Hay pueblos en los que, por mucho que pasen los años, siguen manteniendo el encanto de sus orígenes. Es el caso de estas nueve localidades que se ubican por toda Castilla y León, en las que convive el pasado con las pequeñas pinceladas de modernidad que han ido adquiriendo con el tiempo. 

Plazas empedradas, iglesias muy antiguas, murallas e imponentes castillos son algunos de las joyas que siguen manteniendo estos pueblos. Y es que la Comunidad tiene algunos tesoros que merece la pena descubrir. National Geographic ha realizado un ranking de los 40 pueblos medievales más bonitos de España y, entre ellos, se han colado nueve de la Comunidad que son los siguientes:

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    Puebla de Sanabria (Zamora)

    Puebla de Sanabria es un lugar que irradia belleza. Está muy próximo al Parque Natural del Lago de Sanabria, repleto de bosques de robles y castaños que rodean las aguas. Y es que cabe destacar que está considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

    Entrar a plaza del Ayuntamiento es abrirse a una plaza rodeada de casas blasonadas de madera y pizarra. En su centro sobresale la Torre del Homenaje. El monumento alberga actualmente la Casa de la Cultura, una biblioteca y un pequeño museo. También se puede visitar la anexa ermita barroca de San Cayetano y la iglesia de Nuestra Señora del Azogue, que es de origen románico. 
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    Frías (Burgos)

    Frías destaca por ser la ciudad más pequeña de España, un hecho que le convierte en uno de los sitios más curiosos. Está ubicada sobre el cerro de La Muela y próxima al ancho y caudaloso río Ebro. Alcanzó la categoría de ciudad con Juan II de Castilla, en 1432. 

    Destaca el impresionante Castillo de los Duques de Frías y las casas colgadas. Bajo la colina se ubica el puente medieval de Frías que es una de las joyas arquitectónicas de la provincia de Burgos. Además, no puedes dejar escapar la oportunidad de parar en la iglesia de San Vicente de Mártir que tiene origen románico. 
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    Calatañazor (Soria)

    Este pueblo soriano está encaramado a un cerro desde el que se contempla el curso del río Abión. Un lugar que preserva en gran estado su fisionomía de arquitectura tradicional y un trazado muy similar a cómo era en la Edad Media. 

    Sus calles pedregosas contienen unas casas muy curiosas con muros de piedra, y balcones, vigas, ventanales y salientes en madera. Calatañazor alcanzó una gran importancia en la época de la Reconquista, ya que era una zona de paso entre territorios musulmán y cristiano. Tiene una calle principal que enlaza la Plaza Mayor con la base del Castillo. 
    istock
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    Cuéllar (Segovia)

    La Villa de Cuéllar es el mayor municipio de la provincia de Segovia. Se ubica al noroeste y se asienta sobre una llanura atravesada por el río Cega. Se tiene constancia de su existencia en la Edad de Bronce y del Hierro. Durante toda la Edad Media se convirtió en uno de los núcleos más importantes de la Meseta del Duero, siendo sede de reyes e importantes acontecimientos históricos. 

    Incluye un precioso Patio de Armas renacentista. En la iglesia de San Martín se encuentra el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar. En la Plaza Mayor se alza el Ayuntamiento y la iglesia de San Miguel con retablos barrocos en su interior.
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    Almazán (Soria)

    Se trata de una villa histórica ubicada en el centro de Castilla, en un paraje de colinas repleta de restos históricos que recuerdan el importante papel que jugó la villa en la época medieval. Su ubicación en lo alto de un atalaya y al borde del río Duero le convierte en un gran espacio con un valor paisajístico excelente y privilegiado.

    La puerta de entrada tiene unos arcos de muralla que terminan desembocando en la Plaza Mayor. En ese mismo lugar se abre una puerta que conduce hasta una pasarela donde se descubren las torres y baluartes de la localidad soriana.
    Ical
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    La Alberca (Salamanca)

    Situado en plena Sierra de Francia, es uno de los pueblos más bonitos de la provincia. Fue el primero de España en ser declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. Un sitio que supone la parada de la Ruta del Camino de Santiago y la Ruta de la Plata.

    Calles estrechas y laberínticas son las que dirigen hasta el corazón del pueblo, su Plaza Mayor, que cuenta con espléndidos balcones y soportales. Un lugar que está repleto de tradiciones y costumbres y en el que hay que dejarse llevar por el encanto de sus rincones. No puedes dejar escapar la ocasión de visitar las ermitas de San Antón, San Blas y el Humilladero.
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    Peñafiel (Valladolid)

    Es una villa histórica repoblada en el año 912 y reconquistada en 1013. El Castillo de Peñafiel comenzó a levantarse en el siglo X. Una fortaleza medieval que fue declarada Monumento Nacional en 1917 y en la actualidad se ha convertido en un emblema del enoturismo de la Ribera del Duero, al encontrarse situado en el patio sur del Museo Provincial del Vino. 

    Cabe destacar que la Plaza del Coso de Peñafiel fue declarada Bien de Interés Cultural en 1999. Un espacio que fue creado en la Edad Media para albergar festejos taurinos y que continúa teniendo dicha función en la actualidad. Un recinto formado por 48 edificios de dos y tres plantas hechos de adobe, piedra y madera.
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    Pedraza (Segovia)

    Esta localidad se encuentra a tan solo 40 kilómetros de Segovia y 130 de Madrid. Su ubicación es inmejorable dado que está a más de 1.000 metros de altura entre las Sierras de Somosierra y Guadarrama. 

    Calles empedradas, casas señoriales, bancones llenos de coloridas flores, rincones y plazas con encanto es lo que conforma a esta preciosa localidad. Desde mediados del siglo XIV y hasta XVII fue un importante centro de elaboración de paños de lana de oveja merina.  
    Eduardo Margareto- Ical
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    Urueña (Valladolid)

    Es una de las localidades medievales mejor conservadas de la provincia. Fue declarada Conjunto Histórico- Artístico en 1975 y conserva gran parte de su perímetro amurallado, con dos de sus puertas, lienzos de su Castillo, casonas de piedra y la inigualable iglesia de Santa María del Azogue. El castillo conserva la Torre del Homenaje y gran parte de su perímetro defensivo.

    La Casona del Mayorazgo alberga el Museo Etnográfico pero una de las singularidades de Urueña son los museos que reúnen: Museo del Cuento, Museo de la Música, Museo del Gramófono o Museo de Campanas, entre otros. Sin duda, uno de los aspectos que más destaca es el mirador privilegiado que hay donde todo el mundo se queda embelesado al ver los paisajes de la Tierra de Campos.