Este es el pueblo de más de mil habitantes más pobre de Ávila

Según indican los datos de Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2022, la provincia de Ávila cuenta con 248 pueblos. Son muchas las cosas que los puede diferenciar entre sí, pero lo cierto es que hay un factor que destaca por encima del resto. 

Este tiene que ver con el poder adquisitivo. No todos los ciudadanos abulenses ganan lo mismo, ni siquiera parecido, y así lo demuestra el ranking de la Agencia Tributaria que establece el posicionamiento de los municipios de más de 1.000 habitantes por renta bruta media en base a los datos del 2021. 

A la cola se sitúa Madrigal de las Altas Torres, lo que lo convierte en el pueblo más pobre de la provincia por tener la renta bruta más baja de la zona. Sus vecinos ganan una media de 16.617 euros al año, bastante por debajo de la media autonómica, fijada en los 26.083 euros, y de la media nacional, la cual se sitúa en los 29.014 euros; lo que demuestra que se trata de un municipio con una situación económica bastante desafortunada en comparación con otros pueblos de la provincia y con la misma en general, ya que esta alcanza los 23.079 euros de media. 

Este pueblo de 1.350 habitantes, situado al norte de la provincia y considerado uno de los más significativos de la comarca de La Moraña, que se encuentra a 79 km de la capital abulense y que destaca por ser el lugar de nacimiento de la reina Isabel I de Castilla, también conocida como Isabel la Católica, presenta un total de 646 declaraciones de la renta y se sitúa en el puesto 239 de las rentas brutas medias a nivel autonómico y en el 2.692 a nivel nacional. 

Palacio de Juan II en Madrigal de las Altas Torres, Ávila

Su renta disponible media asciende a 14.822 euros, algo por debajo de los 19.516 euros de la provincia, de los 21.644 euros de la Comunidad y de los 23.546 euros a nivel estatal. 

Los datos de la Agencia Tributaria también indican que de las 1.285.544 declaraciones que se presentan en Castilla y León, la cual cuenta con una población de 2.372.631 habitantes, un total de 77.994 corresponden a la provincia de Ávila, habitada por 158.140 personas. 

Además, cabe destacar que Madrigal de las Altas Torres es el municipio de más de 1.000 habitantes con menor renta media de todo Castilla y León, seguido de Fermoselle, Zamora, con 16.966 euros, y Lumbrales, en la provincia de Salamanca, con 18.074 euros de media.

En lo que a los pueblos de la provincia de Ávila se refiere, le siguen Casavieja con 17.608 euros, Candeleda con 18.048 euros y El Hoyo de Pinares con 18.528 euros. 

Pese a todo ello, es importante mencionar que Madrigal de las Altas Torres cuenta con una imponente riqueza a nivel histórico, arquitectónico y cultural.

Muralla de Madrigal de las Altas Torres Ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres

Ubicada en plena llanura castellana de la comarca de Arévalo, también conocida como La Moraña, entre los ríos Zapardiel y Trabancos, la localidad de Madrigal de las Altas Torres posee un rico ecosistema encuadrado dentro de la zona definida por la Unión Europea como hábitat protegido de las avutardas, una especie en peligro de extinción. 

Además, cuenta con un patrimonio de incalculable valor formado por su bella muralla declarada Bien de Interés Cultural; el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, construcción en la que nació Isabel la Católica que fue reconocida como Monumento Histórico-Artístico en septiembre de 1942; y la iglesia de San Nicolás de Bari, un templo mudéjar del siglo XIII, también declarado Bien de Interés Cultural. 

La Iglesia de Santa María del Castillo del siglo XIII, poseedora de la distinción de Bien de Interés Cultural desde junio de 1991; las ruinas del Convento Agustino de Extramuros; el hospital de la Purísima Concepción; la casa modernista de la calle Sanguino; y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario son otras de las construcciones que merecen ser visitadas por todo aquel que decida parar a contemplar este precioso pueblo abulense, con poco dinero al parecer, pero con mucha vida y mucha historia que contar, lo que lo convierte en parada obligatoria para los cientos de turistas que lo visitan año tras año.