Ibán García del Blanco (León, 1977) lleva toda una vida dedicado a la defensa de las ideas socialdemócratas, de los valores sociales y del proyecto europeo, del que es firme y convencido defensor. En 2003, con solo 26 años, se convirtió en concejal del Ayuntamiento de su ciudad por el PSOE, donde permaneció durante dos legislaturas hasta que, en 2012 pasó a ser senador socialista por designación de las Cortes autonómicas, un puesto en el que permanecería hasta septiembre de 2014.
En el partido, ha ocupado puestos de primer nivel como el de secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG y secretario de Cultura, entre 2015 y 2016, y el de secretario ejecutivo de Cultura y Deportes, entre 2017 y 2021. Desde las elecciones europeas de mayo de 2019 es eurodiputado por el PSOE y ejerce como vicepresidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos. Una labor que, como convencido europeísta y defensor del proyecto de integración, ha desempeñado durante unos años complejos y repletos de adversidades para Europa y para el mundo.
Pregunta.- Inició su andadura en el Parlamento Europeo en 2019 y ha tenido que vivir durante esta legislatura momentos muy complicados, ¿cómo resumiría estos cuatro años?
Respuesta.- Han sido cuatro años que han cundido por ocho y da la sensación de que ha habido una vida anterior a la pandemia y otra posterior. El efecto es tan tremendo que se ha ido borrando incluso el recuerdo del tiempo intermedio en el que cada vez íbamos teniendo menos medidas de prevención. Yo me quedo con que nada ha parado y con que esa crisis y la de la Guerra de Ucrania han reforzado a la Unión Europea y nos han convencido de la necesidad de una mayor integración.
P.- ¿Cree que el hecho de afrontar estas situaciones límite ha fortalecido o debilitado al proyecto europeo?
R.- En el propio manifiesto fundacional se decía que Europa crecería a medida que se fueran afrontando crisis y necesidades. Nació en un contexto de crisis total, tras la Segunda Guerra Mundial, y es cierto que cada vez que ha enfrentando momentos que podían poner en peligro incluso su propia estructura ha salido más reforzada.
"Las crisis han reforzado a la Unión Europea"
La pandemia es un ejemplo en el que, además, se ejercieron competencias que no estaban contenidas ni siquiera en los tratados pero que por propia necesidad se hizo un esfuerzo de voluntad y la Guerra de Ucrania ha producido también otro estirón en ese sentido. El futuro solo nos va a traer más Europa y no menos.
P.- ¿Considera que la situación generada tras la guerra demuestra que es más necesaria una integración de las políticas de defensa y seguridad en la UE?
R.- Estoy absolutamente convencido. Si Europa quiere tener un papel propio y autónomo en el mundo necesita tener una política de seguridad propia y compartida por parte de los 27, y eso no es incompatible con pertenecer a otras organizaciones internacionales. Necesitamos tener autonomía en el ejercicio de la seguridad y en nuestro papel en todos los conflictos que se generan a nivel mundial.
Tenemos que fijar la necesidad de identificar cuestiones compartidas en política exterior y esta decisión colectiva de afrontar esta crisis de Ucrania de manera coordinada va a marcar un antes y un después.
P.- ¿Qué le diría a aquellos ciudadanos que aún ven con distancia las instituciones europeas y el Parlamento?
R.- Creo que la asunción de políticas europeas en los últimos meses ha puesto el debate europeo en los titulares de las cabeceras de los grandes medios de comunicación y cada vez más la gente es consciente del papel de Europa en la lucha contra la pandemia, en esta crisis de Ucrania o con los Fondos Next Generation. Cada vez hay menos distancia pero hay mucho que trabajar, es muy importante que los 27 trabajemos juntos.
"Hemos pasado de los hombres de negro a mujeres y hombres que van vestido con colores mucho más cálidos"
Además, hemos cambiado el paradigma. Antes existía una tentación de imputar cada mala noticia y cada problema a una especie de diktat dictado por una especie de burócratas sin sentimientos desde Bruselas. Creo que el cambio de paradigma y la asunción de una línea socialdemócrata en las políticas europeas, con políticas de estímulo económico y asistiendo a los países, está provocando una visión diferente de lo que es la Unión Europea. Hemos pasado de los hombres de negro a mujeres y hombres que van vestido con colores mucho más cálidos.
