Los trabajadores y trabajadoras del cabildo de turismo de la catedral de Burgos continúan con la huelga indefinida, a pesar de la Semana Santa, ante la situación laboral en la que se encuentran. Según fuentes de UGT son 15 las personas trabajadoras que en los últimos dos años han padecido "la pésima gestión de la persona impuesta como gerente y que ha terminado derivando en un clima laboral irrespirable, agravado con circunstancias externas", han denunciado el sindicato en un comunicado remitido a este periódico.
El secretario de organización de la Federación se Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT Burgos, Luis Gutiérrez Tapia, ha relatado la situación en la que se encuentra la plantilla desde el pasado verano y que fue “plasmada en un documento firmado por las personas trabajadoras y que el sindicato presentó, junto con la denuncia de todos los incumplimientos, ante la Inspección de Trabajo en septiembre de 2021”.
Tras recordar que el ERTE en el que estaban desde hace dos años, como consecuencia de la pandemia, terminaba en marzo, ha señalado que a mediados de dicho mes les comunican "la intención de solicitar un nuevo ERTE, esta vez aludiendo a causas de productividad (ETOP), concretamente en un descenso del número de visitantes de la catedral en 2021 respecto a 2019, para lo que se basan en un informe bastante sesgado porque hacía una prospección de futuro que los datos objetivos se están empeñando en desmontar", en opinión de Gutiérrez Tapia. "Siendo esto así, y después de mantener tres reuniones el sindicato no dio luz verde a una un ERTE al que califican como ERTE preventivo”, porque, además, continúan explicando, en el caso de que se cumplieran las peores previsiones, el ERTE es una herramienta lo suficientemente ágil como para iniciar su tramitación sin una excesiva demora", aseguran.
La situación laboral de la plantilla "no mejora y es a partir de verano cuando se denuncian una serie de hechos, tales como que estando en situación de ERTE los trabajadores salían por horas o días del ERTE, donde había 7 personas trabajando se redujeron, de repente, a 4 y en los meses de verano con un auténtico aluvión de visitas". Además, estos cambios se les comunicaba "sin tiempo, a cualquier hora del día o de la noche y en cualquier día, festivo o no, sin derecho a réplica" porque, como indican desde UGT, “todo eran amenazas y broncas”.
Tras la denuncia, la Inspección de Trabajo emite "cinco requerimientos a la empresa, 4 de ellos con un plazo de vencimiento de 30 días, y el último de cuatro meses". Pues bien, “llegado el mes de marzo de 2022 no se ha cumplido ninguno de ellos, en especial el último, que se trataba de una evaluación de riesgos psicosociales de la plantilla”, ha denunciado Gutiérrez Tapia, que ha incidido en que la parte empresarial, en las dos reuniones mantenidas en el SERLA para intentar alcanzar un acuerdo, “solo se ha ofrecido a negociar sobre parte de los requerimientos que ya tenían la obligación de haber cumplido”.
Y "mientras se mantenga esta situación y las personas trabajadoras sigan siendo víctimas de la mala gestión y de abuso de poder", según ha señalado el secretario organización de FeSMC UGT Burgos, Luis Gutiérrez Tapia, “continuaremos la huelga indefinida porque estamos luchando por nuestro derecho a la dignidad, como personas y como trabajadores”.