. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, comparece en rueda de prensa para presentar el anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad de Castilla y León para el año 2025.

. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, comparece en rueda de prensa para presentar el anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad de Castilla y León para el año 2025. R. Cacho ICAL

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La fórmula de Castilla y León para recaudar más sin subir impuestos

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“Castilla y León demuestra que bajando impuestos se puede recaudar”. Es el argumentario que desde la Junta se mantiene durante estos días de presentación de posibles presupuestos.

¿Es cierto? De momento lo que es, es la eterna pregunta que se hacen los gobiernos autonómicos. Cuando el Gobierno central aprieta más que nunca a las Comunidades, las gobernadas por el Partido Popular (con Ayuso a la cabeza) intentan sacar la chistera y hacer magia. Bajar impuestos, pero seguir recaudando.

¿Cómo se hace? Pues según el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con “una fiscalidad moderada con bajos impuestos, una fiscalidad inteligente que tiene como objetivo impulsar el crecimiento económico” Y, por último, “una fiscalidad comprometida para garantizar los mejores servicios públicos”.

La teoría se conoce, pero cómo es la práctica.  Una nueva rebaja del tramo autonómico del IRPF en el tipo mínimo, o lo que es lo mismo, un reto al Ministerio de Hacienda liderado por María Jesús Montero. "Hemos bajado impuestos a familias, jóvenes, autónomos y empresas, con una especial atención al medio rural”, afirma Mañueco.

Desde 2018, el ahorro fiscal en la Comunidad se ha incrementado un 174% sumando las sucesivas reducciones de la tarifa autonómica del IRPF.

El consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, asegura que la subida prevista en la recaudación de impuestos refleja cómo se pueden recaudar más bajando impuestos, al elevar la actividad económica, las bases sobre las que se tributa. Esa es la clave.

Castilla y León lo ha cumplido y se ha pasado del 9 % al 8,5 % y que beneficiará a "todos los contribuyentes" de la Comunidad, que ha cifrado en 1,3 millones de personas. Es la segunda autonomía con el tramo más bajo, solo le supera la Comunidad de Madrid de Ayuso con su famoso 8%.

Con estas medidas, Castilla y León ha presentado esta semana sus cuentas más altas de la historia: 15.084 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 3,58 % respecto al de 2024.

Competitividad Fiscal

A la falta de estas nuevas medidas, Castilla y León figura en el décimo puesto del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal, un informe que en 2023 la ubicaba en el séptimo puesto.

Ahora sitúa a la Comunidad de Madrid a la cabeza por quinto año consecutivo, mientras que coloca a la cola a Cataluña, con el doble de impuestos autonómicos que las demás comunidades.

Reconoce el documento específico sobre Castilla y León que esta Comunidad ha emprendido varias reformas en los últimos siete años.

Así menciona diferentes deducciones en impuestos como el de Sucesiones, especialmente la de 2021, con la introducción de una bonificación del 99% para los herederos de primeros grados de consanguinidad.

Bajada de impuestos

Esta fiscalidad selectiva alcanzará los 709 millones de euros en beneficios fiscales para ayudar a familias, jóvenes, autónomos, pymes y medio rural, que beneficiará a 558.000 contribuyentes.

En el acceso a la vivienda de los jóvenes también hay bajada con un tipo superreducido del 3% en el medio urbano y del 0,01 % en el medio rural. Se incrementa del 15% al 20% -una mejora del 33 %- el porcentaje de deducción en el IRPF que se aplica a las rehabilitaciones de viviendas en el mundo rural para alquiler, con el objetivo de dinamizar el medio rural.

También se ampliar el número de beneficiarios con la reducción del 99% de la base imponible del impuesto sobre sucesiones por la adquisición de explotaciones agrarias.

Asimismo, la Junta establecerá un tipo super reducido del Impuesto de transmisiones Patrimoniales, para los jóvenes que adquieran una vivienda, del tres por ciento en las ciudades, y del 0,01 por ciento en el medio rural.

Todo ello se resume para Mañueco en que “somos un referente de fiscalidad favorable en el mundo rural, frente al reto demográfico”.

Ingresos

Ahora bien, de dónde llegan los ingresos para las arcas de Castilla y León. El estado de ingresos del Proyecto de Presupuestos para 2025 revela que, de los 15.084 millones de euros, corresponden a Operaciones Corrientes 12.293,3 millones y a Operaciones de Capital 1.133,3 millones de euros.

Las partidas procedentes de los Fondos Next Generation de la Unión Europea alcanzan los 447,57 millones de euros

En cuanto a los ingresos por deuda, esta se incrementa un 2,48% en 2024, hasta los 1.609 millones de euros, manteniendo el nivel de endeudamiento por debajo del 19% del PIB de la Comunidad.

Así, los ingresos por operaciones corrientes supondrán el 81,5 por ciento del presupuesto, con 12.293,32 millones de euros. El mayor aumento corresponderá, de cumplirse las expectativas, en los impuestos directos, con 3.636,9 millones de euros, un 6% más.

Es decir, los compromisos que los ciudadanos están obligados por ley a pagar también suben.

Por su parte, los ingresos por tributos indirectos supondrán 3.989,3 millones y subirán un 1,49 por ciento.

Las tasas, precios públicos y otros ingresos aportarán a las arcas de la Comunidad, 235,94 millones, un 0,85 por ciento más que este año. Las transferencias corrientes sumarán 4.387,35 millones, con un incremento del 5,45 por ciento, y los ingresos patrimoniales, 43,82.

Contra el Gobierno

Mientras la Junta presume de bajar impuestos, también tiene tiempo para criticar la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez. 

Así, esta misma semana, la consejera de Industria, Comercio y Turismo, Leticia García, y el presidente de CEOE en Castilla y León, Santiago Aparicio, advirtieron de la pérdida de competitividad del tejido empresarial por la elevada presión fiscal en España.

García trasladó que los empresarios destacan entre sus preocupaciones, según estudios, "la presión fiscal enorme" que sufren "fundamentalmente por el Gobierno de España" que presiona a las empresas a base de impuestos y con las cotizaciones sociales" vinculadas a los costes laborales.

"Les está poniendo muy difícil el trabajo en muchos casos", dijo.

La oposición

No lo creen así desde la oposición. Por ejemplo, el cada vez más cuestionado líder socialista Luis Tudanca cree que Castilla y León no podría financiar los servicios esenciales de manera autónoma y estarían “en quiebra” si no fuera por la aportación extra del Gobierno y por los fondos europeos, y destacó que en estos “no Presupuestos” solo aporta el Ejecutivo autonómico el 4 por ciento de los recursos. 

Por el contrario, lamenta que “haga caja” la Junta con los fondos que llegan para la dependencia o a la sanidad mientras hace “regalos” fiscales a los que más tienen.