Solidaridad. Un término que tiene once letras. Once. Como las siglas de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE). Y es la solidaridad el valor sobre el que se fundamenta la existencia de este Grupo Social.
Casualidades aparte, la ONCE ha presentado hoy sus resultados de 2022 y lo ha hecho en la sede del Centro Económico y Social de Castilla y León (CESCyL).
En 2022 repartieron 56 millones de euros en premios en la Comunidad, se llegó a los 8,6 millones de euros en inversión social y hubo 278 nuevos afiliados a la Seguridad Social. Pero más allá de las cifras está qué ocurre con todo el dinero que se recauda cuando alguien decide comprar un cupón aún a sabiendas de que es difícil resultar el agraciado.
Son los resultados que ha presentado hoy la ONCE. Un acto en el que ha querido estar presente el propio presidente del CESCyL, Enrique Cabero, quien ha destacado la "importancia que tiene este grupo para la estructuración del Estado Social y Democrático de Derecho". Además, ha recordado el peso de "la vinculación del tercer sector con la actividad productiva" de la Comunidad y del resto de España. Porque la ONCE, no sólo vende cupones.
¿Qué hay detrás de cada cupón de la ONCE que se vende en Castilla y León? Está el apoyo de personas con cualquier tipo de discapacidad que se encuentran solas. También la salida que encuentra una mujer que, víctima de violencia familiar, acaba con una discapacidad que le dificulta su incorporación al mercado laboral. También está el adiestramiento de perros guía (cuyo coste individual ronda los 35.000 euros), para que 200 personas con discapacidad visual puedan tener este auxiliar y amigo en su vida en la Comunidad.
Ismael Pérez, delegado del Grupo ONCE en Castilla y León, detalla que "es la solidaridad de la gente la que costea el 100% de la labor social de la ONCE", que el año pasado en la Comunidad recaudó 86 millones de euros con la venta de estos boletos de lotería.
Una Comunidad que cuenta, aproximadamente y según datos de la propia entidad, con 200.000 personas que cuentan con algún tipo de discapacidad, de los cuales y a diferencia de lo que pueda parecer, "la mayoría no son ciegos".
Detrás de esta labor se encuentra el día a día, la realidad, a veces dura. Pérez explica cómo su preocupación ante el incremento de mujeres "que llegan a nosotros con una discapacidad sobrevenida por haber sido víctimas de maltrato". Mujeres que no habían nacido con discapacidad alguna, pero que lastrarán las secuelas de la violencia el resto de su vida. Una vulnerabiliad que la ONCE convierte en oportunidad para salir adelante.
Los responsables de esta organización han hecho hincapié en que "la figura del asistente personal para los discapacitados fue una de las que más costó que la Administración pusiera en marcha hace pocos años, pero hay trabajar en esa red porque el problema no es pagarlos sino tener personas que presten esa ayuda", sobre todo en el ámbito rural.
Pérez, ha recordado que "la economía social prioriza la economía sobre el lucro". Y los datos consolidan esta labor. La ONCE es el principal actor de economía social de España. De hecho, uno de cada 500 euros que se producen en España lo produce este grupo social y el 0,42% del empleo.
En Castilla y León esta labor de inserción laboral para este colectivo supuso en 2022 la incorporación de 1.126 personas más que comenzaron a trabajar, "con contratos indefinidos en su mayoría", tal y como ha informado Pérez.
Actualmente hay 2.505 trabajadores de la ONCE repartidos en 56 centros por toda la Comunidad, con un incremento del 4,2%, de los cuales el 44% son mujeres.
Son 777 los vendedores de cupones que hay en Castilla y León, detrás de cada cual se esconde una historia de superación distinta que ha contado con el apoyo de un 'equipo' formado por quienes paran a un vendedor de cupones para en muchas ocasiones no acordarse ni de mirar si han sido agraciados con algún premio, y quienes destinan lo recaudado a ayudar a estas personas a tener "una vida digna", explica Pérez.
De hecho, de cada euro que vende la ONCE, el 55,3% va a premios, el 22,3% a salarios de vendedores, 10% gastos de gestión, 2,6% para la prima de participación que se les abona a los trabajadores y 9,5% va a la prestación directa de servicios sociales para este colectivo de personas con discapacidad.
Se le sumó en 2022 que la ONCE en Castilla y León presentó dos proyectos a los fondos europeos Next Generation por valor de 1,5 millones de euros que finalmente han sido aprobados y que permitirán mejorar la tecnología a la que tienen acceso las personas ciegas que prestan sus servicios en la Comunidad, además de mejorar la empleabilidad de este colectivo.