El Banco Europeo de Inversiones (BEI), que es el gran brazo financiero de la Unión Europea, firmó este lunes un préstamo de 120 millones de euros con la Junta de Castilla y León. La inversión se destinará a la renovación y ampliación de una serie de hospitales y centros de salud públicos en las ciudades de Valladolid, Salamanca, Palencia, Soria y Aranda de Duero (Burgos).
Las actuaciones que se llevarán a cabo incluyen la construcción de dos centros de atención primaria, adscritos a los Hospitales Clínicos Universitarios de Valladolid y Salamanca; la renovación y extensión del Hospital Río Carrión de Palencia; la segunda fase de la construcción del Hospital de Santa Bárbara de Soria; y la edificación del nuevo Hospital de Aranda de Duero, en la provincia de Burgos.
La financiación también contempla la adquisición de equipamiento médico para los hospitales y centros de atención primaria que serán modernizados y ampliados en cinco de las provincias de Castilla y León. El crédito del BEI permitirá a la Junta “reforzar” el servicio que el sistema sanitario público ofrece a los castellanos y leoneses. Según estimaciones de la Junta de Castilla y León, una vez completados, los proyectos financiados darán servicio a unas 830.000 personas.
El préstamo es el primer tramo de un crédito aprobado por el BEI a la Junta de Castilla y León por un valor total de hasta 175 millones de euros en este campo. Se enmarca en las acciones de la institución comunitaria destinadas a la financiación del sector sanitario para continuar “con su apoyo a los sistemas de salud efectivos, accesibles y resilientes”, según un comunicado de prensa emitido por el BEI.
La institución financiera de la UE reivindica que el proyecto permitirá a la sanidad pública de Castilla y León “dar una mejor respuesta a diferentes retos, como las crecientes necesidades sanitarias derivadas de un envejecimiento de la población, que exige más camas en cuidados de larga duración y rehabilitación funcional, y las posibles emergencias sanitarias futuras”. “Además, la nueva infraestructura traerá consigo una reducción del consumo de energía, con lo que también se obtendrá un beneficio para la sociedad y el medioambiente”, añade el comunicado.
Cabe recordar que el BEI es el principal brazo financiero de la Unión Europea, cuyos accionistas son los 27 estados miembros. En este sentido, financia inversiones que contribuyen a alcanzar los objetivos de política pública del bloque europeo y pretende fomentar la competitividad, impulsar la innovación, promover el desarrollo sostenible, reforzar la cohesión social y territorial, y favorecer una transición justa y ágil hacia la neutralidad climática.