Durante el verano hay millones de planes por hacer. Son muchos los que se animan a ir a zonas de playa y disfrutar de un buen chapuzón. Aunque cabe recordar que en Castilla y León también hay algunos sitios disponibles para el baño, como es el caso de las piscinas naturales, parques acuáticos o piscinas municipales.
Pero hay muchos otros que prefieren hacer turismo por sus comunidades o por el interior de España. Si algo nos enseñó la pandemia fue a apreciar los sitios tan bonitos -y desconocidos- que hay en nuestro propio país.
Idealista no tiene dudas de que hay un pueblo en Castilla y León que merece la pena visitar. Una parada obligatoria este verano. Y está garantizado que no va a defraudar. Si por algo se caracteriza la Comunidad, es por la cantidad de pueblos con los que cuenta, pero este, sin duda, tiene magia, encanto y miles de planes por hacer.
Su nombre es Candeleda, y es imprescindible hacer parada porque su belleza te va a sorprender. Y no es que lo digamos nosotros, sino que hace poco ha estado a punto de convertirse en la Capital del Turismo Rural 2023. Se ubica en la Sierra de Gredos y podría tratarse de un espacio de cuento.
Son muchos los planes que se pueden hacer gracias a su ubicación de ensueño. Para este tiempo veraniego, en el que el calor no da ni un respiro, puedes aprovechar y darte un baño refrescante en las charcas y bellas piscinas naturales con las que cuenta. Cabe destacar que el piragüismo es una de las actividades más demandadas. Ya sea para descender por las aguas del río Tiétar o para remar por el embalse de Rosarito.
Algunos prefieren un poco de montaña, naturaleza y senderismo. Pues también es posible. Hay muchas rutas, pero una en concreto puede resultar interesante. Se trata de la que une El Raso con el Pico Almanzor, supone la cumbre más alta de todo el sistema Central. Para quienes quieran algo un poco más tranquilo, hay varios senderos homologados por la zona.
La Casa de las Flores es un punto de referencia en la localidad abulense. Se encuentra en pleno centro y tiene una de las fachadas más bellas gracias a las coloridas plantas que lo adornan. Cuenta con ocho balcones y grandes ventanales. Está hecha de piedra y su construcción data de 1862. Además, no deja de sorprender, y es que hay una peculiaridad: alberga el Museo del Juguete de Hojalata. Un espacio lleno de magia en el que podrás disfrutar observando juguetes de todo el mundo; más de 3.000 piezas repartidas en cuatro secciones, que seguro te transportarán a los bonitos recuerdos de la infancia.
No dejes de visitar la Calle del Moral, la Calle del Pozo y la Calle de la Corredera. Tampoco la Ermita de San Blas y El Rollo, que están enclavados en un bello conjunto. Puede que la ermita sea una de las más antiguas de todas las construcciones cristianas. Las casas entramadas también son una de las peculiaridades del Valle de Tiétar. Son muy curiosas dado que puede que la planta baja no coincida con la de encima. Eso hace que la distribución interior sea peculiar.
¿A quién no le encantaría poder ver las estrellas? Llega la noche, hace buen tiempo y este es uno de los mejores planes. Hay un mirador estelar, ubicado en la zona de Las Tejoneras, que es el favorito para los amantes del astroturismo. Está en plena naturaleza y podrás observar de manera privilegiada las galaxias, constelaciones, lluvias de estrellas, alineación de los planetas o el paso de los cometas.
No os vayáis de este hermoso pueblo sin hacer una parada en el Santuario de la Virgen de Chilla. Un espacio que rinde culto a la Patrona de Candeleda.