentes con un ahorro de 8,7 millones; 4.506 en Burgos, por un valor de 33 millones; 5.429 en León, con un ahorro total de 43,6 millones de euros; 2.021 contribuyentes en Palencia, que se han llegado a ahorrar 14,2 millones; 3,752 en Salamanca, por un total de 37,8 millones; 2.280 en Segovia, por un total de 15,3 millones; ha habido 1.368 beneficiarios en Soria, por un total de 7,5 millones; 5.877 en Valladolid, con un ahorro total de 46,5 millones de euros; y 2.445 contribuyentes de Zamora, que se han ahorrado 11 millones.
La Junta ha asegurado que la eliminación de este impuesto "ha contribuido al crecimiento económico, a la mejora del bienestar de los ciudadanos de la Comunidad y al incremento de las bases imponibles en otros impuestos". Asimismo, esta supresión ayuda "al relevo intergeneracional de empresas y negocios, además de al emprendimiento, ya que el pago del impuesto no supone un obstáculo para ello".
Por otro lado, con esta medida se estimula la demanda interna ya que se genera una mayor disponibilidad de rentas a los contribuyentes de la Comunidad; se incentiva la actividad económica y la inversión, incrementando el consumo por el aumento de la renta disponible para la economía familiar; y se favorece el crecimiento económico y la creación de empleo. Con la eliminación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, la Junta ha continuado avanzando en el desarrollo de una política fiscal que sea "moderada y justa" y que cuente con bajadas de impuestos, de cara a "favorecer el crecimiento económico y el empleo y, a su vez, apoyar a las familias, autónomos, pymes y al medio rural con una fiscalidad favorable".