Hace cuatro años, en las elecciones municipales de mayo de 2019, un partido fue protagonista sobre todos los demás: Ciudadanos. El auge de la formación liberal a nivel local, que replicaba el éxito logrado por Albert Rivera solo un mes antes en las generales –en las que logró 57 escaños y se quedó a solo nueve del sorpasso al PP–, permitió al partido ser una fuerza clave y determinar el color político de varios ayuntamientos en toda España. Esta tónica general tuvo su reflejo también en Castilla y León donde, además de condicionar la formación de gobierno en varios consistorios, Ciudadanos entró en el Gobierno autonómico con su candidato, Francisco Igea, como vicepresidente de la Junta.
Cuatro años después todo ha cambiado. El partido lleva arrastrando un imparable declive electoral desde las elecciones generales de noviembre de 2019 –en las que el electorado castigó la negativa de Albert Rivera a facilitar la gobernabilidad tras los comicios de abril– y que se vio incrementado en las elecciones autonómicas de Galicia y País Vasco en 2020, donde no obtuvieron representación, en las catalanas de febrero de 2021, donde pasaron de ser primera fuerza con 36 diputados a solo seis. En las de la Comunidad de Madrid, de mayo de 2021, y en las de Andalucía, de junio de 2022 –comunidades en las que formaban parte del Gobierno– perdieron toda su representación.
En las elecciones autonómicas anticipadas de Castilla y León, en febrero de 2022, el hundimiento fue igual de doloroso pero con el premio de consolación de que Francisco Igea pudo mantener su acta de procurador. Con todo, las perspectivas de Ciudadanos en la Comunidad para los comicios municipales del próximo 28 de mayo no son nada halagüeñas y, a tenor de los sondeos, es previsible que pierdan toda su representación en los consistorios. En total, 745 concejales en toda la Comunidad y 137.719 votos -casi un 10% del total en 2019- determinantes con los que tratarán de hacerse tanto el Partido Popular, como Vox y también el PSOE.
El PP, en busca de la reunificación del centroderecha
El Partido Popular lleva buscando absorber a Ciudadanos desde que inició su declive electoral y Castilla y León no es una excepción. La división del voto del espacio del centroderecha fue uno de los motivos que llevaron a los populares a perder varias alcaldías en las elecciones municipales de 2019 y el principal objetivo de la formación es reunificar ese espacio en torno a sus siglas, teniendo en cuenta, además, la permanente amenaza de Vox a su derecha.
A tenor del trasvase de voto en las pasadas elecciones autonómicas, el PP es el partido mejor posicionado para captar un mayor número de votantes de Ciudadanos. Según algunas estimaciones, el 21% de los electores que optaron por Igea en las autonómicas de 2019 cogieron la papeleta de Alfonso Fernández Mañueco en los comicios autonómicos de febrero de 2022. Si se extrapola ese trasvase a los 137.719 votos que tuvo ciudadanos en las pasadas municipales, más de 27.000 podrían irse al PP, algo que sería determinante para los intereses de los populares.
En Valladolid, la principal aspiración del PP es 'comerse' a la formación liberal y sumar sus actuales tres concejales. De este modo los populares lograrían 11 concejales que les harían más sencillo tener posibilidades de llegar a la Alcaldía, teniendo en cuenta el más que probable ascenso de Vox desde su concejal actual. En Salamanca, el objetivo del PP es recuperar la mayoría absoluta en uno de sus grandes feudos, en el que actualmente depende de la formación liberal, que cuenta con cuatro concejales.
En el caso de Palencia, Ciudadanos ostenta la Alcaldía en virtud de un pacto con PP y Vox, a pesar de contar con tan solo tres concejales, y el objetivo de los populares es sumarles a sus actuales 11 para recuperar la mayoría absoluta. En León, la división del centroderecha provocó que el popular Antonio Silván perdiese la Alcaldía en 2019 y el objetivo de la nueva candidata, Margarita Torres, es recuperar a los cuatro concejales de la formación liberal. Lo mismo sucede en Zamora, aunque en la capital zamorana ha entrado en liza el nuevo partido Zamora Sí, escisión de Ciudadanos dirigida por el presidente de la Diputación, Francisco Requejo, y que puede suponer una piedra en el camino para los objetivos reunificadores del PP.
