Los insultos y la bronca política se han adueñado durante los últimos dos años de la vida política en Castilla y León. Los descalificativos entre dirigentes, los insultos y las discusiones con un tono duro y bronco son cada vez más habituales en la Comunidad desde que Vox entró a formar parte del Ejecutivo autonómico, en abril de 2022, hace ahora dos años. La entrada del partido de Santiago Abascal en el Gobierno de la Junta desató una reacción frontal de los grupos de la oposición que, unida al tono áspero de muchos dirigentes de Vox, ha terminado por embarrar el debate. Pero este jueves por la tarde, esa tensión política ha ido un paso más allá y ha desembocado en un injustificable episodio de violencia en las calles.
 
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Ponferrada, y alcalde entre 2019 y 2023, Olegario Ramón, fue agredido con patadas y puñetazos por un hombre que portaba una bandera de España y que se manifestaba, como cada día desde hace meses, junto a un grupo de personas frente a la sede del PSOE en el municipio, para protestar contra la Ley de Amnistía y los pactos de los socialistas con los independentistas. El hombre, de 67 años, ya ha sido detenido y todos los dirigentes políticos de la Comunidad han condenado los hechos, aunque en sus mensajes de condena algunos de ellos han aprovechado para cargar con dureza contras sus adversarios políticos.
 
El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, ha condenado una agresión que considera "injusta" pero ha asegurado que el PSOE no puede dar "lecciones de nada" y que es "una banda corrupta y criminal" mientras que el líder socialista en la Comunidad, Luis Tudanca, ha señalado a Vox por "alentar" las protestas frente a sus sedes y al Partido Popular por reaccionar "con tibieza". En el mismo sentido, el procurador Francisco Igea ha cargado contra el PP por dar "cobertura y protección" a Vox y el de Unidas Podemos, Pablo Fernández, ha vinculado el hecho de que haya "fascismo en las instituciones" con el "fascismo en las calles".
 
Una agresión que se ha producido en un momento de especial tensión ya que, aunque la crispación ha sido la tónica dominante durante los dos últimos años, la situación se ha tensado considerablemente en la Comunidad desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue investido el pasado mes de noviembre en el Congreso de los Diputados con el apoyo de los siete representantes de Junts. A cambio de esa investidura, el Ejecutivo anunció una Ley de Amnistía para los encausados por el procés independentista y una condonación de 15.000 millones de deuda a Cataluña que provocó una reacción en las calles y comenzaron a convocarse concentraciones frente a las sedes del PSOE de toda España, incluidas también las de la Comunidad.
 
Unas convocatorias que fueron alentadas por Vox y en las que participaron desde un primer momento responsables de la formación, como el consejero de Industria y Empleo, Mariano Veganzones, o el propio García-Gallardo que, megáfono en mano, gritó lemas como "Esas lecheras, a la frontera" o "Noviembre Nacional". Unas concentraciones que el PSOE consideró como "hostigamiento" y "amenazas" hacia sus sedes. Por su parte, el partido de Santiago Abascal también ha sido víctima de ataques, como el lanzamiento de huevos a una mesa informativa en Ávila o a la caseta electoral en Valladolid en la campaña de las últimas generales, además de las pintadas de 'Vox nazis' y 'Amonal per Vox' en sedes de la formación.

Un clima en las Cortes cada vez más irrespirable

Especialmente tenso se ha tornado el clima político en las Cortes de Castilla y León donde se han vuelto frecuentes no tan solo los insultos, sino también los gestos obscenos dirigidos a los rivales políticos. La legislatura se inauguró ya con crispación, cuando varios procuradores socialistas se negaron a saludar al nuevo presidente de la Cámara, Carlos Pollán, de Vox, al prometer sus cargos, y en marzo de 2023 el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, dirigió una peineta a la procuradora socialista Rosa Rubio.
 
En noviembre, la bancada del PSOE acusó al vicepresidente, Juan García-Gallardo, de Vox, de haber realizado un gesto de felación a dos representantes socialistas, algo que él negó, asegurando que se trataba de un "gesto de llorar". Gallardo, además, calificó al PSOE de "banda criminal", algo que ha vuelto a repetir este viernes en sus redes sociales, mientras él ha sido tildado de "fascista" en varias ocasiones por parte de la oposición. Además, Tudanca calificó a Vox de "enfermedad contagiosa" en una entrevista en este medio, algo que la formación de Gallardo le ha recriminado en multitud de ocasiones.
 
