Vox ha elegido una capital especialmente simbólica para la formación para celebrar el acto de inicio de la campaña electoral de las generales del próximo 23 de julio: la ciudad de Valladolid. Santiago Abascal aterriza este viernes en la capital del Pisuerga para dar el pistoletazo de salida de la carrera hacia una noche electoral que el partido confía en que desemboque con su inclusión en el próximo Gobierno de España y con su líder como vicepresidente de un Ejecutivo presidido por el candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
El presidente de Vox se dará un previsible baño de masas este viernes a las 20:30 en la Plaza de San Pablo de Valladolid, un lugar icónico para la formación ya que en ese mismo espacio Vox celebró su acto de cierre de campaña en las elecciones autonómicas de febrero de 2022 que permitieron al partido formar parte de un Gobierno regional por primera vez en su historia, con la Vicepresidencia y tres consejerías. Un auténtico talismán que Vox confía en que vuelva a dar la misma suerte a la formación de cara a unos comicios generales que podrían ser decisivos para el futuro del partido.
En aquella ocasión, Abascal estuvo acompañado de toda la plana mayor de Vox y figuras como Jorge Buxadé y Javier Ortega-Smith, vicepresidentes de la formación e Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso, apoyaron a un Juan García-Gallardo todavía desconocido. Es previsible que el vicepresidente de la Junta devuelva ese apoyo a Abascal en el acto de este viernes en Valladolid, como principal barón de la formación, y a las figuras ya mencionadas podría sumarse el actual secretario general de Vox, Ignacio Garriga, que ha ganado cada vez más peso en el partido.
Además, el acto se celebra en una ciudad que se ha convertido en un emblema para el partido tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo, ya que se trata de la capital de provincia más poblada en la que Vox forma parte del Gobierno municipal. Desde el pasado 17 de junio, tras el acuerdo con el popular Jesús Julio Carnero, la formación ostenta la Vicealcaldía de la ciudad, en manos de Irene Carvajal, y tres concejalías: Educación y Cultura, en manos de la propia Carvajal, Salud Pública y Seguridad Ciudadana, gestionada por Alberto Cuadrado, y Comercio, Mercados y Consumo, por Victor Martín. Un escenario de inicio de campaña, pues, que no ha sido escogido al azar por Vox.
Un momento dulce para el partido con Castilla y León como brújula
Vox encara la campaña de las generales del 23-J en un momento dulce tras los buenos resultados del partido en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo. Unos apoyos que han permitido a la formación entrar a formar parte de varios Gobiernos regionales y locales tras unas duras negociaciones con el PP en la que la formación ha terminado imponiendo sus exigencias y saliendo como principal vencedor de las mismas. Un ejemplo claro es Extremadura, donde con solo un 8% de los votos, el partido se ha terminado haciendo con la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, forzando a la popular María Guardiola a rectificar tras asegurar que no metería en el Gobierno a quienes "niegan la violencia de género y deshumanizan a los inmigrantes".
El pacto de Gobierno de Castilla y León, el primero al que llegaron PP y Vox el 10 de marzo de 2022, ha sido la principal referencia y ejemplo que ha tomado el partido para afrontar las negociaciones en otros territorios. Buena prueba de ello es el acuerdo de la Comunidad Valenciana, el primero alcanzado por ambos partidos tras el 28M, que reproduce casi al milímetro el acuerdo de Castilla y León. Vox cuenta en el nuevo Gobierno valenciano, presidido el popular Carlos Mazón, con la presidencia de las Cortes y con una secretaría en la Mesa de la Cámara, como sucede en la Comunidad, donde esos puestos les ostentan Carlos Pollán y Fátima Pinacho, y con la vicepresidencia del Gobierno, que en Castilla y León ocupa García-Gallardo y que en Valencia ocupará el torero y empresario Vicente Barrera.
En lo que se refiere a las consejerías que ocupa Vox, las similitudes también son claras, y muestran algunos de los ámbitos en los que el partido tiene especial interés en dar la batalla cultural. El partido ostenta la Consejería de Cultura, en manos del propio Barrera, que previsiblemente dará a la defensa de la tauromaquia una importancia fundamental. Lo mismo sucede en Castilla y León donde el consejero Gonzalo Santonja, de Vox, ha puesto también de relieve su pasión por esa tradición española en su gestión del departamento.
