El mundo del campo ha dicho basta. Castilla y León ha liderado las primeras protestas que se están realizando en el país porque no pueden más ante la situación que están viviendo. Unas reivindicaciones de los agricultores y ganaderos que se están extendiendo cada día en España, como ya ha ocurrido en otros países como Francia o Bélgica. La postura ante esto de la Junta es bien clara: "Estamos muy del lado de agricultores y ganaderos”, ha afirmado el portavoz Fernández Carriedo.
Una situación que ha recordado que se venía denunciando desde el Ejecutivo desde hace tiempo porque sufren “unos costes de producción muy altos” que no pueden repercutir sobre sus ventas, junto a las normas “exigentes y estrictas” y que ponen “muchas condiciones” para la recepción de los fondos de la nueva Política Agraria Común (PAC).
“Claro que estamos de su lado a la hora entender sus problemas”, ha asegurado el consejero. Ha puesto de ejemplo la batalla que se vive por el “conflicto” del lobo, donde ha recordado se rompió un “equilibrio histórico” en perjuicio de la ganadería, pero también las “contribuciones económicas” al campo.
En ese sentido, Fernández Carriedo defendió que los agricultores y ganaderos de la Comunidad “son muy responsables”, porque argumentó “quieren cumplir la normativa” y “saben competir”, porque tienen productos “de máxima calidad”, con los que han ganado cuota y presencia en los mercados.
Carriedo ha cifrado en 1.000 las empresas de Castilla y León que tienen relación transporte con rutas internacionales y que se estarían viendo afectadas por los cortes de tráfico que se están produciendo por parte de los agricultores en Francia durante estos días.
De esta forma, Fernández Carriedo explicó que desde la Junta han estado en contacto con Vitartis, el cluster que representa al sector agroalimentario, para conocer sus “necesidades” y “preocupaciones”. Además, recordó, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se reunió hace unos días con las organizaciones agrarias.