También son habituales las sesiones tensas en las Cortes entre las procuradoras del PSOE Ana Sánchez y Patricia Gómez Urbán y la bancada de Vox, a cuyos procuradores suelen acusar, con un tono duro y contundente, de machismo y xenofobia. Por otro lado, son frecuentes los choques entre el procurador Francisco Igea y el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, a raíz de la petición de Vox de que se retirase a Igea la dedicación exclusiva, una iniciativa que salió adelante esta misma semana. De la Hoz calificó a Igea de "tránsfuga corrupto", le advirtió que "no se irá de rositas" y que el PP "actuará" mientras que el procurador del Grupo Mixto señaló que "si hay alguien que sabe de corrupción es el señor De la Hoz". Un enfrentamiento que llegó incluso a la cafetería de las Cortes.
 
Igea coincidió con el popular, le fue a buscar y le dijo "no hay nadie en esta Comunidad que sepa tanto de corrupción como tú" a lo que De la Hoz le espetó un "payaso" al exmiembro de Ciudadanos. También ha jugado un papel protagonista en el incremento de la crispación en la Cámara el representante de Unidas Podemos, Pablo Fernández, que en noviembre de 2022 aseguró que Gallardo "es de ideología fascista" a lo que Pollán le retiró la palabra en la Cámara. Un descalificativo que ha usado en multitud de ocasiones para atacar a la bancada de Vox.

Ataques a las sedes del PSOE

Durante los últimos meses, además, se han producido varios ataques a sedes del PSOE en la Comunidad, al calor del incremento de la crispación por las protestas contra la Ley de Amnistía. La sede del PSOE de Zamora ha sido atacada, al menos, en dos ocasiones, la primera de ellas en noviembre de 2023 con una pintada en la que se podía leer 'Traidores a Zamora' y la segunda el pasado 8 de marzo, cuando lanzaron huevos y pintura amarilla y roja contra su fachada.
 
También se han registrado ataques en la sede de los socialistas de León, en Ponferrada o en el municipio vallisoletano de Laguna de Duero e incluso se lanzaron huevos contra la sede autonómica del PSOE de Castilla y León, situada en la Avenida de Medina del Campo de Valladolid. Unos ataques que los socialistas siempre han vinculado a Vox por alentar las protestas mientras que la formación de Santiago Abascal se ha desmarcado.

Lucas Burgueño, el acosador de Óscar Puente

Otro desafortunado episodio vivido durante los últimos meses, y vinculado a ese aumento de la crispación política, fue el incidente sufrido por el actual ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, con el psicólogo Lucas Burgueño. Burgueño increpó a Puente preguntándole por los pactos de los independentistas con el PSOE cuando iba en tren a Madrid en septiembre de 2023, siendo aún diputado nacional raso, en un incidente que obligó a retrasar 45 minutos la salida del convoy.
 
Tras este episodio, comenzó a conocerse que Burgueño había sido detenido en cuatro ocasiones previamente por diferentes incidentes y, de hecho, ingresó en la cárcel de Villanubla durante dos meses por quebrantar la orden de alejamiento con respecto a sus padres.

La agresión contra el alcalde de Aranda de Duero

El pasado 11 de febrero, el alcalde de Aranda de Duero, Antonio Linaje, fue agredido cuando se encontraba de madrugada en un bar de la localidad después de recriminar su actitud a un grupo de personas que intentaba entrar a empujones en el establecimiento. Por esta agresión, Linaje sufrió hematomas e inflamación mandibular y presentó la correspondiente denuncia. Dos personas fueron detenidas por el ataque, entre ellas un menor de edad, que fue quien le propinó los puñetazos.
 
El clima de crispación política parece ir en aumento cada día que pasa en Castilla y León y no parece tener visos de aminorarse. La Comunidad contaba ya con un caldo de cultivo desde que Vox entró a formar parte del Gobierno, y los duros choques en las Cortes se trasladaron a las calles en forma de tensión y descalificativos, pero el pacto del PSOE con los independentistas, la Ley de Amnistía y las protestas frente a las sedes de los socialistas solo han hecho que avivar esa crispación hasta el punto de conducir a lamentables agresiones físicas, como la producida este jueves. Una polarización política que ha desencadenado un intolerable clima de violencia en Castilla y León.

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