Pablo, uno de los promotores de las tractoradas en CyL: “Somos los de abajo y vamos a por los de arriba"
El vallisoletano defiende que es una "lucha para todos" y asegura que en las manifestaciones "no nos vestimos con nuestros pensamientos, sino de lo que vivimos"
9 febrero, 2024 07:00Noticias relacionadas
La rebelión de los tractores, iniciada en Francia y otros puntos de Europa, ha llegado a España y a Castilla y León. Lo estamos viendo en las últimas semanas. Las tractoradas espontáneas no han parado de sucederse, colapsando ciudades y carreteras para que las reivindicaciones del campo sean escuchadas por los gobiernos. Y en EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León continuamos poniendo rostro e historia a estas personas que, en una situación desesperada, han decidido salir a la calle para reclamar lo que consideran que es justo. "Somos los de abajo y vamos a por los de arriba", señala Pablo Calleja, un agricultor y viticultor de Valladolid que se encarga de organizar y coordinar en su zona de la provincia junto a otro compañero las tractoradas.
"Esto realmente es un movimiento del pueblo llano, entonces hay muchos que hablamos, debatimos y organizamos", relata en declaraciones a este periódico.
Espontáneas, convocadas vía Whatsapp y con único objetivo, hacer llegar sus reclamaciones a las altas esferas de la política. Esas son las características de estas tractoradas espontáneas que tanto están dando que hablar en estos últimos días en España y especialmente en Castilla y León, donde hay un amplísimo sector primario, uno de los principales motores de la economía de la Comunidad. "Con lo del martes conseguimos por lo menos ser visibles, pero no hemos logrado nada todavía. Estaremos a gusto cuando los políticos se sienten a hablar con nosotros", recalca el joven agricultor.
Retribuciones económicas por debajo del coste de producción, "competencia desleal" desde terceros países, excesa burocratización, políticas medioambientales inasumibles para el campo y una Política Agraria Común (PAC) impulsada desde la Unión Europea (UE) tremendamente exigente. Esas son algunas de las "preocupaciones" que quieren trasladar los agricultores a los ciudadanos. "Queremos que nos entiendan y comprendan, que se solidaricen con nosotros. Cuando nos encontramos en las manifestaciones que salgan a la calle con nosotros. Que no se queden en las aceras aplaudiéndonos. Que cuando pasen los tractores se unan y vengan. Estamos haciendo una lucha y una reivindicación para todos", recalca este agricultor y viticultor de Valladolid.
Para Pablo "no tiene ningún sentido" que la UE promulgue con la prohibición de elementos químicos y fertilizantes, en el marco de cumplimiento de la Agenda 2030, y luego se exporten productos de terceros países donde "no tienen trazabilidad" y que están usando los que se han prohibido aquí o "peores". "Si Europa dice que no tenemos que utilizar X productos no los utilizamos, pero no queremos luego salir a la misma carrera y competir con gente que lo está utilizando", aclara.
Otro de los puntos a tratar son los "precios desorbitados" en los supermercados de los alimentos. "El pueblo llano no lo sabe. Piensa que somos nosotros los que los estamos subiendo cuando es mentira. Son todos los intermediarios. Es lo que queremos denunciar", puntualiza.
Ajenos a las OPAs
Una de las características principales de estas tractoradas espontáneas es su independencia a las organizaciones agrarias. Para Pablo es "incomprensible" que los sindicatos más grandes "no se hayan unido para luchar por el campo". "Se han convertido en simples gestorías, que en eso hacen las cosas muy bien, pero ya no reivindican", lamenta.
El joven agricultor vallisoletano desprecia cualquier tinte político en las movilizaciones y asegura que aquí no están "los de un partido o los de otro", sino que son "agricultores". "No nos vestimos con nuestros pensamientos, sino de lo que vivimos", zanja con extrema rotundidad a pregunta del entrevistador.
[La tractorada rodea las Cortes de Castilla y León]
Respecto a las palabras del delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, la semana pasada, donde apuntaba a "grupos radicales" relacionados con Vox como instigadores de las manifestaciones no comunicadas, Pablo insiste en que es una "movilización de agricultores independientemente del pensamiento político". "Esto es lo que hacía falta en España. Que nos uniésemos sin importar el pensamiento político", recalca.
Disculpas a la ciudadanía
Las tractoras espontáneas han provocado verdaderos quebraderos de cabeza entre los conductores en autovías, carreteras nacionales y las propias ciudades. Por eso, Pablo también ha querido pedir "disculpas" por todo el "daño" que han podido ocasionar. "Llevamos mucho tiempo siendo no escuchados y callados. Esta es la única forma de hacernos ver", matiza.
Además, señala que el objetivo de estas movilizaciones no es conseguir más ayudas o beneficios, sino que su intención es seguir pudiendo desarrollar su sector profesional con todas las garantías de sostenibilidad. "No queremos subvenciones, queremos trabajar. Trabajar y llevar la comida a la mesa. No queremos hacernos ricos ni lo somos. Todo esto nos afecta a nosotros y a vosotros a la hora de sentaros en la mesa a comer", insiste.
En los últimos días, miembros de las distintas administraciones se han pronunciado al respecto de estas manifestaciones. Entre ellos, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quien invitaba al sector primario a establecer un diálogo y avanzar en sus reclamaciones, al tiempo que ponía de manifiesto que el Gobierno de España "apoya" a agricultores y ganaderos.
Unas declaraciones que para Pablo de momento son "palabras vacías que se quedan en el aire". "Invitan al diálogo pero no se están sentando en la mesa. De nada nos sirve que Planas salga diciendo que apoya la agricultura. Que se siente en la mesa y nos entienda", sentencia.
La UE ya ha comenzado a dar pasos para establecer un canal de entendimiento con el sector agrario. El primero de ellos, la retirada para posterior reelaboración del plan para reducir los pesticidas en un 50%. Medidas que asientan un precedente, pero que todavía no son suficientes para los manifestantes.
"No queremos paguitas, queremos solucionar las cosas de verdad. No vamos a parar de momento. Llevamos 40 o 50 años con problemas de la hostia, con gobiernos de diferentes colores, pero siempre hacia abajo", finaliza Pablo Calleja, un agricultor y viticultor vallisoletano abocado a la movilización para que sus cultivos puedan seguir saliendo adelante.