Los restos de los 12 primeros exhumados del Valle de Cuelgamuros, pertenecientes a once hombres y una mujeres que, procedentes de las localidades abulenses de Pajares de Adaja y Navalmoral de la Sierra, fueron asesinados en agosto de 1936, regresaron hoy junto a sus familiares en un acto celebrado en la ermita de la Virgen de la Rivilla, situada junto al cementerio de Pajares de Adaja, donde les fueron entregados los restos.
Pertenecen a las 12 personas asesinadas hoy hace 87 años y cuyos restos fueron inhumados en fosas comunes de las localidades de Aldeaseca y Fuente el Sauz, desde donde luego se les dio traslado al Valle de Cuelgamuros para ser inhumados junto a otras 4.266 víctimas en el nivel 0 de la capilla del Santo Sepulcro. Pero este sábado, gracias al incansable trabajo de sus familiares y a la voluntad del Gobierno de España, regresaron a casa para reposar junto a los suyos.
El acto institucional, que fue calificado por el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños, como de “pura humanidad”, sirvió también como homenaje a las 12 víctimas: Víctor Blázquez del Oso, Valerico Canales Jorge, Emilio Caro García, Román González Enríquez, Flora Labajos Labajos, Celestino Puebla Molinero y Pedro Ángel Sanz Martín, todos ellos vecinos de Pajares, y Raimundo Meneses Redondo, Rito Martín Redondo y Gregorio, de Navalmoral de la Sierra, además de otros dos jornaleros de esta localidad serrana aún sin identificar, que estos años permanecieron en la ‘Caja 198’.
Dicha caja fue calificada por Bolaños como “un símbolo de lo que fue la España negra de aquellos años, porque esas personas recuerdan la terrible violencia que se vivió, pero también de la democracia actual, porque hemos sido capaces de homenajear a estas personas, recuperando sus restos y entregándoselos a sus familiares, y de futuro, porque el Gobierno no olvida a ninguna víctima”.
Bolaños estuvo acompañado en el acto, además de por los familiares y allegados de las doce víctimas cuyos restos han sido hoy entregados, por el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones; el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano; el alcalde de Pajares, Federico Farelo, y el secretario general de UGT, José María Álvarez.
“Este día, en el que saldamos una deuda, es el final de un largo camino para sus familiares, pero para el Gobierno es el inicio del camino y vamos a hacer todo lo posible para recuperar la verdad”, afirmó Félix Bolaños durante su intervención en esta emotiva celebración. El acto, presentado por Elena Marquínez, comenzó con una pieza musical de Albinoni, interpretada por la violinista Rocío González, y continuó con la primera de las intervenciones, a cargo del alcalde de Pajares de Adaja, Federico Farelo, que dio la bienvenida a todos los presentes y destacó el lugar elegido, un jardín donde se respira “paz y tranquilidad”.
Tomó la palabra a continuación Juan Luis González, nieto de Román González, que señaló que “hoy cerramos el duelo de abuelos, padres y tíos, que en 87 años no se pudo realizar, lo que es inexplicable, pero también se cierra un duelo universal, de tantos que a lo largo de la historia no han podido exteriorizarlo y por eso hacemos extensivo este acto a todas las víctimas como símbolo de solidaridad humana”. Es, según comentó “un acto de reparación incompleta, pero significativa, porque a nuestros muertos había que sacarlos de allí a cualquier precio, lo hemos hecho y ya están de vuelta para reposar junto a los suyos”.
La lectura de las biografías de las víctimas de Pajares y Navalmoral de la Sierra a cargo de sus familiares dio paso después a una evocación también por parte de sus más allegados y a la intervención de Yolanda Meneses, en representación de las víctimas de Navalmoral, que recordó que se devolvían los restos de “tres de los cinco segadores de Navalmoral de la Sierra, porque siguen sin identificar los restos de Fernando Jiménez y Laureano Pérez”.
Por su parte, Fausto Canales, hijo de Valerico Canales, afirmó que han sido “23 años de difícil lucha para recuperar estos restos, años en los que España ha incumplido el derecho a que se sepa la verdad y a una reparación”. “Es un acto de sanación que cierra heridas abiertas hasta hoy, es un acto de paz e invitamos a toda la sociedad española a que así lo considere”, subrayó.
También intervino el responsable del equipo multidisciplinar encargado de la exhumación y análisis de los restos del Valle de Cuelgamuros, el médico forense Francisco Etxeberría, que además de hacer entrega del informe de cada una de las víctimas a sus familiares, señaló que todo este proceso “no tiene sentido sin actos como este” y añadió que todo ese equipo forense “comparte vuestros sentimientos y hacemos esto porque estamos convencidos de que sirve para reforzar los valores democráticos y para ensanchar los derechos humanos”.
Tras estas palabras y las del ministro Bolaños, se procedió a la entrega de los restos e informes a los familiares y todos los presentes se trasladaron al cementerio de Pajares de Adaja, donde los restos fueron inhumados en una digna sepultura común en la que cada familiar depositó un clavel rojo sobre el memorial, mientras todos los presentes cantaban el tema ‘Al alba’ de Luis Eduardo Aute.