En Soria, son dos los concejales de Ciudadanos en liza, y en Segovia, un total de tres, aunque es previsible que la absorción de sus votos por parte del PP no suponga cambio alguno en dos feudos que llevan más de una década bajo mando socialista. En Ávila, por su parte, la disputa por recoger el voto que dio dos concejales a Ciudadanos en 2019 estará entre Por Ávila y los populares, que se disputarán la primera fuerza y, por tanto, la Alcaldía. En Burgos, los votos de Ciudadanos son especialmente jugosos ya que, en esa ciudad, la formación logró cinco concejales en 2019 y casi un 17% de los votos. El Gobierno de coalición que mantiene la formación liberal desde 2020 con el socialista Daniel de la Rosa podría inclinar más esos votos 'naranjas' burgaleses a las filas socialistas.
PSOE y Vox: del centro al españolismo
Los otros dos partidos que aspiran a obtener los votos que logró Ciudadanos en las municipales de 2019, PSOE y Vox, están obligados a utilizar dos estrategias diferentes para atraer a ese electorado. En el caso del PSOE, campañas pragmáticas, escoradas hacia el centro y de cariz liberal-progresista, alejadas lo más posible del ejemplo del Gobierno de coalición con Unidas Podemos a nivel nacional, podría atraer un mayor número de electores liberales. De hecho, en las elecciones autonómicas de febrero de 2022 un nada desdeñable 9% de los exvotantes de Ciudadanos se pasó al PSOE.
Los dos ejemplos más claros son Burgos, donde una coalición eficaz de cara a la galería entre PSOE y Ciudadanos podría atraer a un buen número de exvotantes liberales hacia su compañero de coalición, y Valladolid. En el caso de la ciudad del Pisuerga, el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Martín Fernández Antolín, ha abandonado la formación este mismo mes de febrero, asegurando que el alcalde, el socialista Óscar Puente, es el único candidato "con un proyecto de ciudad".
Más distantes se encuentran los posicionamientos de Ciudadanos y el PSOE en Palencia o Salamanca, donde forman parte del Gobierno en virtud de acuerdos con el PP, o en localidades como Zamora, Segovia o Soria, donde se han caracterizado por una combativa oposición contra la gestión de los alcaldes de izquierda. Con todo, la figura más destacada de la formación a nivel autonómico, Francisco Igea, se ha convertido en un incansable opositor al Gobierno de PP y Vox en la región desde que Mañueco adelantó los comicios y este hecho también podría acercar a un buen número de votantes liberales a los socialistas
En el caso de Vox, logró absorber casi un 8% de los votos de Ciudadanos en 2019 en las pasadas autonómicas de Castilla y León en una tendencia que ya se venía observando tanto en anteriores comicios autonómicos como en las últimas generales de noviembre de 2019. A pesar de la supuesta distancia ideológica entre un partido autodefinido como liberal-progresista y otro nacionalpopulista y conservador hay un aspecto que siempre les ha unido: el españolismo.
Ciudadanos surgió, desde su fundación en 2006, como adalid de la lucha contra el nacionalismo y con un mensaje recentralizador y crítico con el actual Estado de las autonomías. Su auge a nivel nacional y su victoria en las elecciones catalanas de diciembre de 2017, justo después del referéndum ilegal del 1 de octubre, respondió, en gran parte, a ese sentimiento. La irrupción de Vox, en diciembre de 2018, tuvo también ese origen pero yendo un paso más allá en la semilla centralista que ya había plantado Ciudadanos: abogar directamente por la eliminación de las autonomías.
Vox tiene la capacidad de captar a ese exvotante de Ciudadanos que concede más importancia a lo nacional, a la lucha contra el Gobierno de Pedro Sánchez, y que tiene, por tanto, una tendencia más conservadora. El objetivo principal de Vox es replicar o aumentar la absorción de voto hacia los liberales de las elecciones autonómicas, lograr todos sus concejales en los ayuntamientos de la región –frenando el crecimiento del PP y sus aspiraciones de mayoría absoluta– y lograr así ser determinantes para conformar Gobiernos municipales que emulen al Ejecutivo de coalición regional. La noche electoral del 28 de mayo se conocerá finalmente quien ha ganado la partida por los jugosos votos de Ciudadanos.
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