El diputado Pablo Sáez, el presidente de Vox, Santiago Abascal y el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, en un acto en Valladolid el pasado 7 de julio.

El diputado Pablo Sáez, el presidente de Vox, Santiago Abascal y el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, en un acto en Valladolid el pasado 7 de julio. Leticia Pérez ICAL

Región

Vox, ante el reto de dar la vuelta al pesimismo de las encuestas en su bastión de Castilla y León

Los sondeos pronostican que los de Abascal perderían casi toda su representación, contradiciendo los resultados de las últimas elecciones y su pujanza en el medio rural

16 julio, 2023 07:00

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Las encuestas no se presentan nada halagüeñas para Vox en Castilla y León cuando se acerca la recta final de la campaña electoral de los comicios generales del próximo 23 de julio. Los pocos sondeos que han publicado un desglose autonómico hasta ahora pronostican un gran retroceso de los de Santiago Abascal en la Comunidad en comparación a los resultados de noviembre de 2019, cuando la formación irrumpió con fuerza logrando seis de los 31 diputados en liza.

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo público muy cuestionado desde que José Félix Tezanos está al frente del mismo, pronosticaba en su barómetro del pasado 5 de julio que Vox perdería toda su representación en una Comunidad que se ha convertido en un auténtico feudo para los de Abascal, ya que se trata de la primera región en la que entraron a formar parte de un Gobierno y el partido integra también dos Ejecutivos municipales, los de Valladolid y Burgos.

El sondeo del CIS, además de arrebatar todos sus diputados por Castilla y León a Vox, concedía un crecimiento del PP desde 13 hasta los 14-17 escaños y también al PSOE, que pasaría de los 12 actuales hasta 13-15 diputados. La gran sorpresa del barómetro, y la que más afecta a la formación de Santiago Abascal, es que el sondeo daba por garantizado que Sumar obtendría un escaño por Valladolid y contemplaba la posibilidad de que lograra un segundo representante por la provincia de León. Una situación que parece lejos de ser realista ante la situación política y sociológica de la Comunidad.

La pujanza de Vox en el campo y la lucha por la tercera plaza

Castilla y León es una comunidad autónoma sociológicamente conservadora y el empuje del espacio político de la izquierda alternativa en el ámbito rural ha sido siempre testimonial. Un entorno rural que goza de gran importancia a la hora de determinar el número de escaños que alcanza cada formación en Castilla y León y en el que el PP, y el PSOE en menor medida, cuentan con una inamovible hegemonía. Pero Vox ha logrado una penetración en ese espacio mucho mayor a la de los partidos que preceden a sumar, Podemos e Izquierda Unida, que cuentan con un votante mayoritariamente urbano.

La formación de Santiago Abascal ha centrado gran parte de su discurso desde su irrupción en el panorama político nacional en 2018 en la defensa del modo de vida rural, de la tauromaquia y de la caza y ha convertido en uno de sus ejes centrales de campaña la consecución de la soberanía alimentaria y el apoyo a agricultores y ganaderos. Unos postulados que han facilitado su penetración en el ámbito rural de Castilla y León, unido al hecho de que muchos de sus candidatos son exmiembros del PP, el partido hegemónico en el interior de la Comunidad desde hace más de 30 años.

Esta realidad hace que sea difícilmente viable que Sumar supere a Vox como tercera fuerza en las provincias vallisoletana y burgalesa, como contempla el CIS una situación que sería condición sine qua non para que la formación de Yolanda Díaz lograse escaño–, y solo sería creíble en el caso de que los de Abascal fueran completamente absorbidos por el PP, algo que, a tenor de los resultados de los comicios municipales del 28 de mayo, no tiene grandes visos de suceder. 

Además, es reseñable que en las elecciones municipales en la capital vallisoletana Valladolid Toma la Palabra (VTLP), la formación homóloga de Sumar a nivel local, no fue capaz de superar en votos a Vox 14.448 frente a 18.738– incluso jugando en un escenario urbano en el que la izquierda alternativa siempre ha tenido más implantación. Todo hace pensar que, sumando los votos del ámbito rural de la provincia que completan la circunscripción electoral en los generales, la tercera plaza para los de Abascal estará más que asegurada.

La incógnita de la absorción del voto de Vox por parte del PP

Varios analistas coinciden en que las estimaciones del CIS exageran el voto a la izquierda y así se demostró en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo, cuando en todas las comunidades los sondeos previos del organismo público sobrevaloraron las expectativas de las formaciones progresistas, en algunos casos por más de 10 puntos. Una tendencia generalizada desde que Tezanos accedió a la dirección del CIS en el año 2018.

Con todo, el sondeo del organismo público no es el único que concede bajas expectativas a Vox en su bastión de Castilla y León. Las encuestas de GAD3, la empresa dirigida por Narciso Michavila, también pronostican una caída del partido en la Comunidad, pasando de los seis diputados con los que cuenta en la actualidad a solo uno por Valladolid. Se trata de una estimación más creíble ya que no contempla la entrada de Sumar en ninguna provincia de la región y se sustenta sobre la tesis de que la concentración del voto en el PP haría a los de Abascal perder esos cinco representantes en la Comunidad.

Pero Vox no pierde la esperanza y basa sus expectativas en los buenos resultados del partido tanto en las elecciones municipales del 28 de mayo como en las autonómicas de febrero de 2022, tras las que pasó a formar parte del Gobierno autonómico. El objetivo mínimo del partido es el de mantener los seis diputados con los que cuentan en la región pero sus aspiraciones de máximos son más ambiciosas. En la actualidad, el partido solo tiene representación en seis provincias de la Comunidad: Valladolid, León, Salamanca, Zamora, Segovia y Ávila y aspira a irrumpir por primera vez en Burgos y Palencia, llegando así a penetrar en ocho de las nueve provincias de Castilla y León.

El objetivo de Vox en su feudo: aumentar su representación

En la provincia burgalesa, el partido tratará de aprovechar el impulso de su pacto de Gobierno en la capital, en virtud del cual cuentan con la Vicealcaldía y tres concejalías, para tratar de lograr uno de los cuatro escaños en liza en ese territorio. Un objetivo realista ya que en los últimos comicios el partido se quedó a poco más de 1.000 votos de lograrlo. Más difícil tendrá Vox irrumpir en la provincia de Palencia, que solo reparte tres diputados, pero el objetivo no es imposible y superando el 15% de los apoyos en la provincia podría lograrlo. La provincia inexpugnable para el partido es Soria, en la que el hecho de que solo se repartan dos escaños, la pujanza de Soria Ya y su escasa implantación territorial hacen que sea casi imposible que obtengan representación.

Vox se encuentra ante el reto de dar la vuelta al pesimismo de las encuestas en su bastión de Castilla y León y consolidar la Comunidad como un territorio fructífero para sus intereses. Un objetivo que dependerá, en gran medida, de que logren evitar que los electores conservadores opten por la papeleta del PP para echar al presidente Pedro Sánchez del Gobierno. La noche del domingo 23 de julio la formación saldrá de dudas y sabrá si, finalmente, ha cumplido su meta.