Inés, la madre de Lorena de Rafael, la joven desaparecida en Ávila, ha roto su silencio este miércoles para pedir que intensifiquen la búsqueda de la joven de 28 años, desaparecida el pasado 26 de octubre.
La joven, según ha explicado, se ha fugado del psiquiátrico en el que se encontraba en Arévalo. Y urge que se la encuentre lo antes posible debido a lo "peligrosa" que puede llegar a ser. Salió del psiquiátrico con la intención de volver en una hora y jamás regresó. Por ello, Inés pide explicaciones para saber "por qué la han dejado salir y quien ha contribuido en su huida".
Lleva 12 años padeciendo la enfermedad de Munchausen, que provoca una simulación de distintas enfermedades y síntomas sin ninguna razón. “Está muy enferma, tiene varios trastornos. Tiene muy poca empatía y una capacidad de manipular que es impresionante. Ha manipulado a muchos médicos”, ha afirmado la progenitora en una entrevista concedida al programa TardeAR.
De hecho, fueron los propios familiares quienes dieron la voz de alarma de lo que le sucedía. La madre relata que a los 18 años comenzó a tener hijos y “se complicó todo”. Tiene cuatro hijos y no tiene la tutela de ninguno a causa de los trastornos que padece. Además, cuenta con 50 órdenes de alejamiento de todas las parejas que ha tenido en los últimos años.
Recuerda que desde muy joven comenzó a automedicarse hasta que empezaron a “registrarle la habitación y la taquilla del hospital”. Inés asegura que está preocupada por muchos motivos, el principal que “esté sin medicación” puesto que es “muy vulnerable”: “Igual que ella se aprovecha de otros, también otros de ella. Se mueve en círculos de riesgo. Le puede pasar cualquier cosa”.
No es la primera vez que se fuga de un hospital. En Madrid ha tenido hasta 200 ingresos hospitalarios y afirma que "se ha llegado a autolesionar". La madre, preocupada, relata que las víctimas "podemos ser cualquiera" y que ha llegado, incluso, a extorsionar con un bebé "diciéndole a un hombre que era suyo para que le diera dinero".
El futuro que le espera a su hija, lamenta, es "estar ingresada en un sitio a salvo y que esté cuidada". Y, al parecer, "arreglo no tiene". Inés, por su parte, asegura que sigue de pie porque "hay gente que me necesita".
Por ahora, tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil la están buscando. La madre alerta de que puede haber cambiado su aspecto físico, por ejemplo, el color de pelo y reconoce que tiene algún recurso económico debido a la paga que recibe y no ha gastado en este tiempo por estar ingresada.