Los monjes de la abadía benedictina de Santo Domingo de Silos (Burgos) se encuentran confinados por un brote de COVID-19. La comunidad tilda la situación como “delicada” y los religiosos suspenden su rezo conjunto, según han dado a conocer hoy fuentes de la archidiócesis de Burgos.Así, agradecen “las numerosas muestras a apoyo y afecto” que están recibiendo, así como “la dedicación del personal sanitario”.
El brote en la abadía de Silos ha obligado a posponer la ordenación como diácono de uno de los religiosos prevista para este fin de semana y a la que iba a acudir el propio arzobispo, Mario Iceta Gavicagogeascoa. Los monjes aseguran que “aunque no podemos reunirnos para celebrar juntos la oración cantada, como es propio de nuestra vocación monástica, seguimos unidos en la plegaria individual y en la esperanza cristiana, encomendando a Dios a nuestros hermanos enfermos y a cuantos están sufriendo los efectos de esta terrible pandemia”.
Por otro lado, en el Seminario diocesano de San José de la capital burgalesa, también se ha detectado un brote del virus, tal y como confirman las citadas fuentes. Los contagiados fueron aislados en una zona distinta a la habitual de convivencia, mientras que toda la comunidad (seminaristas y formadores) guardará cuarentena en el edificio del Paseo del Empecinado en sus propias habitaciones, sin acudir a las clases en la Facultad de Teología ni a las parroquias donde habitualmente desarrollan trabajos pastorales. Los seminaristas del Seminario Menor (entre los que no hay contagiados) permanecerán en sus casas de forma preventiva, recibiendo sus clases de forma telemática.