El verano está muy unido a las fiestas populares y éstas a los eventos taurinos. Unos espectáculos que enfrentan en cada municipio a aficionados con gente contraria al que califican como maltrato animal.
En este segundo grupo se podría encontrar la Fundación Franz Weber, quienes han denunciado a la Junta de Castilla y León por vulnerar su propio marco normativo de promoción, atención y protección a la infancia, apoyando la realización de un circuito de novilladas para el cual, afirman, emplearon dinero público y soporte institucional.
Una norma, informan, que incluye un artículo específico sobre la presencia de menores en actividades lesivas para su integridad física o moral. Los naturalistas recuerdan que este tipo de convocatorias se han presentado en otras comunidades gobernadas por PP y VOX, como el caso de Extremadura o Comunitat Valenciana.
Los miembros de la fundación aseguran que "los menores de diferentes localidades quedarían expuestos al sufrimiento real de los animales y a toda la violencia que rodea a las novilladas", por lo que instan a la Junta a cumplir una Ley que "están ignorando de forma deliberada para favorecer a grupúsculos asociados a la tauromaquia".