Muchos españoles, y castellanos y leoneses, piensan que vivimos en una continua campaña electoral. Entre municipales, autonómicas, generales y europeas se han cumplido casi tres años de constantes comicios. Hasta hemos tenido que elegir al presidente del Gobierno en pleno mes de julio. Pues bien, este domingo se ha cerrado el ciclo con unas elecciones europeas que ahora dejan el camino libre hasta dentro de un tiempo…o no. Ya se sabe cómo va esto.
Si en política hubiera un orden lógico, y no lo hay, las próximas elecciones que se tendrían que celebrar en España serían las de las Cortes de Castilla y León. Pero tranquilos, no serían hasta 2026. O eso es lo que dice el calendario oficial, ya que la última vez que se celebraron fueron el domingo 13 de febrero de 2022. Fue la primera vez en que el presidente de la Junta de Castilla y León utilizó la prerrogativa de convocar elecciones anticipadas, abriendo un nuevo ciclo electoral en la Comunidad. Por lo tanto, si la lógica mandara, la ley dice que tiene que ser cada cuatro años, por lo que tendrían que ser para marzo de 2026, ahora bien, hablar de año y medio en política es más largo que los 90 minutos en el estadio Santiago Bernabéu. Y es que por medio hay muchos más intereses.
¿Hasta cuándo durará la legislatura en Castilla y León? Pues es la pregunta del millón. Solo Mañueco y su botón rojo lo saben. “Estamos convocados a elecciones para el año 2026, en marzo, mientras este Gobierno sea útil y eficaz”, dijo el presidente de la Junta hace ya unos meses. La última coletilla deja todo en el aire. Pero, el botón está presente y entran muchas variables siempre con Vox presente. Por ejemplo, los resultados de las europeas, el ritmo de las coaliciones de otros gobiernos autonómicos y municipales, y, la recta final en Castilla y León con su socio exigiendo algunas cuentas pendientes firmadas en el acuerdo de gobernabilidad.
Los resultados de estas elecciones europeas han dejado a un Mañueco reforzado, incluso ya formando parte de los barones más fuertes del PP de cara a Genova, a un Tudanca todavía más tocado, sin poder defender una gestión nacional que aquí no se entiende y a un Vox en tierra de nadie. El presidente de la Junta marca tiempos, pero con Presupuestos y con el apoyo de las urnas, tiene la llave de un posible adelanto.
Desde aquel 13 de febrero de 2022, los castellanos y leoneses hemos ido a las urnas hasta en dos ocasiones más. Las municipales del 28 de mayo de 2023, dos meses después, las Generales del 23 de julio. Recordando que en 2019 tocó dos veces. Y posteriormente hemos tenido que ‘padecer’ también las celebradas en Cataluña, Galicia y País Vasco.
De esta manera, los electores tendrían un tiempo tranquilo, pero claro, hablar de tranquilidad en la política nacional es hacerlo de una quimera. Teniendo en cuenta la debilidad que está mostrando el Gobierno de Pedro Sánchez, por lo tanto, habrá que esperar a un posible cambio de guion, uno más, del líder socialista. Y es que quizás entre estas europeas y las autonómicas en Castilla y León, se cuelen unas Generales, una más. Los partidos separatistas, es decir ERC y Junts, tienen la llave de la gobernabilidad y ahora están presionando desde Cataluña para que Sánchez sacrifique a Salvador Illa, ganador de las recientes elecciones catalanas, y se proponga al prófugo Carles Puigdemont como candidato. Y esto mismo también puede provocar una repetición en Cataluña.
De momento, se puede respirar tranquilo porque en el horizonte no hay ninguna convocatoria señalada. Las urnas pueden descansar hasta nueva orden.