La ley del 'solo sí es sí' y sus consecuencias en Castilla y León: casi 40 condenados beneficiados

La polémica ley del 'solo sí es sí', promovida e impulsada por Irene Montero y su Ministerio, ha provocado que hasta 36 condenados por violación y agresión sexual se hayan beneficiado de la rebaja de condenas o, como es el caso de una decena de casos, de la excarcelación. Todo ello al entender las audiencias provinciales que correspondía la rebaja de las penas al ser estas más favorables para el reo. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha notificado este lunes, 27 de febrero, los datos de las nueve provincias y las consecuencias de la reforma del Código Penal en Castilla y León.

Por provincias, en el caso de Ávila se han revisado hasta dos expedientes, de los que uno es todavía está pendiente de resolver y el otro acuerda que no procedía revisar la pena. En León, han sido un total de 18 los que se han vuelto a considerar, de los que en 11 no se ha revisado y siete han acordado rebajar la pena, aunque ninguno ha conllevado la excarcelación del reo.

En Salamanca se han deliberado 12 ejecutorias, mientras que otras cinco están pendientes. De esas dos docenas, en siete se ha acordado no revisar la pena y en cinco, sí, sin que los condenados hayan accedido a la libertad en ninguno de los casos. 

En Burgos se han revisado hasta 21 expedientes, de los que en nueve resoluciones dictadas se ha acordado que no procedía la revisión de la pena. De los 12 restantes, siete han rebajo la pena y en cinco han supuesto la libertad del violador o agresor sexual. Sin embargo, uno de ellos todavía cumple condena por otra causa.

La Audiencia Provincial de Palencia únicamente comenzó el trámite de revisión en las sentencias dictadas por delitos contra la libertad sexual en las que el condenado está cumpliendo de forma efectiva la condena que le fue impuesta. En total se han revisado ocho condenas y únicamente en dos se ha rebajado la pena. En el resto no lo han hecho al entender que la nueva regulación penal es igual o, incluso, más desfavorable para el encarcelado.

De estos dos casos donde se ha rebajado la pena, uno de ellos corresponde a una sentencia del 2020 por un abuso sexual a una menor de 16 años, donde la condena ha pasado de ocho años a seis y el penado continúa cumpliendo en el centro penitenciario correspondiente.

El segundo de los casos corresponde a 2008 por un delito de agresión sexual. En este caso la pena impuesta ha pasado de diez años y seis meses de cárcel a diez años. En este caso, y teniendo en cuenta lo avanzado del cumplimento, esta rebaja ha desembocado en la excarcelación por cumplimento del condenado.