Dicen que hay cosas imposibles, otras muy imposibles y luego lo que ocurre en política. Por eso nunca se puede descartar nada cuando las decisiones están en manos de políticos. Por eso, la posibilidad de un adelantado electoral en Castilla y León, es decir, elecciones autonómicas, vuelve a planear por las bambalinas de la Junta, de medios de comunicación y de redes sociales. Y lo hace porque todo el mundo se quiere subir a la ola de los resultados de las elecciones municipales que ha teñido de azul el mapa de España.
La idea es que coincidiera con el 23 de julio, la fecha que ha elegido Pedro Sánchez para adelantar las elecciones generales. Y una fecha que el PP de Galicia también baraja para adelantar sus comicios que serían para 2024, sin embargo, las condiciones que se dan en Castilla y León son distintas a los otros dos casos.
Pero esta decisión se encuentra en manos de Fernández Mañueco y Alberto Núñez Feijóo, como confirman fuentes del partido a este medio. No hay nada, pero estando de por medio el presidente de la Junta todo podría pasar como ocurrió un 20 de diciembre de 2021 cuando encendió el botón rojo para romper el pacto con Ciudadanos. Ahora, con el pacto con Vox todavía en crecimiento, las dudas de otro posible adelanto se han convertido en el run run de la Comunidad. Mañueco ha visto en esta marea azul la mejor manera de quitarse a su socio de gobierno y de encima y buscar una posible mayoría absoluta, pero en dos meses, y más en política, puede ocurrir de todo.
Vox mira a Génova
Castilla y León no es Galicia. Aquí Vox ya tiene peso, mientras que en la comunidad gallega no. Rueda quiera aprovechar los buenos resultados en las municipales para evitar que BNG y PSOE puedan alcanzarle de aquí a 2024. Y por supuesto, el caso de Pedro Sánchez no tiene nada que ver. Mañueco se la jugaría demasiado al convocar unas elecciones en julio cuando está claro que la abstención será mucho mayor. Serían dos adelantos en menos de dos años, y eso quemaría mucho a los votantes. Por eso, según fuentes de Vox, “llevan un año así” con esta posiblidad, poniendo en duda que quizás sea el PP quien tenga más que perder que la formación de García-Gallardo y que se hace "para meter presión" desde Génova. Teorías, como suele pasar en todo, hay muchas. Pero solo Mañueco y Feijóo tienen en sus manos el futuro de la Comunidad.
Además, son muchos ayuntamientos de municipios los que tienen que buscar un pacto con Vox y quizás no se lo pondría nada fácil esta ruptura. Es cierto que aunque el escenario es favorable para el PP, con los resultados autonómicos, Castilla y León dejará de ser el foco nacional porque otras comunidades se verán abocadas a tener que reeditar el pacto PP-Vox. Mañueco seguirá siendo el primer presidente que les abrió las puertas de las instituciones autonómicas, pero ya no será el único. Ese lastre se lo quita de encima.
Ahora bien, esta decisión no se puede prolongar mucho más en el tiempo, hay de plazo hasta este martes en su medianoche, ya que debería hacerse en los 54 días anteriores al ya famoso 23 de julio, según detalla la Ley Electoral de Castilla y León. Por lo que los teléfonos van a echar humo y con ello la paciencia de los ciudadanos. Incluso en redes sociales comienza a viralizarse una posible rueda de prensa de Mañueco para esta tarde que es falsa, según ha comunicado fuentes de la Junta a este medio.
De esta manera, el PP quiere aprovechar sus buenos resultados cosechados en la Comunidad para dar un golpe sobre la mesa del casillero de Castilla y León, pero está claro que podría tener un efecto bumerang. No es la primera vez que suena un posible adelanto electoral en CyL, por la relación amor-odio que mantiene con Vox. Ahora, con datos es la mano, la posibilidad coge peso.