La pasada semana, durante los trámites administrativos que una pareja llevaba a cabo en la Comisaría Provincial de Burgos para la expedición del DNI, se detectó que al hombre le constaba en vigor una orden de alejamiento respecto a la mujer que le acompañaba, por la que le prohibía acercarse a ella a una distancia menor de 500 metros.

Por este motivo, se procedió a su detención por un delito de quebrantamiento de condena. La orden había sido dictada por la Autoridad Judicial a mediados del pasado año; una medida cautelar impuesta al pasar a su disposición como presunto autor de un delito de violencia de género.

Esa medida tenía una vigencia de 16 meses, durante los que el detenido tenía prohibido encontrarse a menos de 500 metros de la mujer, a la que en ese momento acompañaba, e incluía el domicilio, trabajo o cualquier otro lugar en el que ella se encontrara.

Tanto el detenido como la mujer se mostraron sorprendidos, aduciendo que estaban juntos para tramitar documentación relativa a la hija de ambos, siendo informados que el incumplimiento de la medida impuesta por la Autoridad Judicial tiene como consecuencia la detención de la persona sobre la que recae y que desobedeciendo la misma se comete un delito de quebrantamiento de condena.