P.– Quedan escasos dos meses para que España asuma la presidencia de turno de la UE, de la que, precisamente, el primer Consejo se celebrará en Valladolid en julio, ¿cómo se están dando los preparativos de este importante hecho?
R.- Sé que se contará con el concurso de los eurodiputados en las materias que se correspondan a las comisiones en las que estamos y yo estoy muy ilusionado. Somos uno de los grandes países de la Unión Europea, con un gran sesgo europeísta, y creo que hay una vertiente importantísima que es la política de cooperación con Latinoamérica.
Lo más interesante es que no solo se piensa como una cuestión de agenda de Portugal y España sino que, aprovechando la llegada de España, se va a introducir esa alianza con Latinoamérica de manera estructural.
P.- Precisamente, en 2021 y 2022 participó como observador en algunas elecciones en Latinoamérica, ¿cómo vivió esa experiencia?
R.- Estuve como observador en Colombia en las legislativas y en las dos vueltas de las presidenciales y el año anterior estuve en las municipales y regionales de Venezuela. Yo lo que compruebo es que la Unión Europea es un espacio que se identifica con libertad, con estado de derecho y seriedad, y el que esté la Unión Europea en un país da credibilidad a las propias elecciones y genera músculo a la parte institucional de las mismas.
"Que esté la Unión Europea en un país da credibilidad a las elecciones"
Es difícil que si vemos algo extraño no lo digamos, y de eso son muy conscientes las instituciones en otros países y la ciudadanía cuando estamos allí. En mi experiencia, los propios ciudadanos cuando nos veían identificados con los símbolos de la Unión Europea nos daban las gracias por estar allí. Creo que tenemos que explotar en nuestra política exterior esos valores con los que se nos identifica.
P.- ¿Cómo valora la colaboración del Gobierno presidido por Pedro Sánchez con las instituciones europeas?
R.- Es evidente que la política europea se ha sumado al eje principal de la acción del Gobierno y eso lo ha cambiado todo. Hemos tenido un papel muy protagonista en la nueva estructura del proyecto europea tanto desde el punto de vista orgánico como en el desarrollo de políticas. Nuestro Gobierno no es uno más en el Consejo Europeo, es la cabeza de la familia socialdemócrata junto al Gobierno alemán y nuestro concurso cuenta.
"Nuestro Gobierno no es uno más en el Consejo Europeo, hemos tenido un papel protagonista"
Europa nos permite afrontar retos en la escala global que no podríamos asumir en la escala nacional y nos da tanto peso como para poder lidiar incluso con la regulación de aspectos que afectan a las principales multinacionales que están operando en el mundo en el ámbito digital. Ante ese peso específico que generan queda claro que solo podemos afrontar un proceso de regulación de manera colectiva.
P.- Recientemente visitó las Cortes para presentar una iniciativa exigiendo el impulso de una estrategia de inteligencia artificial, y destacó que la Unión Europea está trabajando en un marco regulatorio holístico de la misma, ¿cuál es el futuro de esta tecnología y que impacto va a tener en nuestras vidas?
R.- La inteligencia artificial está produciendo un cambio civilizatorio y tenemos que volver a repensar nuestras relaciones en el espacio público y en el privado. No ha habido un momento de cambio tan descomunal desde la Revolución Industrial y no tiene precedentes en cuanto a la rapidez con la que se va a producir.
Nos afectará en como nos relacionamos con nuestros gobiernos y con nuestras instituciones públicas, pero también en nuestros propios hábitos. La digitalización se ha incorporado de manera dramática en nuestras vidas y marca cuestiones muy importantes en cuanto a la igualdad de oportunidades.
