El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha escenificado este sábado su buena relación con el barón socialista más crítico con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al que ha arropado en su toma de posesión. En la misma, Page ha lanzado un guiño a la Comunidad y ha asegurado que su tierra, Castilla y León y Asturias representan "fielmente" el espíritu autonómico. "Tenemos claro para qué están y para qué no las comunidades en un país acostumbrado a lo contrario", ha afirmado.
Se trata de la primera toma de posesión de un presidente socialista a la que acude Mañueco tras las elecciones del 28 de mayo, ya que hasta ahora había asistido a las de las populares Isabel Díaz Ayuso, en la Comunidad de Madrid, y María José Sáenz de Buruaga, en Cantabria.
García-Page ha puesto en valor los avances logrados con las comunidades autónomas en España en ámbitos como el de la sanidad o la educación y ha destacado que se han puesto "17 caballos a desarrollar avances sociales" con "sana competencia". Además, ha rechazado "trocear fiscalmente" España y ha abogado por un Estado autonómico que se base en la "unidad acrisolada" o "enriquecida".
En ese sentido, ha indicado que las comunidades autónomas "leales y fieles" al espíritu de la Constitución de 1978 deben "impedir que se establezca un diálogo bilateral". "Todos queremos lo mismo. Yo no voy a consentir no tener nunca menos", ha afirmado Page. Además de Mañueco, también han apoyado al dirigente castellano manchego el presidente de Asturias, Adrián Barbón, la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño y la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en un acto que se ha cerrado con la reproducción del himno nacional de España.