Muchas son las veces que nos empeñamos en hacer largos viajes para descubrir sitios mágicos cuando, alguno de ellos, se ubican a la vuelta de la esquina. Esto es lo que pasa con el municipio abulense de Candeleda, que está dentro de los pueblos más bonitos de España y que brilla por conseguir una combinación perfecta entre belleza patrimonial, natural y esplendor cultural.
Se trata de una localidad, de origen medieval, que cuenta con unos 5.000 habitantes y que se sitúa en el Valle del Tiétar, encontrándose arropado por todo en encanto natural con el que cuenta la Sierra de Gredos. Se define por su acogedora gente, por sus bellos paisajes y por unas temperaturas suaves, ahora que se acerca el invierno, podríamos decir que frías.
Aquí encontramos la calma que no tenemos en otras grandes urbes, como, por ejemplo, Madrid, que se sitúa a poco más de dos horas y tiene todos los ingredientes para realizar una escapada perfecta que puede ser perfectamente combinada con el encanto gastronómico y con unos platos que quitan el sentido.
Sin embargo, Candeleda tiene, ahora mismo, un problema. La jubilación de Luis Hernández ha dejado al pueblo sin nadie lo explote. Por ello, el Ayuntamiento de Candeleda ha sacado a licitación el mismo con el fin de que su querido quiosco no caiga en el olvido.
Una historia del siglo pasado
“El quiosco se ubicó, en el siglo pasado, en la Plaza del Castillo, un lugar muy frecuentado por los candeledanos y foráneos. El local es propiedad del consistorio. Es municipal. Su existencia proviene de hace muchos años y le tenemos un gran aprecio. Por eso no queremos que caiga en el olvido”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, el alcalde del pueblo, Carlos Montesino Garro.
Todo después de que la persona que se ha hecho cargo de su explotación durante los últimos años, Luis Hernández Gómez, haya tenido que jubilarse. El cierre del quiosco, a mediados de este año 2023, es por ello, y ha sumido a Candeleda en una gran tristeza, en busca de que alguien decida tomar las riendas. “Candeleda le agradece su dedicación y le desea una feliz jubilación”, afirma el alcalde.
“Vendía prensa diaria, revistas, libros, cromos, tarjetas de telefonía y otros productos a los que siempre que echabas en falta podías ir a comprarlos al quiosco. Se ubica en la Avenida Ramón y Cajal y esperamos que pronto vuelva a estar a pleno rendimiento”, añade el primer edil que trabaja duro para que así sea.
En fase de licitación
La explotación del quiosco protagonista de este escrito se encuentra en fase de licitación para que los candidatos que así lo quieran puedan participar en el proceso y en el contrato administrativo del mismo, como reza en el anuncio de licitación que fue publicado en la plataforma de contratación del sector público el pasado 7 de diciembre.
El proceso de licitación es abierto, mediante tramitación ordinaria y la entidad adjudicataria es la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Candeleda. El plazo para que los candidatos entreguen sus credenciales para hacerse con la explotación de dicho quiosco finaliza el 27 de diciembre de este año.
El valor estimado del contrato es de 4.200 euros por un plazo de cuatro años (son 87,5 euros al mes), aunque hay opción a otra prórroga de dos años, como reza el pliego de condiciones al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Desde el Ayuntamiento de Candeleda, su alcalde asegura que “hay personas interesadas en la oferta y que en las condiciones “se valorará, por ejemplo, la discapacidad”.
Un quiosco indispensable para Candeleda
“La existencia de un quiosco es necesaria para Candeleda porque de él se obtiene información que proviene de los periódicos, libros y, a su vez, es un punto de información para los visitantes que llegan hasta nuestro municipio porque es también un lugar en el que los foráneos se pueden impregnar de las bondades del pueblo”, afirma Carlos Montesino.
Desde el Ayuntamiento de la localidad abulense no se imaginan un futuro sin su querido quiosco. El alcalde, en declaraciones a este periódico, deja constancia, con palabras sinceras, del palo que sería quedarse sin uno de sus emblemas.
“Candeleda tiene un potencial enorme para que puedan establecerse personas que desempeñan el teletrabajo. El clima y el agua permiten una calidad de vida muy apreciable. Este municipio ofrece ocio deportivo, cultural, y una oferta de productos agrícolas de primera calidad”, explica el primer edil.
Montesino añade que Candeleda “está inmersa en un proceso lento de no crecimiento de su población”. Por eso busca a alguien que se instale en el lugar para explotar su querido quiosco.