También gestiona el partido la Consejería de Agricultura en la Comunidad Valenciana, al igual que en el de la Comunidad, donde se encuentra dirigida por Gerardo Dueñas. La defensa del campo, de la soberanía alimentaria, del estilo de vida rural y de la caza son algunos de los más importantes caballos de batalla de Vox y en Castilla y León se han reflejado recientemente con la polémica de la flexibilización de las medidas sobre la tuberculosis bovina. Un ámbito que el partido también gestionará en Extremadura tras las duras negociaciones con Guardiola.
Además, muchos puntos del acuerdo de Valencia coinciden con los alcanzados en Castilla y León, sobre todo en lo referente a materias como la memoria histórica, el fomento de la natalidad, la bajada de impuestos, la eliminación de trabas burocráticas o la lucha contra la okupación y la inseguridad ciduadana. Un modelo de pacto que también se ha replicado a nivel local en varias ciudades, entre ellas la que acoge este primer acto de campaña a nivel nacional, Valladolid, donde Vox ostenta la Vicealcaldía y tres concejalías: Educación y Cultura, Salud Pública y Seguridad Ciudadana y Comercio, Mercados y Consumo.
Unos acuerdos que Vox quiere replicar en el Gobierno de España
En total, Vox ha conseguido 160 concejalías especiales en equipos de Gobierno municipales en toda España y 30 Alcaldías, la mayor parte de ellas gracias a sus acuerdos con el PP. Destacan, además de Valladolid, ciudades de primer nivel como Burgos, Elche, Toledo, Guadalajara, Móstoles o Alcalá de Henares. En lo que se refiere al resto de pactos autonómicos, en Aragón y Baleares el espejo también está siendo Castilla y León, y las negociaciones entre los populares están llegando a buen puerto. En la región aragonesa la presidencia del Parlamento quedará en manos de Marta Fernández, de Vox, y los dos partidos se encuentran ultimando los últimos detalles de un acuerdo de Gobierno que encabezará el popular Jorge Azcón.
En Baleares, PP y Vox han alcanzado un acuerdo en el que los populares han asumido un compromiso en el combate de la inmigración ilegal y del "adoctrinamiento" ideológico en los colegios e institutos de esa Comunidad además de la defensa de la unidad de España, algunas de las principales medidas estrella de Vox. Además, el PP ha entregado la Presidencia de la Cámara autonómica a Gabriel Le Senne, de Vox, y dará entrada a la formación en los Consells de Mallorca y Menorca, aunque Vox no contará con consejerías. Más complicadas están siendo las negociaciones en Murcia, donde el popular Fernando López Miras sigue negando la entrada a Vox en el Gobierno, a pesar de haber obtenido un 18% de los apoyos, y la formación de Abascal ha amenazado con forzar la repetición electoral.
En esta situación, Vox encara la campaña de las elecciones generales del próximo 23 de julio con el objetivo de lograr los suficientes apoyos para encarar las negociaciones para conformar el próximo Gobierno de España con una posición de fuerza que le permita exigir entrar en el Ejecutivo, como ha sucedido en Castilla y León, Valencia o Extremadura y en varias capitales de provincia. Un acuerdo que cada vez parece más próximo una vez que el PP ha bendecido los acuerdos con la formación de Abascal y parece haber eliminado todas las líneas rojas que había puesto al partido.
Vox aspira a formar parte del próximo Ejecutivo nacional, con el propio Abascal como vicepresidente y asumiendo algunos ministerios que podrían replicar algunas de las áreas más exigidas por el partido en sus acuerdos autonómicos y municipales: Agricultura, Interior, Cultura, Educación, Familia o Industria podrían ser algunas de las carteras más codiciadas por la formación. Unos departamentos que permitirían al partido dar su ansiada batalla cultural y promover un "auténtico cambio de políticas" y no solo de caras, como han declarado sus dirigentes en varias ocasiones. Una fuerza en esas futuras negociaciones que dependerá del apoyo de los españoles en unas elecciones cuya campaña dará inicio en una ciudad que se ha convertido en un auténtico referente para Vox a nivel nacional.