Sus lemas eran todo un ejercicio contra la natura de los principios del marketing. ‘¡Que me votes, leche!’ o 'Déjese de pitorreo y vote a Ruiz-Mateos'. Y la verdad es que tuvo tirón, no solo en toda España, también en Castilla y León. Las elecciones europeas siempre han sido ese laboratorio de pruebas para que los partidos menos conocidos o más sorprendentes tuvieran su espacio. Y en 1989 lo hizo uno que no dejó indiferente a nadie. El partido se llamaba Partido del Trabajo y Empleo-Agrupación Ruiz-Mateos y en Castilla y León logró a tener el apoyo de más de 40.000 castellanos y leoneses.
Para hacerse una idea es el mismo apoyo que tuvo Izquierda Unida en 1989, el doble que el del CDS en 1994, o superando en 15.000 los que obtuvo Vox o Podemos en 2014.
Fue en las elecciones europeas de 1989, las segundas de la historia de España. 46.298 apoyos que le hicieron ser la cuarta fuerza más votada. Ganó el PSOE, su primera vez y gracias a Felipe González, con 419.922 (36,45%), segundo fue el PP con 372.451 votos (32,33%) y tercero el CDS con 151.902 (13,1%). Y así se coló el empresario jerezano en la cuarta posición con esos 46.298, un 4% de los votos que le sirvió incluso para superar a Izquierda Unida. El 15 de junio de 1989 ganó la inmunidad judicial y dos escaños. Uno para él y otro para su yerno, Carlos Perreau de Pinninck Doménech. Para ser más surrealista, juró la Constitución en la clínica en la que estaba internado por una operación de abdomen
El efecto ‘Que me votes, leche’ solo duró esos cinco años. En las siguientes elecciones, 1994 y ya siendo dueño del Rayo Vallecano, se diluyó, aunque fue la sexta fuerza más votada con 6.083 sufragios y un 0,47%. Su último lema, en plena crisis económica, fue 'España para los españoles'. La historia de Ruiz Mateos acabó en Castilla y León y en toda España. El dueño de Rumasa ingresó en la cárcel.
Procesado por la imputación de un delito de fraude, tras conseguir este escaño de diputado en el Parlamento Europeo, su caso pasó a ser llevado por el Tribunal Supremo. Luego el caso volvería a la Audiencia Nacional y sería absuelto por esta en 1997 del grueso de una acusación de falsedad documental que pesaba sobre él a pesar de encontrar acciones constitutivas de delito. En 2005 la Audiencia Nacional le condenaría a tres años de prisión por alzamiento de bienes.
Casos como el de Ruiz Mateos en las elecciones europeas hay muchos. Este año se ha hecho muy conocido el de Alvise Pérez (Se Acabó la Fiesta,) que ha prometido luchar contra la "corrupción y la partitocracia. Y ojo, porque las encuestas, incluso el cocinado CIS, le dan entre uno y dos europarlamentarios. La pasada semana estuvo por Valladolid, en la Plaza Mayor, repartiendo sus papeletas. También el Pequeño Nicolás ya lo intentó en las pasadas con un programa para millenials, pero no tuvo éxito.
¿Por qué ocurre esto? Pues quizás la respuesta la dio el histórico Manuel Fraga en aquel lejano 1989. “El voto a estas personalidades (en referencia a José María Ruiz-Mateos) es un voto protesta que nosotros no hemos sabido recoger”.
Macedonia de partidos
Ahora bien, entre las 34 candidaturas avaladas por la JEC para concurrir en las urnas aparecen partidos de lo más sorprendentes, y lo más llamativo, que posteriormente reciben apoyos de los castellanos y leoneses. Se presentan partidos como Extremeños, Recortes Cero o el Frente Obrero, liderado por Roberto Vaquero. Hay que recordar que las europeas son las únicas elecciones donde cada voto tiene el mismo peso, un escenario que beneficia a partidos minoritarios. Aquí los partidos nacionalistas no lo tienen tan fácil para conseguir sillones. Ante esto las fuerzas nacionalistas o regionalistas tienden a agruparse en coaliciones para sumar sus votos, ya que los apoyos que obtienen en sus respectivos territorios rara vez bastan para acceder al Parlamento Europeo.
Echando un vistazo a los resultados de las elecciones de hace cinco años se puede comprobar al estilo del torero Rafael el Gallo “hay gente pa tó”, un “hay votos pá to”. El Pacma, que siempre lo intenta, tuvo más de 11.500 apoyos. Ahora Repúblicas, la formación que aglutina este año también a partidos como Esquerra Republicana de Catalunya o Bildu, recibió 1.610 votos.
Mientras que 867 nostálgicos del régimen siguieron votando a la Falange. No faltan los que echan de menos su tierra. 352 votaron a Extremeños Prex Crex y 242 a Andalucía por el Sí. También se nota la inmigración y el Movimiento Independiente Euro Latino recibió 267 sufragios.
Incluso tirando de hemeroteca, vemos que en las primeras elecciones, en las de 1987, 4.763 castellanos y leoneses votaron a Herri Batasuna, en 1999, 1.425 al Bloque Nacionalista Galego y hasta 846 votaron a Convergencia i Unió en 1989.
Este próximo domingo 9 de junio las opciones de votos para los castellanos y leoneses serán amplias y sorprendentes.