2022 pasará a la historia negra de Castilla y León por ser uno de los peores en cuanto a incendios forestales. La provincia de Zamora, Ávila o Salamanca se tuvieron que enfrentar a grandes llamas. Imágenes como las de la Sierra de la Culebra no se olvidarán nunca. Por eso, 2023 es todo un reto para la Comunidad. Por suerte, y se cruza los dedos con mucha fuerza, nada tiene que ver la situación del pasado verano con la de este.

Hasta el momento, según los datos de la Consejería de Medio Ambiente, los incendios forestales han quemado solo 450 hectáreas de superficie arbolada en lo que va de año en Castilla y León. Y sí, decimos ‘solo’ porque supone un 92% que la media de la última década que alcanza las 5.679 hectáreas. En 2022, las llamas arrasaron 45.262 hectáreas arboladas, una superficie como toda Tierra de Campos. El año pasado fue el peor de la última década. Si se tiene en cuenta todo tipo de superficie forestal, tanto arbolada como no arbolada, a día de hoy se anotan 2.693 hectáreas, cuando la media es de 15.482, es decir, un 83% menos. En este 2023, desde el 1 de enero se han contabilizado 796 incendios forestales (en torno a un 25% por debajo de la media de los últimos diez años), a los que se suman otras 393 intervenciones en superficie agrícola y periurbana. En este año un 82% de los fuegos se han extinguido antes de alcanzar esa superficie, 15 puntos por encima de la media de los diez años.

[La nueva ola de calor en Castilla y León provoca la alerta por incendios: esto es lo que no se puede hacer]

Con estos datos, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha reconocido que “hay que mantener la prudencia, sin triunfalismo, porque todo puede cambiar en cualquier momento, y en Castilla y León lo sabemos bien”. No en vano, estamos viviendo estos tres días de alerta extrema de incendios por eso no hay que bajar la guardia.

Desde siempre se ha dicho que antes de apagar un incendio lo mejor es prevenir. ¿Por qué se ha llegado a esta buena situación? Pues mucho tiene que decir ese acuerdo dentro del Diálogo Social para mejorar las condiciones de los trabajadores del sector con una inversión de 143 millones de euros, cuando el acuerdo señalaba 21 millones más que el pasado año. El consejero recordó que este año se afronta ya la cuarta ola de calor, pero la situación no tiene nada que ver con la intensidad y los incendios del año pasado, donde había vientos de 70-80 kilómetros por hora y la sequedad de materia leñosa, que es mucho más rápida en su propagación.  Ahora bien, Quiñones no baja la guardia y avisa de que “queda mucho verano”.

 Cambios en las leyes

El decreto ley de la Junta modificó la orden que regula el uso del fuego y se establecen medidas preventivas para la lucha contra incendios forestales en Castilla y León, para adecuarla a las previsiones de un real decreto ley de 2022 en materia de prohibiciones y limitaciones ante situaciones de alto riesgo meteorológico, recogiendo las obligaciones establecidas en el caso de riesgo muy alto o extremo. El nuevo decreto-ley autonómico también modifica la Ley 7/2005, de 24 de mayo, de la Función Pública de Castilla y León, a la que se añade una disposición adicional para regular la constitución de bolsas de empleo de cuerpos o escalas integrados en el operativo de prevención y extinción de incendios forestales mediante un sistema específico más ágil.

Las altas temperaturas que va a vivir estos días Castilla y León por culpa de una nueva ola de calor ha provocado que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio haya declarado situación de alerta por riesgo meteorológico de incendios forestales para este lunes, martes y miércoles. Una resolución que ha sido publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).

Así, se prohíbe encender fuego en el monte en todo tipo de espacios abiertos, así como en zonas recreativas y de acampada, incluso en las zonas habilitadas para ello; el uso de barbacoas en espacios abiertos, incluyendo aquellas autorizadas; la suspensión de todas las autorizaciones para el uso del fuego que se hayan otorgado; la prohibición de la introducción y uso de material pirotécnico y suspensión de las autorizaciones para el lanzamiento de cohetes o artefactos de cualquier clase que contengan fuego; la utilización de maquinaria en el monte y la franja de 400 metros que lo circunda, cuyo funcionamiento habitual genere fuego, deflagración, chispas o descargas eléctricas, tales como sopletes, soldadores, radiales, etc. Además, el módulo de parada de las cuadrillas de tratamientos selvícolas preventivos se incrementará a nivel D (8 horas) y el de las unidades de brigada y autobomba (UBA) se incrementará a nivel E (10 horas).

Avituallamiento

También han mejorado otros aspectos, como por ejemplo, la comida que se ofrecía a los trabajadores,  que ha pasado de un bocadillo con dos rajas de chorizo a un menú digno. La polémica por los menús del operativo antiincendios de Castilla y León dio en 2022 la vuelta a España, tras la denuncia de los trabajadores, que compartieron en las redes sociales la baja calidad y escasez del avituallamiento recibido tras horas de ingente trabajo en los fuegos que asolaron la comunidad, especialmente en Zamora. De hecho, hasta el famoso chef José Andrés se desplazó con su ONG World Central Kitchen, con un menú completo y sano, tras conocer su cuestionable avituallamiento a través de las redes sociales para ofrecer comida a los brigadistas que se jugaron la vida en los incendios.

Este año hay raciones de suplemento energético; raciones de emergencia de larga duración; menús de bocadillo, fruta y agua y menú de avituallamiento. 

[Este es el nuevo menú que recibirán los trabajadores de incendios forestales de Castilla y León]

Además, la intervención de los profesionales de Castilla y León no se limita a la comunidad, también han acudido 21 veces en labores fuera de la Comunidad: ocho en Cantabria, cuatro en Extremadura, dos en Galicia, una en Castilla-La Mancha y Madrid, en cada caso, y cinco en Portugal, especialmente en el de Argozelo, en la frontera con Aliste (Zamora), que se controló a un kilómetro de la raya zamorana.

 

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