Los pueblos de Castilla y León no dejan nunca de irradiar encanto y belleza. Consiguen sorprender a cuantos turistas vengan a la Comunidad. En este caso, la revista Viajar ha hecho una selección de los 30 pueblos fronterizos más bonitos de España y, de todos ellos, se han colado varios castellanos y leoneses. 

En concreto, han ensalzado tres municipios de Zamora y dos de Salamanca. Lugares perfectos para una escapada que no dejan a nadie indiferente. 

Ahigal de los aceiteros: una ruta por la producción del aceite

Como su propio nombre indica, en este pueblo salmantino la producción del aceite es clave para el municipio. Además, es una zona donde también abundan los higos y está incluso más cerca de los vecinos lusos que de los de la capital charra.

Entre Santa Bárbara y Oliva se encuentran dos yacimientos romanos de la época altoimperial. Toda la región está rodeada de cultivos de olivos por lo que es una oportunidad excepcional para visitarlos y poder degustar del sabor de esta joya.

Además, también tienen explotaciones de cereales y los paisajes son un tesoro visual que nadie se puede perder. Por su puesto, el pueblo merece una visita obligatoria. Es importante pasar por la Plaza Mayor y dejarse deslumbrar por la Iglesia Parroquial que sobresale entre las bajas casas que conforman este municipio.

El interior no deja de sorprender. Se puede observar un retablo de estilo barroco del siglo XVIII y realizado por Cervera donde se muestra la imagen de Santa María de la Magdalena. Dos de las celebraciones más afamadas de esta villa son la ofrenda que se realiza en la Ermita del Humilladero el 3 de mayo y la fiesta de El Noveno en la que se recuerda el exento de los pagos feudales.

La Alamedilla: un habla particular 

Este pueblo salmantino tiene una particularidad muy especial y es su habla. Se ubica en la misma frontera con Portugal, lo que provoca que no sea del todo español ni tampoco portugués.

De hecho, los filólogos han analizado la manera de hablar de los locales puesto que es una variante del portugués con algunos leonesismos y pizcas de expresiones cacereñas. Su posición ha sido valorada desde la Edad Media dado que forma parte de la ruta comercial de ganado desde Portugal hasta Medina del Campo. 

Este es un buen punto de partida para adentrarse en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba, un reservorio de fauna y flora, donde se pueden avistar buitres negros, águilas reales y cigüeñas negras. 

Fermoselle: en el corazón de Arribes del Duero 

Son muchos los autores que han encontrado la inspiración en este pueblo zamorano, como Miguel de Unamuno. Y no es de extrañar porque su belleza es tal que no se ha visto nunca. Se ubica en el corazón de Arribes del Duero y cuenta con unas vistas espectaculares desde sus calles de piedra.

Es conocido como el 'Balcón del Duero', de ahí su encanto natural inigualable. Además, cuenta con un espectacular castillo, construido en el siglo XII, y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción coronada con su impresionante torre campanario. 

Como no podía ser de otra forma, los amantes del enoturismo tienen un recorrido obligatorio por esta zona. Hay muchas bodegas para poder degustar el sabor del buen vino con sello castellano y leonés.

Sagallos: una de las mayores poblaciones de lobo

Este pequeño municipio se ubica en Manzanal de Arriba, en la comarca de La Carballeda. Un pueblo que se encuentra en un lugar privilegiado en plena Sierra de la Culebra, lugar donde habitan una de las mayores poblaciones de lobo de Europa, así como un gran número de especies entre las que destaca el jabalí y el ciervo. 

Pero eso no es todo y es que también cuenta con el Centro de Interpretación de la Miel. Un lugar que merece una visita obligatoria donde se puede conocer la apicultura local, la importancia de este producto y todas las formas en las que se puede utilizar cada día. 

Puebla de Sanabria: uno de los más bonitos de España

Este pueblo zamorano está considerado como uno de los más bonitos de España. Se encuentra en un entorno natural envidiable junto a Portugal. Sus calles son empedradas y están repletas de imponentes construcciones medievales como es el Castillo de los Condes de Benavente, construido en el siglo XV, que se ha utilizado a modo de cárcel, biblioteca, casa de cultura y centro de interpretación de fortificaciones. Y es que es uno de los mejores conservados de España. 

El entorno natural es impresionante. Son cientos de personas las que cada año visitan el Lago de Sanabria. Es el glaciar más grande de Europa, con una extensa fauna acuática, donde ofrece increíbles numerosas actividades acuáticas, además de impresionantes rutas de senderismo.