"La inteligencia artifical está produciendo un cambio civilizatorio"
Y sobre una tecnología que los estudios más modestos aseguran que va a multiplicar la productividad por siete, tenemos que asegurarnos que esa riqueza que va a generar conlleve oportunidades para la mayoría y que no se quede en manos de unos pocos. Una tecnología con tal dimensión también genera grandes riesgos y tenemos que anticiparnos a ellos y generar confianza a la ciudadanía.
P.- ¿En qué sentido puede suponer una oportunidad para Castilla y León?
R.- En la gestión de recursos, la inteligencia artificial es un tipo de tecnología que puede ayudar muchísimo, pero el gran reto para Castilla y León es crear algún tipo de HUB y convertirse en referencia en investigación y desarrollo tecnológico aprovechando que tenemos un potencial enorme con la red de universidades que tiene la Comunidad.
La adiminstración tiene que estar a la altura para aportar medios y aportar recursos. Tenemos que generar esa ilustración digital y formar a talento especializado que no solo se va a centrar en el ámbito de la computación sino que necesitaremos abogados, fiscales, jueces o doctores que estén especializados en esta cuestión. Es una gran oportunidad y tenemos que ponernos a trabajar todos en positivo y cooperando para aprovehcar la potencialidad que tenemos.
P.- ¿Cómo ve la situación política de Castilla y León ahora que se cumple un año de Gobierno de PP y Vox?
R.- Me genera mucha frustración y me da vergüenza cuando veo la imagen que se proyecta hacia el exterior. Aquí hemos tenido al vicepresidente negando el cambio climático, que es una evidencia de tal cariz que el 30% de los Fondos Next Generation están dedicados a ello. Me da vergüenza cuando se ponen en cuestión derechos de las mujeres y creo que es una muy mala inversión en proyección de imagen hacia el exterior.
"El Gobierno de Castilla y León me da vergüenza y me genera mucha frustración"
El Gobierno PP-Vox es verdad que ha fijado el ojo europeo en Castilla y León pero como ejemplo de lo que no se debe hacer. Me parece que, además, ha generado un ambiente muy tóxico y muy poco cooperativo en nuestra política. Nuestra tradición en las Cortes era mucho más cooperativa que en otros territorios, había un cierto margen de consenso en las políticas públicas y se han roto consensos básicos que eran la mejor parte de nuestra política.
Y eso se ha sustituido por un señor con una formación muy deficiente y con bastante poca inteligencia. Me resulta muy lamentable, y coincide, además, con que el capital político del actual presidente es muy pobre. Juan Vicente Herrera era nuestro adversario pero era un político de altura y civilizado, un demócrata, lo comparas con Mañueco y es como si hubiéramos retrocedido 50 años. Me resulta muy frustrante lo que veo porque estamos en un momento en el que no nos lo podemos permitir porque hay muchas oportunidades.
P.- Algunas voces han alertado de un aumento de la crispación en las Cortes durante estos meses. Comparándolo con el Parlamento Europeo, ¿ve mucha diferencia entre el ambiente de ambas Cámaras?
R.- Aquí también tienen representación los partidos de extrema derecha, pero hay una diferencia fundamental: aquí se la pone freno. En Europa, los partidos democráticos ponemos una barrera a la extrema derecha pero en Castilla y León gobierna y tiene la presidencia de las Cortes. Yo no me puedo imaginar un presidente de extrema derecha en el Parlamento Europeo, no sé que podría ocurrir.
"En Europa los partidos democráticos ponemos una barrera a la extrema derecha pero en Castilla y León gobierna"
Aquí también se produce de vez en cuando algún espectáculo pero no tiene nada que ver, el sistema es muy consensual y el 70% o más de las normas que se aprueban surgen de un consenso entre los populares, los socialdemócratas, los liberales y los verdes. La comparación con Castilla y León es odiosa, es como otra dimensión.
Además, en cuanto hay alguna situación un poco extravagante como la que ha sucedido en Italia, con un pacto de un partido del PPE con uno de la extrema derecha, lo que surge es un gran debate en la familia popular, no se asume con normalidad un pacto con la extrema derecha, porque es enemiga de todos y de todas. Esto es algo que aquí se tiene absolutamente claro se sea de la ideología que se sea.
