La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) pone de manifiesto "las lamentables condiciones climáticas" en las que los sanitarios burgaleses tuvieron que trabajar el pasado fin de semana en el Coliseum de Burgos, habilitado como vacunódromo, y espera que se pongan medidas para evitar esa situación.
En unos días de extremo frío en la ciudad, con nevadas y heladas, dentro de la zona de vacunación se han registrado temperaturas -mediante termómetros autorizados- de 6,8 grados durante las dos jornadas de trabajo, íntegras, que comprendían turnos desde las 9:15 a las 15:00 horas, tanto el sábado como el domingo.
El sindicato denuncia que los profesionales han tenido que desempeñar su labor abrigados y con dos calefactores que apenas calentaban el ambiente, y que la situación se ha producido tanto en la sala de vacunación como en la de realización de pruebas PCR, un hecho aún más preocupante si se tiene en cuenta la llegada del invierno.
Se da la circunstancia de que los fines de semana, los profesionales destinados a trabajar en el vacunódromo vienen definidos directamente por la Gerencia de Atención Primaria, y desde CSIF se indica que si los problemas con el frío no se solucionan va a ser muy complicado que se encuentren trabajadores o voluntarios que puedan llevar a cabo con éxito la nueva etapa de la vacunación en la ciudad de Burgos.
Además, CSIF recuerda que los ciudadanos que acuden a vacunarse también tienen que sufrir esas mismas condiciones climáticas.