N.M.J / ICAL
El exdirector de la Real Academia Española y catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de Santiago de Compostela, Darío Villanueva, aseguró hoy en Burgos que no cree que cada generación “tenga que hacer una Constitución nueva” ,en relación a aquellos que opinan que como la generación actual no participó en la elaboración de la Constitución de 1978, tienen derecho a reivindicar una nueva.
“Soy muy contrario a esta idea, y la prueba la tenemos en la pervivencia asombrosa de la Constitución Norteamericana”, afirmó el catedrático durante su intervención en el seminario ‘Las monarquías y el reto de la posdemocracia’ , que se enmarca en la Cátedra Monarquía Parlamentaria de la Universidad de Burgos (UBU). Bajo este título, el exdirector de la RAE planteó la discusión de las monarquías y las democracias.
“No creo que cada generación tenga que hacer una Constitución nueva, porque hay que mantener algo que está siendo objeto de una revisión a fondo, en el contexto. La llamada posmodernidad es una crítica radical del racionalismo y los valores fundamentales que el racionalismo estableció”, dijo.
En esta línea recordó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos “parte de una concepción consistente en considerar que hay unas constantes comunes a la condición humana, por encima de todas las diferencias de sexo, religión, raza”.
Afirma así que “lo sustantivo en una Constitución es que toque los puntos centrales referentes a esos universales por todos compartidos”, y las coyunturas “generalmente pueden ser modificadas mediante enmiendas”, tal y como sucedió con la Constitución de los Estados Unidos, que “sigue vigente en la democracia más antigua del mundo moderno”.
Acompañado por el director de la Cátedra, el expresidente del Senado y doctor honoris causa de la UBU, Juan José Laborda, y el rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, Villanueva planteó, desde su visión como filólogo, en qué consiste la posdemocracia, a la que definió como una “suma de fenómenos que se están produciendo en el contexto de la posmodernidad”.
“Estamos viendo la evolución de algunos regímenes que inicialmente eran democráticos a los que, accediendo un gobernante por las urnas, se produce a partir de ahí un periodo o proceso de deterioro y de turbación de las esencias democráticas, a base de anular la independencia de los tres poderes, poner en cuestión la legitimidad de los procesos electorales, intervenir directamente sobre los medios de comunicaron para condicionar su libertad de expresión, etc.”, explicó. Situaciones que según indicó que se está viendo ahora en Rusia, aunque también en lugares como Turquía, Hungría, o Filipinas.
Tras un repaso sobre la situación de España en su historia contemporánea, Villanueva llegó a la conclusión de que la Segunda República “fracasó porque se quiso hacer sin que hubiera republicanos”, y afirmó que frente a eso, y tras revisar el proceso de la Transición desde el año 1978 hasta hoy, se ha mantenido en la Constitución una Monarquía “sin que fuera necesario que hubiese monárquicos”.
“Para mí no hay en España monárquicos, o suficientes monárquicos para constituir un cuerpo definido como tal, pero estoy seguro y espero que sigan existiendo muchos constitucionales, partidarios de la Constitución”. Todo esto afirma que forma un “paquete que ha asegurado una continuidad favorable a la evolución del país y espera que continúe haciéndolo en el futuro”.
“Gran parte de los objetivos que la República española se propuso se han podido realizar en el régimen que actualmente tenemos: terreno de la educación, libertades, desarrollo económico, distribución de los recursos, etc.”, apuntó. “Estamos en una República coronada”, afirmó, donde el rey reina, pero no gobierna, aunque “tiene un componente de referencia simbólico que constituye un activo”.
Burgos Capital del Español
Por otro lado, en referencia a su puesto como antiguo director de la Real Academia Española, y la aspiración de Burgos de ser Capital del Español, Villanueva recordó que mantuvo en 2018 en esta ciudad una reunión “vital” con la Comisión Interacadémica para fijar las bases de la nueva edición del diccionario. “Burgos tiene sobrados títulos para ser un lugar de referencia prioritaria en la dinámica de la lengua castellana y española”, aunque recuerda que las lenguas “nacen por un proceso más complejo”.
“Territorialmente no se puede ubicar en un solo lugar el nacimiento primero de una lengua”, añadió. Por ello, pide que se reflexione sobre este hecho, pero sin ninguna duda “Burgos es una referencia inexcusable a ese respecto”
Hizo alusión así a la proclamación que se hizo sobre Madrid como Capital Europea del Español, una afirmación que le pareció “tautológica”. “La única capital europea que tiene que ver con el español es Madrid”, dijo, aunque recordó que a la hora de otorgar ese título a la capital española, “habría que tener en cuenta “la historia, la realidad y la aportación de Burgos” , al igual que otras partes de España, al estudio, atención y desarrollo de la lengua.