De sobra es conocido que el alcohol y la carretera no son buenas aliadas. Pero a pesar de ello algunos conductores siguen insistiendo en jugarse la vida cuando han consumido bebidas previamente, pero es importante resaltar que también ponen en peligro la vida de los demás usuarios de la carretera. Durante el año 2022, en uno de cada cuatro accidentes mortales el alcohol fue el desencadenante del mismo.

En total, sumando las vías urbanas e interurbanas, Castilla y León registró el pasado año un total de 161 accidentes mortales, en los que el alcohol fue el factor que los desencadenó en 34 ocasiones a los que se le pudo realizar la prueba. Esto implica un 26% del total de siniestros con fallecidos.

Desde la Dirección General de Tráfico se ha puesto en marcha desde este lunes y hasta el próximo 20 de agosto una campaña especial para intensificar la vigilancia sobre el riesgo de sumar el consumo de alcohol y/o drogas y la conducción. 

Y es que el alcohol está detrás de la segunda causa más habitual en los siniestros mortales en las carreteras de la Comunidad. En las vías interurbanas hubo un total de 121 víctimas fallecidas, en las que en ocho ocasiones el alcohol estaba presente, mientras que tres de ellos habían sumado esta sustancia más drogas, lo que implica un 9% de los accidentes mortales.

En esos 11 siniestros en los que se pudo hacer algún tipo de prueba hubo un total de 13 muertos. De los 10 fallecidos en los que el alcohol estaba presente, tres fueron en Soria, dos en Ávila, Valladolid y Salamanca y uno en Palencia. Los tres que murieron habiendo mezclado, dos fueron en Burgos y uno en Ávila.

En lo que va de 2023, dos personas han fallecido en Castilla y León con el alcohol presente, siendo en León y Valladolid. Por otro lado, de los 57 accidentes con víctimas fallecidas en vías interurbanas de Castilla y León en el presente ejercicio, en ninguna se ha detectado alcohol o drogas por el momento.

Durante la última campaña de la DGT entre los días 5 y 11 de diciembre de 2022, en total se hicieron 15.276 pruebas de alcoholemia con 83 positivos, el 0,54%, mientras que de drogas fueron 196 pruebas y 78 positivos, un 39,8%. Entre junio y julio del pasado año se detectaron 1.140 positivos por alcohol y 1.085 por drogas.

Además, durante el 2022 más de la mitad de los conductores fallecidos en carreteras de España, el 51,9%, habían consumido alcohol, psicofármacos o drogas, aisladamente o en combinación, según la Memoria 2022 de Hallazgos Toxicológicos en Víctimas de Accidentes de Tráfico, lo que supone un 2,5% de incremento con respecto al 2021.

De ellos, 451, es decir, el 72,6% arrojaron una tasa igual o superaron los 1,2g/L en sangre, lo que supone una tasa de alcoholemia muy alta.