“España está a la cabeza de los países de la OCDE el número de médicos por habitante, muy por encima de sistemas sanitarios muy consolidados como son el británico o el francés. Aquí nuestro número es muy superior. Eso da idea de que es un problema de organización de los recursos”, que en el caso de Castilla y León es un reto, porque afecta a 44.000 trabajadores, a 117 categorías profesionales, repartidas en 14 hospitales y 247 centros de salud. “Si no tienes esto, otras cosas son difíciles”.
El plan servirá para homogeneizar los recursos, de modo que para las mismas tareas se necesite el mismo número de personas, porque “muchas veces” el crecimiento de las plantillas es “disarmónico”, con servicios y áreas dimensionados y otras que están claramente “infradimensionadas”, con diferencias por centros de una misma área y entre áreas, y “hay que homogenizar esos recursos, sobre todo en Medicina y Enfermería”.
“En algunos sitios puede ocurrir que haya que tomar algunas medidas porque realmente la situación sea escandalosa. Pero, realmente, lo que hay que hacer es homogenizar las cargas de trabajo de cada uno de los centros” y, si el plan lo dice, “habrá que trasladar profesionales, pero teniendo en cuenta no sólo las tarjetas, sino también la carga de cronicidad de cada zona básica de salud y las dificultades geográficas, entre otras”.
Esta ordenación no implicará cierre de consultorios, que “tienen que seguir atendiendo” a los pueblos, lo que no quita que se recurrirá, como se está haciendo, al trasporte a la demanda, en momentos como el actual, el verano y ante un déficit de sustitutos que obligan “a concentrar los recursos en determinadas zonas de la Comunidad”.
“Hay que tener en cuenta que en una época estival, al menos durante los cuatro meses de verano, el 25 por ciento de la plantilla médica está de vacaciones. El 25 por ciento de la plantilla médica son muchos médicos, y muchas enfermeras. Entonces, por lo tanto, hay que concentrar los recursos y de ahí que sea obligatorio para poder garantizar la asistencia y trasladar los pacientes a donde tienes el recurso concentrado”, defiende.
Defensa de los consultorios
Vázquez insiste en el papel de los consultorios, complementados por los centros de salud. Explica que pueden abordar actuaciones sanitarias muy importantes, como puede ser el control de los pacientes crónicos y ciertas tareas de atención y administrativas. Por ello, se trabaja en mejorar las conexiones en 500 consultorios locales en este momento, y en otras actuaciones, como la compra de autoanalizadores de química seca, junto a la mejora de los medios diagnósticos en algunos centros de salud periféricos, con el desarrollo de la ecografía, la retinografía y la electrocardiografía.
“Hay actuaciones médicas, actuaciones sanitarias que se pueden hacer muy bien en la proximidad del ciudadano, como es el control de la cronicidad, y para eso no hay que trasladar al paciente, salvo que el profesional de enfermería o médico lo requiera. Yo creo que se pueden conjuntar ambas cosas sin necesidad de volvernos locos”. “Pero hay que luchar por que haya médicos. Hay que intentar que coexistan las dos cosas. Es difícil, pero hay que empeñarse en ello”.
“Vamos a ser muy claros. Si tuviéramos todos los médicos disponibles, ¿a alguien se le ocurriría cerrar los consultorios?. Bueno, ha habido gente que ha pensado que sí, pero lo lógico es pensar que no. El problema no es cerrar los consultorios, es tener los médicos suficientes para podernos atender”.
Apuesta por la asistencia de calidad en la proximidad del ciudadano y “la proximidad del ciudadano es la proximidad del ciudadano”. “¿Por qué voy a hacer viajar a un ciudadano, cuando, a lo mejor, uno no tiene que viajar para hacer algo que se pueda hacer en su medio?. Es que es fácil decir, no, no, que viaje... Hay zonas básicas de salud tan amplias, por ejemplo, la de Villadiego, en mi provincia, que tienen 50 kilómetros de un lado al otro al centro de salud”.
La frecuentación, se mantiene
Sobre si esta ordenación implicará la reforma de la orden de frecuentación de los consultorios locales, la que marca los días en los que el médico acude al consultorio en función de la población del municipio, el consejero es tajante. “Nosotros vamos a seguir con esa orden”. No es partidario de cambiarla, y mucho menos hacerlo sin tener el plan de ordenación bien hecho y sin tener el plan de cronicidad bien desarrollado.
“Veremos a ver, una vez desarrolladas ambas cosas, si esa orden, que no es más que un instrumento, una herramienta para facilitar el trabajo, se cambia o no se cambia. Existe posibilidad. Si el plan de recursos nos lo dice y el plan de la cronicidad nos lo dice, pues ¿por qué no?”, pero siempre hay que “dar pasos con seguridad”. “El código penal tenía ciento y pico años y se ha demostrado que no son mejor muchas de las cosas que se han hecho”.