P.- En Europa actualmente existen tres Gobiernos dirigidos por partidos hermanos de Vox, el de Polonia, el de Hungría y el de Italia, con la recientemente elegida Giorgia Meloni. ¿Observa alguna diferencia entre Vox y esas formaciones? ¿Cómo es el trato en el día a día con los representantes de esos Gobiernos en las instituciones europeas?
R.- Yo no observo ninguna diferencia. El día a día es complicado, aunque en el caso de Italia todavía estamos en el amanecer de su modelo de Gobierno. Ha intentado camuflarse en una especie de Gobierno posibilista y de momento no ha impugnado grandes consensos más allá de la cuestión de la inmigración que empieza a tornarse peligrosa y muy preocupante tras la declaración del estado de excepción.
En el caso de Polonia y Hungría tenemos un combate permanente en cuanto al cumplimiento de los principios básicos democráticos y se están produciendo sanciones. En el caso de Polonia hay un diálogo abierto pero con Hungría el tema está mucho más complicado. Es un ejemplo de a donde podemos evolucionar otros países si bajamos la guardia.
P.- ¿Considera que si PP y Vox llegaran al Gobierno de España se podría llegar a una situación similar?
R.- Visto lo que está ocurriendo en el pequeño laboratorio de Castilla y León, sabiendo las competencias que tienen que no afectan por ejemplo a seguridad o libertad de prensa, yo me pondría en lo peor si gobernaran. Yo espero que eso no ocurra y que la ciudadanía sea consciente de que tenemos que evitar de cualquier manera ese escenario porque en cuestión de un puñado de años lo que nos parece inimaginable se puede tornar en realidad.
"Visto lo que está ocurriendo en Castilla y León, me pondría en lo peor si PP y Vox gobernaran"
Que una turba descontrolada irrumpiese en el Capitolio nos podía parecer el argumento de una película mala de Hollywood y ha ocurrido. Las libertades se consiguen después de muchos esfuerzos pero siempre son frágiles y en ocasiones no recordamos lo suficiente lo importante que es vivir en democracia.
P.- ¿Cómo cree que debe tratarse la problemática de la inmigración desde las instituciones europeas?
R.- Es imprescindible que lleguemos a una política migratoria común porque existen retos que tenemos que asumir conjuntamente. Además, el tratamiento que le demos a la inmigración es un termómetro de salubridad democrática. El discurso esencialista que se está sosteniendo en Polonia y Hungría es terrible, y también lo que empezamos a ver en Italia. Meloni ha empezado disfrazándose de demócrata y va a terminar desnuda en no demasiado tiempo y vamos a tener un gran problema. No nos podemos permitir que la vida humana valga menos que nada y no podemos tolerar que se trate a las personas como mercancías o como animales.
"Meloni ha empezado disfrazándose de demócrata y va a terminar desnuda en no demasiado tiempo"
Pero esto tampoco se soluciona de cualquier manera, tiene que haber una ordenación, reglas básicas y cupos y el problema es que ahora no ponemos a disposición caminos legales para venir a Europa. Somos un continente muy viejo que necesita urgentemente que se incorporen muchas personas porque tenemos sectores gigantescos con un déficit de trabajadores inmenso. Necesitamos ordenar la inmigración y que esté claro que las reglas tienen que ser respetadas pero eso es una cosa y otra deshumanizar a personas que vienen huyendo de situaciones terribles.
P.- El mes que viene se celebran elecciones municipales en la Comunidad, ¿es optimista con respecto a los resultados de los candidatos socialistas?
R.- Sinceramente lo soy, creo que vamos a tener un muy buen resultado en Castilla y León. Creo que estamos siendo muy realistas en cuanto a que vamos a intentar gobernar en más lugares pero somos conscientes de que las circunstancias de hace cuatro años pueden haber cambiado. Pero nuestros alcaldes y alcaldesas han hecho las cosas muy bien y están muy bien valorados por la ciudadanía. Afrontamos estas elecciones con optimismo y con muchas posibilidades.